Capítulo XXII

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Llegó una fuerte sensación de templanza con un rápido baño en el rostro para alivianar la tensión. Elian necesitaba aterrizar a la realidad y digerir lo que apenas comenzaba a identificar sobre sí mismo, su cabeza punzaba tanto que sentía explotaría en cualquier momento por toda la información. Al inicio no era un estado tan desagradable, no obstante, al mirarse al espejo y ver sus propios ojos en el reflejo, el color natural de su cabello, las expresiones malhumoradas inherentes de sus cejas... inclusive las pecas de sus mejillas, todo él era un clon inexperto y perfecto de su padre, lo gracioso era que antes creía lo contrario.

Elian duró unos segundos inerte mientras se observaba al espejo dentro del baño, las gotas de agua se arrastraban por su piel hasta caer al lavamanos anunciando que el tiempo seguía corriendo...y seguía corriendo...pero el joven no reaccionaba. Tuvieron que surgir nuevamente los diálogos de sus recuerdos para que aquel se acordara de respirar.

Quisiera saber si has mentido con decir que estás orgulloso de mi... Si en realidad lo estás...》

El rostro del pelirrojo se llenó de infinitas emociones sin control y sentido con la compañía de palpitaciones monstruosas en su corazón, no podía creer que después de tanto entendió lo que le sucedió en la mansión; el largo e infinito pasillo de esa alucinación era idéntico a su hogar; la alfombra, los retratos, las paredes huecas, esa sensación de soledad con caminar ahí...es más, existía la posibilidad de que...

ー¿Podría ser... que todos estos meses... quien me ha ayudado y ha estado ahí (...)? ーinconscientemente, su mano izquierda se direccionó por si sola a su reflejo con el afán de acariciar el espejoー ¿...Podría ser que seas tú...padre?

El tenue hilo de voz de Elian apenas era audible para sus oídos, pero bastó para escuchar el ruido de la puerta y sentir una extraña presencia detrás suyo sin nadie que pudiese estar ahí en carne propia. El joven no tardó en sufrir un potente escalofrío en su espalda, pues era que una angustiante creencia de ser observado lo dominó, por suerte esa sensación no duró mucho tiempo ya que su teoría fue confirmada cuando gradualmente apareció una sombra traslúcida.

Chivo expiatorio


Las clases concluyeron en el colegio donde asistían los hermanos Corvick; la campanilla se anunció y todos los alumnos salieron de sus salones con la emoción de culminar su día.

No podían faltar los grupos de jóvenes diferenciados por su moda urbana característica; entre tantos se distinguían las pandillas de skates andando en sus patinetas, los que preferían una moda más cómoda no olvidaban caminar con su grabadora reproduciendo a Rob Base con It takes two, por otro lado estaban los amantes del rock inconfundibles de vestir, en uno de estos se encontraba Shiner esperando que su gemela llegara para volver a casa. El rubio junto a otros cinco mozos se miraban de pie afuera del colegio conversando de temas sin sentido y variados antes de que Luna no demorara en aparecer.

ーNo olvideís que mañana hay planes para después de clases ーadvirtió uno de los chavales a Shio señalándolo como amenaza.

ーNo se borra de mi mente ーrespondió el rubio ya varios pasos lejos del grupo.

ー¡Y vuestra bella hermana no puede faltar! ーexclamó el mismo joven.

Shio, como todo buen hermano sobreprotector, al escuchar aquello, volvió la mirada de inmediato, sin parar el paso y con un gesto de tremendo enfado.

ー¡A ella no le molesta, tio! ーde nuevo echó sus comentarios lanzando un atrevido beso a Luna.

Mientras que Shiner (calado de enojo) mostró a su amigo el dedo medio de su mano, Luna sonrojó apenada y sonriente.

Chivo Expiatorio: Analepsis©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora