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ix. Bala mágica
Estúpida vida, estúpida escuela, estúpido Logan, estúpidos todos. Tuve que venir a la escuela caminando, mi mejor amigo se fugó de la escuela con Boyd, para tener un día de chicos, y en esa descripción yo sobraba. Por otra parte, mi mejor amiga al llegar me conto sobre Isaac Lahey, un chico que sufría maltrato por parte de su padre.
Con Jo, compartíamos clases con Scott y Stiles, comenzamos a burlarnos de McCall, quien al escuchar nuestras burlas se sonrojaba. El hombre lobo nos contaba que se había besado con Allison, y de lo emocionado que estaba.
—Solo, no la espantes—le pidió Jo mientras anotaba algo en su cuaderno.
—No lo hará, Jo—mire a Scott algo insegura—¿cierto?
—Gracias por la confianza—murmuro sarcástico para luego mirarme—Claro que no, As.
Nuestra conversación fue interrumpida por el feo de mi hermano, quien volvió para amargarnos la vida con sus preguntas sin respuestas.
—Si Derek no te mordió ¿Quién fue?
—Créeme, Stiles, si lo supiéramos no estaríamos sentados al frente tuyo.
Mi hermano me miro bien feo—¿El alfa mato al hombre del autobús?
—Stiles, basta—dijo Jo entre dientes—Y respecto a tu pregunta, Scott no lo sabe.
—¿El padre de Allison sabe...?
—¡No lo sé! —le grito Scott molesto.
—Tranquilo, Scooty—le susurre acariciando su mano y mire a mi hermano molesta—Te pasas.
Mi hermano se encogió de hombros, y le entregaron su prueba—Un A, creo que soy más inteligente que tú, hermanita.
Recibí mi prueba con una sonrisa—Un A+ ¿Quién es el inteligente ahora, hermanito? —dejé de mirar a mi hermano, para mirar a mi mejor amiga—¿Cómo te fue, cielo?
—Me saque un...—observe su semblante triste, pero luego cambio por una sonrisa—¡Una B!
Chille emocionada y la abrace, la profesora me reprocho con una pequeña sonrisa, y me ordeno que volviera a sentarme. Me disculpé, y me senté para ahora ver la nota de Scott.
—Debes estudiar más, viejo—le dijo Stiles a Scott.
Hice una mueca al ver la nota de Scott—Me ofrezco a ser tu tutora en las materias que te cuesten, Scott—puse mi mano en su hombro, ya que me daba la espalda—O puedes acompañarnos a mí y a Jo a estudiar.
—Me niego, As—escuche que decía mi mejor amiga—Quiero toda la atención de tu cerebro para mí.
Scott negó divertido.
—Gracias, As, pero hoy estudiare con Allison—me sonrió agradecido.
—Ese es nuestro muchacho—dijimos los tres al unísono mientras chocábamos los cinco.
