2* Trabajo pesado

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Día tras día. JongHoon caía rendido después que el doctor Cho le diera permiso de irse… Ya tenía una semana que por fin había terminado de pasar todos los archivos a la computadora.
Al parecer el jefe estaba en un asunto de verdad importante con el gobierno. Sonaba interesante, pero lejos de todo lo que había podido leer, no podía hacerlo con nada que no se le autorizara. Era un poco aburrido desde su perspectiva.

Se acomodó de la mejor manera que había podido para dormir, estaba cansado, llevaba días sin dormir del todo bien. 

Un pestañeo, un bostezo; y su celular empezó a sonar.

— ¡Noooo! — Mascullo con el rostro contra la almohada. 

El sonido de la llamada siguió mientras se debatía entre contestar o no… Observó la pantalla.
Era un número desconocido el que lo llamaba, aún así, aceptó hablar. 

— ¿Hola?— Contestó antes de bostezar.

— Kim, ¿Ya estás en tu casa? — El tono firme con el que la voz del doctor Cho atravesó sus oídos lo hizo querer morir en ese mismo instante. 

— Sí, doctor.

— Necesito que me traigas los documentos que te dí hoy en la mañana, es urgente.— Dijo por último, escuchó el fin de la llamada. Puso los ojos en blanco mientras maldecía una y mil veces a Cho Kyuhyun y a todo su árbol genealógico.

¿Estaba loco? Eran casi las doce de las noche…

….

Jong fue recibido por el mismo Kyuhyun en la puerta de la casa. Él aún traía su traje, parecía tan… Fresco. 

Kim había llegado en pantalones deportivos y tenis, con la expresión que denotaba el peor cansancio de su vida.

— Buenas noches doctor Cho. — Saludó intentando no perder la cabeza en ese momento.

Cho Kyuhyun recibió los documentos con la mirada extrañada, fija en el casi ataque de nervios de su asistente. Se contuvo de echarse a reír cuando miró su suéter colocado al revés, con las costuras del lado visible. 

— ¿Necesita algo más?

— Necesito que estés aquí a las seis y media. Me acompañaras a un sitio muy importante. — Habló con la mirada fija en los pequeños ojos oscuros del chico. 

Se veía tan inocente que Kyuhyun sonrió de lado, pensando en si Kim sería de esa forma en todo momento… En cualquier circunstancia. 

— Claro.

— Bien, ya puedes irte.

— Claro, buenas noches. — Hizo una reverencia antes de darse la media vuelta. Kyu miró el reloj de su muñeca y abrió los ojos como platos. 

— ¡Espera! — Habló lo suficientemente alto para captar la atención del pelinegro. — ¿Te trajo alguien?

— No…

JongHoon vio a Kyuhyun pensarlo unos segundos. Finalmente lo escuchó hablar.

— Te acompaño a tomar un taxi. Estar a estas horas en la calle es peligroso.  — Kyuhyun guardó unas llaves en el bolsillo de su pantalón y cerró detrás de él la puerta. 

Jong creyó que eso era una broma de su desvelado cuerpo, de su cansado cerebro que le jugaba malas bromas. Porque… ¿Cho Kyuhyun se estaba portando amable?

— No se preocupe. Debe estar cansado y… 

— Y me van a echar a mí la culpa si te pasa algo cerca de donde trabajas. Vamos. — Pidió con la voz tranquila. Kim lo siguió. 

Kim... Me Gustas ~• {KyuSung} EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora