Pastelito

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El dulce sonido de la risa del menor inunda la cocina y hace al corazón de Jaemin latir con fuerza, donde, batidos de betún y con un desastre sobre la barra ambos intentan seguir un tutorial que se reproduce frente a ellos en la pantalla de la computadora portátil.

Incapaz de continuar y hecho ya una maraña de risas y sonrisas brillantes, Jaemin se limpia las manos en la toalla junto al lavabo, mientras su pequeño bate el bol lleno de queso crema y colorante azul pastel, con la lengua asomando curiosa en un costado y las cejas casi juntas producto de la concentración de labor.

"Batimos muy fuerte hasta que se incorpore por completo el colorante a la mezcla y refrigeramos por veinte minutos" explica la linda cocinera del vídeo, batiendo con mucho mas profesionalismo el bol que sujeta, a comparación de Renjun quien de verdad se esfuerza.

Ah, pero esa mezcla aunque se vea muy bonita y profesional, no tiene ni el corazón ni la alegría que le pone Renjunnie... Piensa Jaemin, con media sonrisa en el rostro y una toalla húmeda entre sus manos.

-¡Listo! -exclama triunfante el pelirosa, con una gran sonrisa que le cierra los ojitos. --¡Pruébala, Papi! -y extiende a Jaemin la pala de madera cubierta de betún azul.

El mayor abre la boca obediente, recibiendo en su boca la pala. El betún es dulce, suave y se siente bien en el paladar, por lo que no puede evitar soltar un pequeño gemido de complacencia, encantado del sabor. -Wah, Renjunnie es todo un pequeño repostero, eh. -felicita, tocando la nariz del menor que se encoge al tacto sonrojado. -Ahora, al refrigerador.

Jaemin abre la puerta para Renjun, quien deja el tazón dentro del refrigerador y aplaude para si mismo y su buen trabajo de repostería. ¡Donghyuck seguro estaría encantado de probar sus pastelitos! Serán un regalo fabuloso para su fiesta de té.

-Papi. -llama, mirando hacía arriba al pelinegro. -¿Cuánto falta para que estén listos?

Jaemin mira el reloj en su muñeca. -Quince minutos para que salgan del horno, mi cielo. -revuelve con cariño su cabello, robando una sonrisita de Renjun. -Puedes irme a esperar en la ducha mientras tanto, yo cuidaré de tus pastelitos especiales. ¿De acuerdo?

Renjun asiente efusivamente con su cabecita, desatando el delantal de su cintura para correr pequeños pasitos por la casa hasta el baño del segundo piso, ese que tiene una amplia bañera y qur tanto le gusta compartir con Papi.

Mientras tanto, Jaemin toma asiento y un respiro de tan ajetreado día en la mesa del comedor. Apenas recibió la invitación, Renjun no dejó de insistir que tenía que llevar algo especial, lo llevo al supermercado y escogió a su gusto todos los ingredientes necesarios además de ina bolsa de bombones pequeños, como los que le tira a la cocoa, alegando que son los favoritos de su amigo Hyuck. Desde temprano Renjun lo arrastró de la mano a su eufórica labor y Jaemin, no podía estar mas contento de pasar a su lado gratos momentos.

Eo horno anuncia que finalmente que el tiempo ha terminado y con mucho cuidado y guantes de cocina, Jaemin saca la charola para dejar los cupcakes sobre una tabla de madera a esperar a que se enfríen. Estaban listos: esponjosos, suaves y redonditos. Renjun definitivamente estaría orgulloso de su creación.

-¡Paaaaapi! -Y hablando de Pequeño Rey de Roma, lo llama desde el baño. -¡Apresúrate o llegaremos tarde!

Jaemin tendría un día aún más largo por delante y quizás no podría degustar uno de los cupcakes de Renjun... Pero su pastelito estaba arriba y eso, es todo lo que Jaemin podría pedir.


🍰💖🍰

Aquí el primero de dos uwu
Al ratito el otro ❤
Gracias por leer ❤❤❤❤
Besitos en sus frentecitas 😇💖

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