Demonio Carmesí de Nueve Colas

Una Fiesta Problemática y Familiares

Habían muchas cosas que Naruto estaba deseando en ese instante, que los Ángeles o lo Caídos lo atraviesen con sus lanzas de luz, o incluso una invasión por parte de Hades solo para enterrarlo en las fosas del Tártaro.

Bien podría ese pozo de desgracia ser mejor de lo que estaba en estos momentos, siendo arrastrado a su lugar de ejecución y humillación eterno.

Y eso que apenas tiene once años.

—Naruto-sama, no es para tanto. —comentó Kagami con una gota de sudor resbalando por su cabeza.

Hoy era el día en que se celebraría el cumpleaños de los mellizos Gremory y por decir menos, Naruto quería que cualquier cosa sucediera para no ir

Él estaba tranquilo de la vida tratando de restaurar la pieza de Peón, y la clave era tratar porque la muy condenada no reaccionaba con nada.

Había algo, una cosa que hacia falta para que funcione, pero no sabía qué necesitaba.

La magia residual de su anterior dueño combinada con la contaminación del Demonio Callejero que la portaba hacía imposible purgar el Peón para tratar de usarlo nuevamente.

Frustrado, el pelirrojo quiso probar algunas cosas con las anotaciones en su libreta sobre los símbolos en el cristal en su cuello.

Lo hubiese hecho si no fuera por Kagami y Grayfia quienes llegaron y le pidieron de la manera más sutil que se preparara para la fiesta que iniciaba en unas pocas horas.

Y por sutil habla que Grayfia creó grilletes de hielo y Kagami se encargó de guiarlo a que se quitara el mugre en su cuerpo y portara una ropa más presentable.

Tuvo que resignarse en acatar las instrucciones para asistir a ese evento que sus padres y hermano mayor elaboraron para él y Rias.

—Sabes que no puedo evitarlo Kagami. —suspiró el pelirrojo. —Es el primer cumpleaños desde que tenía seis al que asisto, te lo había contado antes.

Y no mentía con ello, si bien era cierto que celebraba un poco con su hermano mayor, esa fecha en especial prefirió estar aislado de todos.

Con el tiempo terminó sin importarle mucho, o ese era su pensamiento.

El que ahora deba de asistir a una fiesta dedicada a él y su hermana, donde van a asistir varias personas no es que lo animara mucho a decir verdad.

—Todo va a salir bien, Naruto-sama. —le dijo la Kitsune con una sonrisa para tranquilizar a su Rey. Esta se acercó al pelirrojo para sacudir un poco de polvo en la vestimenta del pelirrojo y acomodaba la corbata que traía. —Solo estaremos un poco de tiempo, si llega a estar muy incómodo nos iremos, ¿De acuerdo?

Naruto le sonrió levemente a la rubia antes de asentir. Kagami dio un paso hacia atrás para admirar por un momento el aspecto del pelirrojo estando satisfecha con lo que veía.

Ambos continuaron su caminar hacia el salón que iba a ser usado para la fiesta, no iba a ser tan grande como otras celebraciones, pero si tendrían diferentes invitados en ella.

Unas Horas Después

Un golpe se escuchó un poco cuando la cabeza de Naruto cayó en la mesa mientra su rostro albergaba una expresión de aburrimiento y frustración mezclados en el.

Al principio cuando la fiesta inició los nervios comenzaron a invadirlo, algo que de hecho dejó sorprendidos a los miembros de su nobleza, ya que eran muy contadas las ocasiones en las que esto sucedía. Principalmente sucedían cuando Grayfia le impartía algún castigo o regaño de su parte.