- He decidido que no quiero casarme. Mi hogar y mi felicidad... no los encontraré aquí.
Entre los sirvientes elfos se armó un escándalo de susurros. Algunos de sorpresa, otros la atacaban, otros la defendían. Thranduil y Elrond se sorprendieron bastante, pero ninguno lo hizo notar. Sólo el primero se levantó de su trono para calmar a su multitud.
Ella buscó con la mirada el apoyo de su madre, a su lado, y ella asintió acercándose.
- No tengas miedo... has hecho lo que tu corazón ha dicho.
- A todos, lo siento... lo siento mucho...
Y levantando un poco su vestido, huyó a refugiarse a su cuarto de las miradas incriminatorias, sorprendidas, y decepcionadas.
Pasó toda la noche encerrada en su cuarto, sin abrirle la puerta a nadie, en compañía de su madre. Elrond marchó a Rivendel de madrugada, y de Thranduil no se sabía nada.
A la mañana siguiente, antes de que saliese el sol, Zoba dejó todas sus cosas, y poniéndose su ropa vieja traída desde la batalla de Erebor, bajó sin hacer ruido para marcharse de allí.
No llevaba equipaje, pues no quería nada que no fuese suyo, ni un peine, ni una muda. Nada de nada. Sólo sus armas. Los guardias le abrieron la puerta sorprendidos, y ella, dando un último vistazo a Mirkwood, bajó la cabeza y comenzó a salir por el puente que conectaba con el bosque.
A medio puente, escuchó a los guardias gritar, seguidos de unos grandes ruidos. Zoba se giró asustada, para ver a su alce trotar hacia ella con graves gemidos, con un elfo guardián enganchado en una de sus astas. El alce había embestido a los elfos para que no cerraran la puerta y huir con su dueña.
- Tomatito... - dijo con pena - No te puedes venir conmigo... no quiero llevarme nada que me hayan dado aquí, no vayan a pensar que después de todo... soy una aprovechada o interesada... - dijo acariciando su morro - y tú tienes que quedarte aquí con los demás alces, yo no se nada de tu mantenimiento...
El alce se apagó más a ella, con gruñidos guturales de lástima, mientras que dos guardias ayudaban a bajar al que seguía enganchado en su asta.
- Tomatito, claro que te quiero... - dijo abrazandole - Pero no sé que te voy a dar de comer, si hay tomates por ahí...
Ante los llantos y los berreos de su alce mirándola con ojos lastimosos, Zoba bufó alterada. Quería estar con su pequeño Tomate, pero no tendría los medios para cuidarlo como merecía.
Tras los guardias, salió Legolas a paso sigiloso observando la escena. Llevaba en sus brazos una enorme silla de montar que puso en el lomo de Tomatito. Ambos le miraron.
- ¿Tú sabes lo que es un alce con depresión? Todo el día berreando, sin comer, molestando a los otros, ocasionando peleas, no deja dormir, hasta que se muere de inanición. Para eso mejor que se vaya contigo a donde sea.
- Legolas...
- ¿No te llevas equipaje? - dijo atando las correas de la silla.
- No quiero llevarme nada...no quiero que nadie se enfade más conmigo.
Legolas le tendió un pequeño saco.
- Al menos llévate esto. Hay tomates verdes, madurarán en un par de tiempo. Por lo menos que tengas algo para él.
Y mientras él iba a tenderle otro saco con provisiones, pero ella puso la mano en su brazo.
- No, Legolas... te lo agradezco muchísimo, pero no quiero que me des nada. Todo lo que quiera a partir de ahora lo conseguiré yo misma.
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El Hobbit - (Thranduil/Elrond) - "Regalo del cielo" 2ª Parte
FanficContinuación de "Llegada de las estrellas" de Thorin/Thranduil :3 Tras los acontecimientos en Érebor, Zoba elige a Thranduil, el rey de los elfos, por recomendación de Elrond. Ya que Thorin no está y Elrond no podía seguir compitiendo por ella, Gala...