Kim... Me Gustas ~• {KyuSung} EN EDICIÓN

20* Sumiso

Kyuhyun dejó a JongHoon sobre la cama, se sonrieron y el castaño desató el cinturón del contrario, prosiguió con el botón y cierre de su pantalón, para luego arrastrarlo sobre sus piernas hasta quitárselo por completo.

El realce de la parte frontal en sus boxers hizo reír ansiado al castaño.

Pero lo bueno llevaba su tiempo, ¿Cierto?

Cho sonrió con picardía mientras se encargaba de quitarle la camisa a Kim. Éste suspiraba con cada roce de dedos sobre su piel. JongHoon estaba envuelto en una aura de puro deseo. Temblando bajo la calidez del cuerpo de Kyuhyun.

Cuando por fin se quedó completamente desnudo ante la mirada de Kyu, éste dejó un beso casto sobre sus labios.

- Kim... Volteate. - Dijo fuerte, enronquecido por la pasión del momento. El pelinegro lo hizo, quedando con el rostro contra el colchón. - Dame tus manos.

Sin dejar sólo a JongHoon con la acción, él mismo guío las manos por detrás de la espalda.

Kim sabía lo que el castaño pretendía, y no le molestaba, sino todo lo contrario; le excitaba sentirse totalmente a la disposición del mayor.

Qué lo tomara como quisiera, pero que lo hiciera.

Ató las manos de Jong con la camiseta oscura, sin llegar a hacerle daño.

Deslizó los boxers grises y los tiró a un lado de la cama.

- Hummm... - Gimió el pelinegro cuando Kyuhyun se colocó encima de él, ejerciendo presión sobre su cuerpo desnudo, sintiendo la dura erección del castaño.

Las fuertes manos se colaron por sus pantorrillas, subieron a su muslos y le separó lentamente las piernas, cargándolas sobre su cintura, posicionándose entre ellas.

- Ya sabés que hacer. - Susurró contra el cuello de JongHoon, haciendo estremecer su piel.

Jong asintió, sumiso a la situación. Y en pocos segundos, recibió gustosamente los dedos del castaño entre sus labios.

Humedeciendo cada dígito con apasionante lentitud, Kyuhyun sintió que explotaría en ese instante, al verlo tan... Sumiso.

Retiró los dedos de su boca cuando estaban lo suficientemente mojados.

Kyuhyun no tardó mucho en preparar a Kim para recibirlo.

Se incorporó, quedó sentado entré sus piernas, teniendo aún éstas sobre sus caderas.
Con una mano tomó el cabello oscuro de la nuca del más joven, con la otra, guío su miembro lentamente.

JongHoon gimió de manera aguda, aferró los dedos al amarre de sus manos y gimió contra el colchón cuando la primera embestida se presentó.

Una mezcla entre placer y dolor se apoderó de cada centímetro en su cuerpo.

La segunda lo hizo jadear y, a la tercera, su cabeza se despegó del colchón cuando Cho tiró de su cabello hacia atrás.

Siseó los dientes y se enterró a sí mismo las uñas mientras Kyuhyun comenzaba a golpear su interior incesantemente. Lo oía gemir, ronco y él lo acompañaba con quejas y súplicas que ni el mismo podía articular por el fuego del momento.

Kyuhyun apretó uno de sus glúteos y luego lo azotó con ligereza. Gimió, sorprendido, excitado, colocando los ojos en blanco y entreabriendo sus labios hinchados para dejar escapar todo ese maravilloso sentir a cada glorioso vaivén.

Estaba cerca, Kyuhyun sabía en qué punto hacerlo enloquecer y como hacerlo. Quiso llorar cuando el nudo de colosal excitación viajó como un escalofrío, se guardo en calor sobre su vientre y estalló en sus genitales a la par que Cho seguía moviéndose.