CAPÍTULO 22

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—Dicen que cuando las diosas caen, de su sangre derramada se forman rosas con espinas venenosas. Y su veneno es capaz de corromperlo todo.
      
                           By Me.

VICTORIA.

3, 2, 1.... Kaboom.

¿Alguna vez has estado sin estar? ¿Has sido todo sin ser nada?

Supongo que son preguntas que sólo surgen cuando te hallas en el umbral de la muerte, parecen no tener sentido alguno pero te juro que si lo tienen, no podría explicártelo y aunque pudiera nada nos asegura que lograrías entenderme.

Por eso en este instante no pretendo que comprendan todo lo que he hecho o he sido hasta ahora, porque me consta que he sido caóticamente proporcional.

He visto mi vida pasar frente a mis ojos, desde el inicio hasta su presunto final, es gracioso, pensar que mi vida iba a terminar de esta manera. Ja, y yo que me creía intocable, que estúpida.

Pobre niña estúpida, sin tan solo me hubiera dado cuenta de lo que estaban provocando mis acciones las hubiera detenido en el momento en el que pasaron por mi mente.

Escucho voces a mi alrededor, lo que me hace pensar que aún no he muerto del todo pero si no lucho por mantenerme con vida seguramente terminaré pereciendo al igual que como una flor se marchita después de que la han arrancado de sus raíces.

Me he quedado atrapada en ese trágico y desagradable momento, sintiendo un pánico que va en ascendencia con cada segundo que revivo esa escena. Siento como Lucía tira de mi cabello con fuerza hacia el suelo dos veces, los golpes me dejan mareada y atontada, aún así lucho por mantenerme despierta y por defenderme. Veo la mirada sombría de Nicolás, quien se afana por arrebatarme la daga, intento clavarle la daga en su pierna o donde sea. Pero entonces Lu toma la daga con su mano derecha, una emoción enciende los ojos de Nico, podría ser asombro o también admiración, no tengo el tiempo suficiente para descifrarlo.

Han pasado solo unos segundos desde que Lu me ha quitado la daga, dos segundos después de eso he visto los ojos de Nico cobrar vida y luego he sentido como se clavaba en mí su hoja afilada, una y otra y otra y otra vez... Han sido tantas veces que ni tiempo de contarlas me ha dado, después de la quinta o octava, no sé, mis fuerzas y la vida se me han escapado.

Todo en tan solo unos segundos....

Si hubiera sabido que el día de mi cumpleaños iba a ser el último en el que iba a poder abrazar a las personas que amo, lo hubiera hecho durante horas y les hubiera dicho lo mucho que los amo, sobre todo a él que fue la última persona en la que pensé antes de cerrar los ojos y sumergirme en este limbo de oscuridad e incertidumbre.

Caleb, tres semanas después de la tragedia.

He conseguido ver a Victoria, su madre es una mujer muy buena que sabe que jamás podría hacerle daño a su hija y me ha permitido estar aquí a pesar de las objeciones de las demás personas que me señalan como su asesino.

Pero hubiera preferido no verla, el pitido incesante del electrocardiograma me produce dolor de cabeza, ver su cuerpo tan mal herido me tiene con un nudo en la garganta.

Tomo su mano con delicadeza, está conectada a varios tubos y mangueritas transparentes que llevan medicina y vitaminas a su organismo.

Mierda, quisiera no haber sido tan irresponsable ese día en su cumpleaños, si no hubiera tomado tanto con Eros podría haberme quedado a su lado. Aunque tampoco me atribuyo toda la responsabilidad, nadie se imaginaba que algo así iba a pasarle.... Parece una maldita pesadilla de esas que te cuesta despertar, estúpidamente me pellizco, aunque estoy consciente de que esto no es un sueño y que no importa que haga Victoria no va despertarse.

Catarsis Teñida De Carmesí [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora