𝒮𝑜𝓃𝓇í𝑒 ▪EᑌᑎᕼᗩE▪

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Llevaban al menos unos cinco minutos frente a frente. HyukJae le miraba con un brillo extraño en sus ojos, como si deseara decirle algo sin saber qué. Hae aun permanecía en la puerta, tomado del marco haciendo una división clara entre la calle y su portón.

HeeChul había llegado unas horas antes a advertirle de su visita, aunque más que advertencia, había sido una noticia reveladora. HyukJae planeaba ir a hablar con DongHae, no sabía con exactitud de que, posiblemente de la noche después de la fiesta de Wang o de su noviazgo.

-¿Cómo estás? –Pregunto al fin el pelinegro

Hae asintió en modo de respuesta, quería decir muchas cosas, entre ellas un "te extraño", pero se sentía nervioso, impotente y molesto. Mucho, muy molesto.

-Hae, cariño –Hablo mientras caminaba en dirección a el castaño, intentándolo tomar de la cadera –Háblame

-¿Y qué quieres que te diga, Hyuk?

-¿Sigues molesto? –Seguir molesto, por haberme golpeado. No lo sé, Hyuk. Tú dímelo. Pensó, pero jamás hablo –Cariño, vengo a hablar bien.

-Te escucho.

-Hae, me puse muy celoso. Sé que Sehun fue el que te beso, hubo testigos de eso. Pero, me sentí tan nervioso de perderte, que te hubiera gustado... -Por fin las manos de HyukJae se posaron en su cadera y poco a poco sus rostros se fueron acercando, o al menos por parte del pelinegro –Te amo demasiado como para pensar si quiera en que tú, ah.

-Pero tú sabes bien que no va a pasar, te lo he dicho mil y una veces. ¿Tengo entonces que pagar por tu baja autoestima?

-Hae...

-¿Tengo que lidiar con tu falta de confianza? ¿Con tus inseguridades?

HyukJae le miro sin expresión alguna. Hae sintió miedo, sin embargo, algo lo incito a hablar. A seguir.

-Me siento molesto, HyukJae. Mucho.

-Lo sé

-¿Y qué? ¿De qué me sirve que lo sepas si no lo entiendes?

-Cariño, entiendo tu molestia.

-¿Y al menos te vas a disculpar, pedazo de idiota? –Entonces sintió un escozor en la muñeca izquierda debido al agarre tan fuerte de HyukJae. Estaba molesto. -¿Me vas a volver a pegar?

-No. –Contesto entre dientes, claramente furioso –Es una respuesta para ambas preguntas. Pero debo decirte Hae, que no me provoques.

-Suéltame

Inmediatamente, HyukJae le soltó. Y se alejó de el con una mano en la cintura y otra en su frente, con un gran bufido.

-¿Es todo? –Pregunto Hae con los brazos cruzados.

-No, también venia para decirte que te extraño mucho, Hae.

-¿Qué?

-Que te extraño, cariño. –HyukJae se acercó peligrosamente pegándolo a su cuerpo con brusquedad –Me estoy volviendo loco sin ti.

-Hyuk...

-Dime, cariño. –El aliento en el cuello del castaño le hizo estremecerse – ¿Me extrañas tú también?

-Si

-¿Mucho?

-Demasiado.

-Demuéstramelo.

Pronto se vieron envueltos en una ola de lujuria y desesperación. Ambos entraron en la casa y HyukJae cerró la puerta con pestillo, tomo a Hae por el culo y lo alzo para que este rodeara su cintura y se enganchara a su cuello. Sin dejar de besarse, el pelinegro subió las escaleras hasta la habitación de Hae.