Cachorro

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Cuando Toben llegó casa, Renjun estaba recostado mirando televisión mientras abrazaba su manta preferida. El pequeño estaba todavía adolorido por la reciente cirugía a la que tuvo que ser intervenido a causa de las muelas del juicio ¡realmente había sido un calvario para él! Y el pobre Renjunnie tuvo que sentarse en una silla de odontólogo por tres horas para que le quitaran la muela que le daba terrible dolor de cabeza y de la que por supuesto, Papi tomó cartas en el asunto llevando a Renjun al médico tan pronto su bebé le dijo al morder un caramelo "¡Papi, me duele mi boquita!"

Renjun regreso a casa con la boca llena de algodones, gasas y su peluche favorito entre los brazos, sujeto del cinturón de seguridad en el asiento del copiloto. El doctor dijo que nada de dulces por al menos una semana y Renjun quería soltarse a llorar en ese preciso instante, con todavía la anestesia en su sistema haciéndolo sentir torpe y pesado.

En realidad dijo que nada de sólidos en general pero para Renjun eso significaba sopa de pollo con fideos por una semana entera y sería muy, muy triste para su existir. Al menos tendría jugo de manzana y mucho helado de limón ¡eso si que era fantástico!

Apenas llegaron a casa, Jaemin se aseguro de llevarlo en brazos y con mucho cuidado depositarlo en la cama. Le dijeron que Renjun no debía exponerse al frío debido a la anestesia y se aseguro de taparlo muy bien para mantenerlo calentito y tranquilo. Le colocó las almohadas como indicó el doctor y lleno de besos en las mejillas hinchadas que tan adorable le hacían ver. Jaemin se ocupó de todo; desde llevar a su habitación los peluches de Renjun y sus mantas preferidas hasta dejar listo el sofá cama en la habitación para dormir juntos como todos los días, sin riesgo de lastimar a su pedacito de cielo.

Quizás estaba exagerando pero la culpa la tenía el dentista por salir de la intervención con la bata cubierta de sangre y con un adolorido Renjun que sollozaba en la silla. Al hombre casi se le sale el corazón de ver la escena mientras el dentista muy tranquilo expedía una receta con analgésicos e antiinflamatorios.

El primer día Renjun durmió sin interrupciones y Jaemin se dedicó a vigilar su sueño, leyendo con la lámpara de noche en el buró mientras descansaba en lo que sería su cama por los próximos tres días. Al despertar el pequeño estaba hambriento y su Nana le preparó con mucho amor su sopita, ayudando Jaemin al menor con hacer más ameno el rato a Renjun y funcionó, porque apenas vio el popote sonrió detrás de sus manitas, avergonzado por su apariencia en ese momento.

Le contó un cuento, recostados en la cama rodeados de almohadas y con la luz baja hasta que Renjun se quedó dormido presa de los analgésicos sobre el hombro de Papi.

Al tercer día, Renjun podía levantarse sin problema alguno de la cama y no necesito ayuda de Papi para limpiarse la herida suturada que ya comenzaba a sanar, aunque Jaemin no le permitió hacerlo solo y se mantuvo en la puerta del baño por si algo ocurría. Tomaron una larga ducha juntos y Renjun, con menos gasas dentro de la boca, intentó de verdad hablar con Papi pero se terminaba riendo a carcajadas de escucharse a sí mismo.

Esa misma noche, mientras le secaba el cabello, Renjun pidió ver una película de "cachoditoth" y buscaron en el catálogo virtual una película que fuera del agrado del pequeño. Renjun estaba tan radiante, con los ojitos brillantes y Jaemin se decidió mentalmente en llevarle un peludito compañero a su bebé la próxima tarde. Había sido muy valiente y merecía una recompensa.

Así que llamo a Seulgi y la mujer le anuncio contenta que había cachorritos en la clínica listos para ser adoptados después de quedar huérfanos al nacer. Jaemin tomó las llaves y una chaqueta para salir a la clínica veterinaria de su amiga de la Universidad en busca del nuevo amigo de Renjun.

Le puso un collar azul cielo con un moño de tela en la parte posterior y lo escondió entre su chaqueta, llevando con cuidado en su pecho al animalito hasta la habitación donde Renjun miraba la televisión abrazado a una suave manta con dibujos de nubes.

-¿Mi cielo? –Jaemin se asoma por la puerta, manteniendo al cachorro lejos de la vista del menor. -¿Cómo te sientes?

Renjun lo recibe con una gran sonrisa y las manitas extendidas. -¡Mejor! Nana me dijo que descanse de los algodones un ratito... -el chico se masajea con cuidado las mejillas. –me duele mi carita...

-Mi pequeño... -Jaemin sonríe con tristeza. –Ya falta menos, lo estás haciendo muy bien.

Renjun asiente con los ojos cerrados. -¿Vas a volver a salir, Papi?

-Nop. –Jaemin acuna al inquieto cachorrito entre sus manos, aún escondido. –Ya no. Fui a buscar un regalo para un pequeño precioso... -Renjun brinca sobre el colchón, todavía sentado con los ojitos brillantes. -¿Sabes quién es?

-¡Soy yo, soy yo! ¡Papi tiene un regalo para mí!

Jaemin se sienta al filo de la cama y Renjun gatea hasta el, curioso. –Debes prometer que vas a cuidarlo y amarlo mucho ¿de acuerdo?

Renjun asiente, contento y extiende ambas manos con los ojos cerrados. Cuando los abre, un pequeño cachorrito color café oscuro y con el pelo esponjoso los sostiene con cuidado y sin poder esperar más, lo abraza contra su mejilla, hundiendo los dedos en el suave pelaje.

-¡Es hermoso, Papi! –y sobre sus rodillas, se aproxima hasta Jaemin para abrazarlo aun manteniendo al cachorro en un mano. -¡Gracias, gracias, gracias!

Y Jaemin se ríe, abrazando a su bebé y recibiendo muchos "besos de cachorrito" de esos labios rosas que tanto le encantan, mientras el pequeño frota su nariz con ternura contra su mejilla.


🐶💖🍭

Helloooooo 😽
Hoy solo será un capítulo, esta vez en serio solo será uno jajajaja
Espero les guste uwu
Gracias por leer 💖💖💖💖

Daddy's Little Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora