Todo era normal desde un punto de vista común, era un dia que daba paso al inicio de clases. Un nuevo ciclo estudiantil. Y en realidad, al verlo desde mi punto, no era demasiado bueno, me sentía extraña, un mundo rebelde y una nueva etapa me obligaba a estrellarme con cierta realidad.
Ese mundo me obligó a conocer ciertas cosas que no eran de mi real interés, haciendome entender cosas en las que, aún, me considero ignorante y hablo de estas cosas: drogas, cigarrillos, alcohol, sexo y otros que no son necesarios mencionar ya que saben a que me refiero y prefiero ahorrarme.
En realidad esto no me afectó en mucho, no, fueron aquellos ojos del color del café o quizás más claros que ese.
Esos ojos que hicieron, me sintiera tan pequeña e inofensiva, tonta e inútil para cierta conveniencia. Y es que él, quizás al principio no esperába conocerme, ni yo conocer algo que dejaba a total ignorancia, aquello que no existía entre el diccionario de palabras diarias que utilizaba o quizás para ser un poco mas especifica: no la utilizaba en mi léxico.
Amor.
Palabra no digna de mi agrado o por lo menos en ese tiempo. Él, ese adolescente, joven, el chico que volcó mi mundo y lo puso de cabeza para el resto de mis días.
Claro que aparte de él hubieron otros detalles que me llevaron al abismo del punto de informarme de todo lo que me rodeaba, o más simple, despertarme.
Conocí otras personas aparte de él, que me hicieron en realidad muy feliz y que he querido guardar en el inmenso mar de recuerdos que todos tenemos, para algún día sentirme orgullosa de esa juventud que me ha sido dada.
Estas personas fueron chicas y chicos de mi edad, todos distintos y con pensamientos que harían que se vaya por las ramas tu imaginacion. No tengo treinta años y mucho menos quince, pero en lo que cabe, esto fue algo que sucedió hace tiempo y aprecio tanto y he venido aquí, deseando compartirlo.
No hay nombres que deba mencionar si no hasta el final. Y él, me gustaría nombrarlo de esta manera, claro si es de tu agrado, y esto sería hasta que sienta que es el momento correcto, Dios, dejaré tanta palabrería ya y seguiré con esto.
Mmmm, ¿por donde me quedé?, oh!, si.
Sus ojos quizás para algunos otros no eran tan encantadores como lo eran para mi, pero ese color parecido al del café, en tan poco tiempo se me hizo un favoritismo. Aquellos que me hicieron creer que quizás estarían conmigo para hacerme sonreír durante mucho, mucho tiempo.
Pero claro, ese día yo lucía muy poco sociable y no me habría acercado a él hasta un mes después. Pero antes de esa primera conversación, existieron muchas otras en texto.
Textos que actualmente han sido olvidados y en conversaciones ignoradas por él y por mi.
No estoy muy segura de como comencé a enamorarme. Era extraño. Pero creo que para todo siempre hay una primera vez.
ESTÁS LEYENDO
SU CORTO AMOR
Novela JuvenilComo una arcilla moldeada para rellenar ese corazón roto, o quizás una taza de café para entibiar aquéllos pensamientos que irrumpen en nuestra mente a cierta hora... algo poco y muy paradójico. Algo que nos recuerde que de muy jóvenes lo que el amo...