¡Oh por el One For All!
Inasa vendrá a casa y está hecha un desastre.
Sus tres vendavales son eso, un desastre en la limpieza. Kaifu es el único ordenado y su habitación es perfecta, sus últimos hijos son los más desastrosos.
Ahora hará de comer, algo rico y mandará a sus hijos con el abuelo Enji. Podrá estar a sola solas con él y tal vez...
—Deja de pensar en sexo Shoto, concéntrate. — se recrimina a si mismo cuando esta a la mitad de la limpieza— Él no sabrá quién eres.
Pero quien no, bueno si tu esposo tiene sexo contigo o al menos te manosea hasta venirte, cualquiera se acostumbra y Shoto esta casi 5 meses sin ello. Tres de esos meses en coma y los otros 2 cuando estaba en la casa de su suegra.
Se concentra en limpieza y arreglando la casa, esparcirá ese olor que tanto le gusta, canela. Un aroma especial que siempre le gusto a Inasa, Shoto se permite sonreír ante el recuerdo de su boda.
Recuerda su ultimo regalo, todo de canela, recuerda que Inasa le dijo que es igual a él, especiado, aromático y delicioso.
Aún recuerda como el alfa le excitaba olerlo, tenía el mejor se-
—Maldición— se queja— pareces un maldito adolescente, ya no tienes 18 compórtate, Yoarashi Shoto— respira, es inútil. Esta nervioso.
Se trata de calmar y concentrarse en su actividad. La casa limpia es su prioridad, pero debe aceptar que lo nervios y emoción de ver a su esposo es únicos, sabe que jamás recordará del todo su vida, pero él se conforma que no se olvide de él y sus hijos, de todo el amor que le profesa.
"Tienes tres hijos exigentes, Arashi quiere el cumpleaños de sirenas, Fubuki quiere de muñecos de nieve y Kaifu, lo que tu desees... es muy apegado a mi o a ti. Como se vea, así que debemos ponernos de acuerdo con Shoto, siempre hemos podido con nuestros hijos...
Nuestros hijos...
Nuestros hijos...
Nuestros hijos...
Inasa lo repetía una y otra vez con una sonrisa en los labios, tanto que sus mejillas dolían.
Estaba a punto de tocar el timbre y se abre la puerta...
—¡oh!— dice una omega saliendo de la casa—Yoarashi-sama— una mujer de cabello largo y cenizo le quedó mirando— pase, yo tomo su maletín— entró y dejo su maletín en la lavandería y coloco la tina con agua caliente— lo dejo señor, le pedí el día libre a Yoarashi-san— hace una reverencia y se va.
Nadie sabía de la noticia. De la perdida de memoria de Inasa, el publico en general no sabía nada
Inasa solo asintió y se movió por la casa.
—Makoto-san es hora de que se... va... ya— por fin se encuentran.
Inasa está saliendo a la sala y Shoto está entrando.
Sus ojos se encuentran y el sonrojo de Shoto es explosivo, abre sus ojos de manera descomunal y se tira encima de Inasa abrazándolo fuerte. Pega su nariz en la glándula de Inasa respirando tan hondo que puede oler el bosque de roble que es su esposo y alfa.
Absorbe el aroma, reteniendola en su nariz antes que desaparezca y...
—Disculpa — dice extrañado ante la accion del beta— ¿esto es normal entre nosotros?
Y cae en la realidad.
Inasa no tiene memorias de ellos como una pareja.
—¡ah!... lo siento— dice alejándose de él. A Inasa no le molesta la cercanía. Pero le molesto que se alejara.— sí, es algo común
—Entonces sigue— realmente no sabe de dónde salió eso y extiende sus brazos. Shoto aún se sorprende, pero se deja ser, no quiere soltarlo. Nunca más.
Nuevamente su nariz se acerca a la nuca del alfa y aspira, tan delicioso, tan fuerte y tan varonil.
Shoto gimió de pura alegría de tener otra vez en sus manos a su amado.
Se separan un poco e Inasa esta embriagado con él y el aroma a canela, el cuerpo del alfa comienza a reaccionar, su cuerpo responde y su lobo interno está satisfecho.
Shoto lo mira a los ojos, ese negro tan profundo que te incita a lanzarte al vacío. Tan negro como en su celo, donde su instinto salía, le decía que lo amaba y que lo enloquece.
Inasa plantó su mirada en la heterocromía del contrario, la diferencia de sus ojos, en realidad es precioso. El alfa se inclina.
Lo hace suavemente, sus manos caminan solas hasta la cintura del beta acariciándolo con cariño, la nariz del alfa y del beta se chocan suavemente, Shoto no mueve ningún musculo, deja que Inasa dirige todo.
No quiere romper esa burbuja.
Luego de tantos meses, sus labios se juntan. Tan suave y cómodo para Inasa, algo que no pueden explicar. Los saborea tan bien que se pierde en la textura y la sensación que le regala esta acción.
Presiona sus manos, lo que hace que la cintura del beta se acople al cuerpo del alfa, cuando las caderas se chocas es delicioso, Inasa gruñe.
Shoto se da cuenta de lo que está pasando, aprovechándose de un desmemoriado, es poco profesional, pero...
Que bien se siente el amor de su esposo, un momento de amor, aunque debe que es una caricia vacía ya que él no conoce su vida...
O eso cree Shoto.
El beta enreda sus brazos y esta puntillas, las manos del gran alfa presionas el hueso de su cadera y Shoto gime. De su boca sale un sonido muy sexual y por tres segundo se miran, Inasa tiene los ojos más grande y filosos, como si su celo regresará.
Esta acercándose a besarlo nuevamente y...
—¡Papáááá!
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Mi Otoño「Omegaverse」
Fiksi PenggemarCuando pierdes la memoria, no hay nadie mejor para recordarlo que tu mismo. Eso pensaba fervientemente Yoarashi-Todoroki Inasa... -Aunque me ataque miles de veces, jamás te olvidaré... tu eres el amor de mi vida... Mi Otoño, Te amo Siempre le decía...