"La Jefa"

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– Un saludo para ustedes yo soy Sherry Daniels y me encargo de Lo Desconocido. Luego me dirán sus nombres por ahora entren para que dejen sus cosas, se bañen y cambien de ropa.

– ¿Así de fácil jefa?

– Desde luego Roger. Ellos deben estar agotados. El chico de bolsa negro irá con Roger y ustedes dos vengan conmigo.

Jack y Thomas no dijeron nada y sólo siguieron a Sherry.
Después de unos minutos llegaron a una puerta que tenía el número 3 y 6. Jack y Thomas sólo se miraron.

– Bueno chicos esta será su habitación. Les pido que no salgan y aquí tienen sus llaves.

– Buenas noches jefa.
Respondieron ambos chicos.

– Jaja. No me digan así. No hagan caso a Roger... está chiflado.
Fue lo último que dijo Sherry mientras se iba.

– ¿Jack estamos seguros aquí?
Preguntó Thomas confundido.

– Sí Tommy. Ahora solo abre esa puerta estoy muy cansado.
Dijo Jack dando una palmada a su amigo en la espalda .
Ambos chicos entraron al cuarto. Era bastante amplio y ahí dentro había una mesa con dos sillas, un armario, un sofa, una cama, cuadros, algunos libros...

– ¿Una cama?
Grití Thomas sorprendido.

– ¿Qué pasa Tommy? La cama es grandes y ambos podemos dormir allí.
Respondió Jack tranquilo.

– No me gusta dormir acompañado. Es muy molesto...
Comentó Thomas.

– Si eso te preocupa tanto, entonces yo duermo en el sofá...
Jack tomó su bolso y se fue al baño.

– Así será mejor.
Dijo Thomas en voz baja al ver la reacción de su amigo.

Los minutos pasaron y Thomas se encontraba sentado en una de las sillas de la habitación. Por otro lado Jack salió del baño y luego se dirigió a la puerta; Thomas al ver esto le pregunta:
– ¿A dónde vas Jack?

– Voy con Efraín por lo menos él si es divertido.
Fue lo único que dijo Jack y cerró la puerta bruscamente.

– ¿Divertido eh? Creo que me iré a bañar.
Thomas se levantó y se fue al baño.

– Señor Roger ¿por qué hay dos camas?
Preguntó Efraín confuso.

– Tu compañero de habitación no está. Ahora si me lo permites me retiro, que tengas buenas noches.

– Igual señor Roger. Que señor tan seco... bueno voy acomodar mis cosas por aquí.
Efraín tomó su bolso y lo colocó en la cama que estaba a la izquierda.
– Tengo mucho sueño...

– Este lugar parece un calabozo romano, con antorchas y velas en todos lados. ¿Dónde estará la habitación de Efraín?
Jack seguía caminando por aquel lugar sin reconocer bien las cosas.
– ¡Ah! Esta es la sala de antes. Es bastante amplia y cómoda. Los que aquí habitan suelen dormir temprano, no veo a nadie.
Jack se sentó en una de las sillas de la sala y tomó un libro rojo que había allí.

– ¡Hola bienvenido!
Jack escuchó una voz ronca y entrecortada.

– Hola señora, soy Jack Hunter.

– Qué bueno tú nombre es corto y sencillo. Yo soy Anabelle es un placer jovencito.

– El placer es mío señora Anabelle.

– ¿Cuál señora? Dime doña mejor, soy Doña Anabelle.

– Disculpe doña Anabelle. ¿Aún no piensa dormir?
Preguntó Jack.

– Oh si lo tengo joven Jack, pero espero a que mi nieta Irene termine de bañarse.

– Ah la chica que nos saludó hace un rato.

– Sí es ella mi pequeña nieta.

– Entiendo. ¿Cuántas personas viven aquí?
Preguntó Jack nuevamente.

– Espere un momento...
La curiosa anciana empezó a contar con sus dedos...
– Somos nueve aquí y pues con ustedes tres seríamos doce.

– ¿Nueve? Hay muchos aquí...
Exclamó Jack sorprendido.

– Si joven Jack. Algunos salieron a buscar...

– Abuela ya es hora de dormir.
Irene interrumpió la conversación.

– ¡Oh lo siento! No sabía que estabas acompañada abuela.

– Mira Irene él es Jack Zombie...

– ¿Jack Zombie?
Preguntó Irene asombrada.

– Jaja. No es así Doña Anabelle. El correcto es Jack Hunter.
Sonrió Jack ante aquella confusión.

– Comprendo. Soy Irene y ya me había presentado.

– Irene ya llevame a la habitación, el sueño me provoca mala memoria.
En lo que Irene movía a doña Anabelle se escuchó un disparo.

– ¿Qué fue eso?
Preguntó Jack.

– Rápido Irene ve con tu abuela a la habitación y no salgan de ahí.
Sherry apareció en la sala y dió órdenes claras a Irene.

– De acuerdo Sherry. Ten cuidado ahí afuera.
Irene se retiró de ahí con Anabelle.

– También estás aquí. Ven conmigo y toma esto. Esas cosas están entrando a nuestro refugio y Roger necesita refuerzos. Tenemos pocas armas de fuego y por eso te doy el bate.
Ambos salieron del granero y encendieron la linterna para ver en la oscuridad.

– Tienes que tener cuidado y te quedarás cerca donde pueda verte. Si necesitamos refuerzos te llamaré ¿Estás de acuerdo?

– Lo haré Sherry y tenga cuidado.
Sherry corrió por aquella calle que estaba rodeada de autos y llegó con Roger.

– Jefa fue mi culpa. Se me olvidó decirle al chico que moviera el auto y a causa de esto la puerta quedó abierta.

– Eso ya no importa Roger. ¿Cuántos han entrado?

– Ya he matado ocho y vi varios afuera.

– Genial... si siguen así en minutos llegarán más de ellos.

– Jefa hay que mover el auto.

– Es un riesgo Roger, pero es nuestra única opción. Uno de los nuevos vino conmigo y es justo a quién necesitamos. ¡Oye tú ven acá!
Sherry gritó fuerte y movió la linterna para llamar a Jack.

–  Wow! Eso fue rápido.
Jack se acercó.

– Chico necesitamos tu ayuda. ¿Podrás hacerlo?

Capítulo 4 y de estreno.
Espero puedan leerlo algún día.
Saludos colegas de Wattpad.
Próximo capítulo a la vuelta de la esquina.

Jack ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora