-. ¡A mí no me engañas Ayla! Estás viendo a alguien más - gritó agarrandome del brazo.
Traté de safarme de su agarre, pero no pude, él es más fuerte que yo.
-. Claro que no, Avery - con mi otra mano le toqué su mejilla -. Yo te amo demasiado, sería incapaz de hacer eso.
Él apartó bruscamente mi mano.
-. Eso es lo que todas dicen - dice incrédulo -. Eres una perra, Ayla.
Sentí su mano en mi mejilla, mis ojos se cristalizaron inmediatamente.
Me soltó y me empujó haciendo que cayera en el frío suelo. Su pie se dirigió a mi zona íntima, la cual pateó. Me retorcí de dolor, empecé a llorar.Me pateó el vientre y se lanzó encima mío, me golpeaba sin piedad.
-. Avery... basta... me duele mu-mucho - dije con un hilo de voz.
-. Esto es lo que pasa por portarte como una verdadera prostituta, mi amor - dice riendo.
Me da un puñetazo haciendo que se me parta el labio, y por último me da otra patada en mi zona íntima.
Se levanta satisfecho y se va dando un portazo.Como pude me levanté y fui al baño a lavarme la cara, después limpié el piso, estaba con un poco de sangre.
Me acosté en mi cómoda cama, me puse mis audífonos y empecé a escuchar música, acerqué un peluche a mí y lo apreté. Cerré mis ojos.
-. Todo está bien, Ayla. Fue tu culpa - me dije a mi misma y sin darme cuenta me dormí.
[...]
-. ¡Ayla! Baja - escuché los gritos de mamá y bajé.
Me dolía la entre pierna y el vientre, pero bajé lo más rápido que pude.
-. ¿Si, mamá?
-. Necesito que te encarges de tu cena, cariño - dice tomando una copa de vino.
-. ¿Otra vez? - digo algo decepcionada.
Mamá se acerca al espejo de la sala, abre su labial rojo y se lo pone suavemente en los labios.
-. Si. Hoy tengo otra cita - dijo feliz tomando su cartera -. No ordenes pizza, engordarás y la vida no es fácil para las gorditas - sin decir nada más sale de casa.
Me acerco a la ventana y veo como se aleja con un hombre en motocicleta.
Decidí no comer, no tengo hambre.
Subí a mi habitación con cuidado, saqué mis lápices de colores y mi libro para colorear.Empecé a pintar mientras cantaba y mis lágrimas resbalaban por mi mejilla.
Desearía que estuvieras aquí abuela.
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Toxic // •TERMINADA•
No Ficción«Tal vez si hubiera sido más cariñoso, más atento, y menos violento, no se habría suicidado. Ahora la culpa me perseguirá siempre».