𝒮𝑜𝓃𝓇í𝑒 ▪EᑌᑎᕼᗩE▪

10

-¡Hae! –El grito de Donghwa fácilmente se escuchó por toda la cuadra. Hae se encontraba en el umbral de la puerta principal cuando el auto de los Lee se estaciono frente a la casa. Entonces su hermano salió corriendo hacia él.

A veces y solo a veces, dudaba en que fuera el hermano mayor.

-¡Joder, te extrañe mucho! –Exclamo el chico abrazándolo con fuerza. El cuerpo le dolía aún y soltó un quejido por la presión del otro cuerpo -¿Ocurre algo? ¿Estás bien?

-Sí, he estado haciendo ejercicio. Es todo.

-Ah, el pequeño Hae quiere tener un cuerpo totalmente deseable para mi cuñado. –Bromeo mirando a su alrededor –Por cierto, ¿Dónde está? Creí que estaría contigo cuando llegáramos

-Está en casa, tiene entrenamiento.

-No me vendría mal una ayuda –La voz de su padre era atajada y al mirar se dio cuenta el porqué. Era mayor y el cargar aquellas maletas tan pesadas le hacían tener aquel timbre –Hola, Hae.

-Papá, déjanos esto a Hwa y a mí. –Murmuro al llegar hasta él –Debes estar cansado, entra.

-Hijo, me asuste al pensar que no estaría para cuidarte. –El abrazo repentino de su padre le hizo sentir de una forma extraña, una especie de culpabilidad que no pudo explicar –Ahora sé que debo poner más confianza en ti. Sabes cuidarte.

-¿Y yo qué?

-¡Tú ni en sueños! –Exclamo su padre sacando una risa a ambos –La última vez casi quemas la casa y fueron dos horas, Donghwa, dos horas.

-Que malo eres.

Su madre por fin bajo del auto, consigo traía su maleta y una mochila, la cual como todos los años, esta rebosante de recuerdos y/o regalos de la familia.

-Hola mamá

-¿Qué te paso?

Cuestiono estrechando la mirada mientras le examinaba de arriba abajo.

-¿Eh?

-Te vez distinto. ¿Tuviste un accidente?

-¡Mamá! Hae ha estado haciendo ejercicio. –Se atrevió a explicar Hwa con una mirada desafiante –Ya sabes, para impresionar a tu yerno... HyukJae

La mujer levanto el mentón y retiro la mirada de sus hijos para pasar entre ellos y adentrarse a la casa sin decir una sola palabra más.

-Está enojada –Indico el mayor con algo de sorna, contestando así la pregunta que Hae se formulaba en su mente –No le pareció que dejaras el viaje de lado, sin contar que no acepta que HyukJae y tú sean novios.

-Tendrá que acostumbrarse entonces

-Supongo que lo dices porque ya se contentaron, ¿Verdad?

-Algo así

-¡Ese es mi hermano! Tú disfruta tu noviazgo. Hyuk es un buen tipo, lo conocemos desde pequeños, así que, solo es cuestión de buena comunicación.

Hae no dijo nada y Hwa se percató de la incomodidad de la plática

-Aunque parece que algo que te tiene nervioso, todavía. ¡Vamos Hae! Todas las parejas pelean alguna vez.

-¿Cómo Débora y tú?

Hwa se quedó en blanco entonces, luego pareció reponerse, volviendo a sonreír aunque algo triste.

-Sí, bueno. No tanto así

-No te merecía.

-Hae, en Sao Paulo la gente tiene otro concepto de noviazgo, no es lo mismo que en Corea. Ella simplemente exigía lo que le habían enseñado que recibiría.