Escapar...

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Y después de todo, él era maravilloso.
En esos días jamás me consideré una chica linda o atractiva. 

Utilizaba anteojos y aveces consideraba utilizar frenos, por suerte no tuve un problema de acné y durante este tiempo, escape de ellos.

Y quizás muy en el fondo, yo sabía que no era exactamente horrenda, tenía un autoestima bajo. Pero siempre fui correcta con lo que hacía, siempre tuve notas buenas en el colegio y... ¿pero a quien le importa eso? Ahora hay mucho estigma social  que te ata de manos y pies.

Al llegar a este establecimiento, y conocerlo a él, debo decir que mi personalidad y mi nivel académico decayó. 

Y como decía al principio, él era popular en todo sentido. Ya que solía alhocolizarse cada mañana, arrastraba con él a varios otros para sentirse acompañado.

Yo, le llamaba escapar, cuando salia en pleno horario de clases, era divertido aunque al principio casi me hacía del miedo.

Recuerdo muy bien la primera de muchas veces, recuerdo que estaba en una banca esperando a que sonará la campana de inicio de clases, rodeada de otras chicas con las que me llevaba genial y que por cierto, me habian inculcado la idea de acompañarlo, me negué, para ser la primera vez, me sentí asustada. Pero luego me vi tomandolo de la mano y acompañandolo a quien sabe donde a comprar quien sabe que.

No muchos escogemos a quien querer y, mi caso, no era uno en especial. Tuve una debilidad por él, que si el me pedía algo, yo lo haría, que si él necesitaba algo, yo se lo brindaria.

Pero esa mañana en especial, Me sentía culpable por saltarme las primeras clases pero, también me sentí emocionada a tal nivel, por  tomar su mano y sentir su tacto.

Era distinto.

Verlo a él, ver su mano tomada con la mía... era extraño. Ver como un tibio sol se reflejaba en su rostro, y caminar junto a el era difícil de resistir. Al final de esa mañana muchos me vieron regresar al establecimiento sola, nunca nadie supo el por que, y tampoco me detuve a explicar las razones por las que ya no me encontraba acompañada de él.

Al llegar a la clase, las fisuras de mis labios dolían de tanto sonreír, había sido un buen escape. Y esperaba que momentos como esos se volvieran a repetir.

Había acertado con mi deseo de pasar tiempo con él, las horas de regreso a casa se atrasaron una o dos horas con el tiempo, las salidas que tuvimos normalmente las tuvimos en grupo, nunca salimos nosotros solos, Y él, jamás insinuó, si se le apetecía la oportunidad.

Al contrario, mientras más salíamos, más él se alejaba para estar con otras personas, hasta ese punto, yo ya me consideraba una carga y una completa aburrida.

Hubo un amigo, pero que digo, varios amigos de él que quisieron salir con migo, nada más por diversión. Y bien, yo tampoco buscaba algo serio entonces.

Podría decir que me lanzaban la idea de salir seriamente con ellos aveces. Tristemente me veía escribirles que no podría o que no me apetecía estar con ellos. Aunque más de alguno insistió.

Eventualmente, si algo cambio entre él y yo, fue que sólo pasábamos los buenos momentos tomados de la mano. Era una pequeña decepción para mí, mi pequeño y revoltoso corazón necesitaba un poco más de atención cada vez más y por supuesto más cariño y amor de parte de él. 

Que difícil. Él, como ya les había dicho, era un fanático del amor, por lo tanto la palabra sexo si se encontraba en su diccionario.

Como decía, no todos escogemos a quien querer o amar, en mi caso, yo no esperaba que alguien como él me llegará a gustar, lo digo por que él, era demasiado extrovertido y fantasioso. 

Yo solía preferir a los de talle alto, vida formal y una salud extravagante. Y él era todo lo contrario a ello.

¿Por qué?

Y antes de este, jamás me hubiera pasado la sola idea del sexo y de algunas otras terminaciones. Pero noto y se que no soy la única, que llegó a tal nivel de complacer y de alcanzar un puestito al lado de esa persona que queremos o amamos.

Uno suele llegar lejos por amor o por obsesión, pueda que se vote más por la segunda.

Así que después de ese día de escape, hubieron otros, planes echos por conveniencia a mi, y es allí donde encuentro a una aliada, alguien que no esperaba llegará a ser una amiga.

Hablo de la mejor amiga de él, obviamente en mis planes no estaba llegar a ser amiga de ella, por que bien, nosotras no llegamos a concordar en el primer instante, fue meses después cuando las cosas comenzaron a dar un triste giro en contra de él.

SU CORTO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora