Capítulo 4: Casualidades de la vida

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El lapicero cae en la mesa y el golpe sordo hace que más de la mitad del salón observe en mi dirección y de alguna forma conseguí interrumpir la atención que tenía mientras la directora Tsunade la presentaba a sus nuevos alumnos.

— Quiero que se comporten bien con su nueva docente de Anatomía. ¿Algunas palabras, Izumi?

Mi abdomen está doliendo.

— Espero cumplir sus expectativas como docente. Y de igual manera deseo que tengamos una convivencia agradable.

Su largo cabello castaño discurre por sus hombros, un vestido negro que cae más abajo de sus rodillas, tacos no tan altos y una sonrisa en la que no puedes encontrar titubeo.

Giré con disimulo en busca de Sasuke, y me sorprendí al encontrarme con sus ojos negros en mi dirección. Sonreí algo nerviosa y sorprendida por haberlo encontrado mirándome durante mi búsqueda. Él movió su cabeza en mi dirección como si correspondiera. Supongo que no le importa que su cuñada sea la nueva maestra. Realmente a Sasuke no hay algo que le importe. Eso me recuerda que respondió a mi pregunta sobre el enamoramiento con un sí.

¿Quién es esa persona que derritió su corazón hielo?

Pero qué demonios estoy pensando.

Izumi está aquí.

— Hoy prepare un tema para ustedes. No sé por qué siempre lo acostumbran a saltarlo, o verlo incluso como un tema extra —ella se encuentra frente a su computadora, la pantalla ya está siendo proyectada y de foto de escritorio tiene la mano de Itachi sujetada con la suya.

— Puedo ir al baño.

Ella me observa y mire prontamente mi cuaderno.

— Adelante, puedes ir. ¿Cuál es tú nombre?

Sólo cabe mi propio agujero en mis ansias de escapar.

— Sakura.

— Puedes ir, Sakura.

Salgo del salón a pasos apresurados, seguro Naruto se burlará después porque dirá que me dio diarrea, pero ahora eso es lo de menos. Cerré el cubículo y saqué mi celular. Marque rápidamente el número de Itachi.

Buzón de voz.

¿Cómo se puede conseguir que todos los sentimientos desaparezcan?

Remordimiento

Suena hipócrita viniendo de una persona que le han terminado más de cuatro veces y ha hecho todo lo que le es permitido para mantener la.......¿Relación?

Pero cuando ves a tu contrincante de frente en una batalla de la que ni siquiera tiene idea te conviertes en una cobarde.

Mis pies se mueven con lentitud uno tras otro acompañando a Ino en la segunda vuelta trotando a la pista que nos dejó Gai uno de nuestros docentes de educación física

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Mis pies se mueven con lentitud uno tras otro acompañando a Ino en la segunda vuelta trotando a la pista que nos dejó Gai uno de nuestros docentes de educación física.

Espinas (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora