𝒮𝑜𝓃𝓇í𝑒 ▪EᑌᑎᕼᗩE▪

11

-Adiós, HyukJae

El pequeño pelinegro sorbía su nariz y limpiaba sus lágrimas al ver como su padre se marchaba seguido por su madre, gritándole como una maldita loca... Loca. Eso de lo que tanto le acusaba el hombre que juro amarla por siempre.

-Papi, papi no me dejes –Susurraba el pequeño abrazado del pilar en la entrada de su casa, los pasos apresurados de su hermana se escucharon de fondo en la casa, pronto la niña se acercó al pequeño para abrazarlo. –Papi, papi.

-¡Dios santo, Lee! ¿Qué ocurre? –Exigió saber el señor Lee, vecino que habitaba con su mujer e hijos –Esto es un escándalo.

-No la soporto, Dong Min. Intenta alejarte de esta mujer, te puede volver igual de loco y desquiciado que ella. ¡Yo lo haré!

- ¡Basta, mierdero y regresa! Tienes dos hijos acá.

-Regresare por ellos, lo juro. Cuando tenga una estabilidad económica lo haré y, ¿sabes qué? Espero que mueras sola después de eso.

-Hyuk, adentro –Susurro su hermana con un arrebatado miedo y desesperación, el pequeño vio cómo su madre se aproximaba a ambos con un rostro que le hizo temblar. Lo próximo que vio fue a su hermana siendo arrastrada hacia el interior de casa. 

-¡A mi hijo no le has ordenes, mugrosa!

Hyukjae lloraba en silencio intentando mirar a otro lado, sin poder callar los gritos de su hermana.

-¡Por tu maldita culpa! Si tan solo no hubieras nacido, mugrosa. ¡Te odio!

-Mami, mami por favor, perdóname. Perdóname,

-¡Cállate! Me das asco. ¡Arruinas mi vida!

HyukJae entro a casa con las piernas hechas gelatina, el pobre niño no podía dejar de mirar la escena, su hermana, tirada en el piso, con sangre en el labio y la cien, su madre con el mango de la escoba libre, mirándola enrabiada.

-Perdón.

-No te escuche –El susurro de su madre le hizo estremecerse, era mejor cuando gritaba, pensó Hyuk. Que mejor grite. -Repítelo

-Perdóname, por favor.

-¿Crees que con un perdón se soluciona?

-No, sé que no. Pero al menos, por favor, yo me equivoque. No volverá a suceder, lo prometo, en verdad.

El silencio embargo la sala solo por un momento, porque la tranquila voz de su madre rompió el pequeño momento.

-Sora, todo es más fácil cuando te disculpas por tus errores, ¿Sabes? ¡Cállate que asustas a tu hermano!

Los labios de sora se apretaron tanto que formo una línea nada pareja en su rostro, Hyuk la miro asustado y cerró los ojos intentando parar el llanto. Y la mano de su madre le hizo abrirlos, sacándole un jadeo miedoso

-Mi amor, tranquilo. Está bien, Sora se ha disculpado, y ahora todo va a cambiar, ¿Si? No tengas miedo.

-Mami, por favor

-Por favor, por favor... Hyuk deja de llorar o harás enojar a mami. Mami te ama más cuando dejas de llorar y tus ojitos sonríen.

-Perdón

Entonces una bofetada lo hizo parar de llorar, de hablar y de estar de pie. El golpe en su cabeza fue tan fuerte al caer por el impacto que se mareo por un instante.