21* Padres

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— ¡No! — Exclamó Sungmin con ambas manos cubriéndole la boca. Estaba sorprendido. Donghae lo miraba con un brillo bastante peculiar en los ojos, JongHoon incluso intuyó que se sentía orgulloso.

— Sí. 

— Es que es increíble ese hombre. Ojalá pudieran comprarse… Aunque probablemente no me alcanzaría para uno. Qué suertudo eres. — Abultó los labios y luego los llevó a la popote que sobresalía en su enorme copa con malteada de vainilla.

— ¿No crees que sea apresurado?— Cuestionó Kim un poco sorprendido del gran giro que había dado su vida de un momento a otro. 

— Amigo, yo me hubiera mudado Desde la primer noche de tener sexo. — Completo Min haciéndolo rodar los ojos. 

— No temas. — Habló Donghae con tono tranquilizador. — A veces nos asustamos porque no logramos entender cuánto nos quiere una persona o cuánto nos llega a necesitar... Pero yo creo que el doctor Cho es una gran persona, y tú también, no hay razón por la que debas dudar o escapar de lo que probablemente sea el giro que necesita tu vida para ser feliz. 

Las palabras de Hae mantuvieron atentos los ojos de los dos chicos. Sungmin sonrió con ternura. Ternura de la que también se inundó JongHoon. 

Tal vez sí. 

Kyuhyun no vivía con nadie más en una casa enorme. Su chófer iba muy de vez en cuando, el jardinero también y la mujer que cocinaba estaba sólo de lunes a viernes y se quedaba poco tiempo, y aunque fueran horas, dudaba que Cho platicara con ella. 

Entonces, llegaba un momento en el que se necesitaba la compañía de alguien. No sólo para una noche o para ir al teatro. Por algo Kyuhyun se preocupaba por él, en muchos aspectos. 

Lo necesitaba, tal y como había dicho Donghae. 

Y si Cho Kyuhyun lo necesitaba, Kim JongHoon no iba a dejarlo. 

Además no quería hacerlo, estaban enamorados, se lo habían confesado y (en múltiples veces) demostrado.

— Es la primera vez que estoy de acuerdo con Donghae. 

— Yo también. — Finalizó Kim.

•×•×•×•×

— ¿Entonces ya no va a volver? 

— Dijo que hasta el próximo año. 

— Entonces ya no va a volver. Qué bueno. — Masculló Kyuhyun malvado y travieso. JongHoon se removió sobre el césped del jardín para verlo y pellizcarle la piel del abdomen. 

— ¡Ay!

— Oye grosero, Jiyong es mi amigo desde los dieciocho. — Reclamó el pelinegro. Jiyong sólo se había tenido que ir de viaje un tiempo, se los había contado a Min y Hae también. 

— Disculpa.

JongHoon se quedó atento a Kyuhyun. El castaño estaba acostado a su lado, sobre el césped, con la cabeza sobre uno de sus brazos mientras con el otro rodeaba a Jong. El pelinegro siguió pensando en todo lo que podía conocer de Kyuhyun ahora. 

— ¿Y tus padres, Kyu? 

— Murieron. — Contestó a secas. 

— ¿De verdad jamás tuviste hermanos?

— No… Tuve una hermana. Pero si la ví cinco veces en mi vida fue mucho. — Kyu mantuvo la mirada fija en el cielo sobre ellos, con tonos azules y los rayos del sol pegando en luces naranjas sobre las nubes. 

— ¿Dónde está ahora? 

— En Viena, con su esposo. — JongHoon no necesitaba más para poder determinar que entre ambos no existía una buena relación, y al final, decidió que no preguntaría más.  

Kim... Me Gustas ~• {KyuSung} EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora