Presente
Londres, Inglaterra
-Nana, me pasas la azúcar, por favor- pregunto a mi nana María
-Claro cariño
-Gracias- respondo mientras me pasa la azúcar.
Hoy es jueves y odio los jueves, un jueves fue que murió mama, mejor no vago por esos pensamientos. Mi nana se mantiene hablándome sobre sus nuevas recetas, siempre tiene algo que inventar, es la mujer más dulce que conozco, me escuchaba, me aconsejaba, ha estado ahí para mí siempre, en mis momentos más difíciles de debilidad, ha sido comprensible y no me gustaría perderla, ella es muy especial, papa casi no pasa tiempo en casa ya que desde que mama murió se ha encerrado en una burbuja de trabajo, pero sigue siendo el padre cariñoso de siempre solo que un poco cerrado y poco expresivo. La voz de María me saca de mis pensamientos.
-Brittney, José está esperando afuera.
-Claro en un momento voy.
Subo arriba en busca de mi pequeña mochila, tomo el celular y me miro al espejo por última vez;
Una no tan alta chica de largo pelo castaño, labios no tan carnosos, y ojos grises azulados me devuelve la mirada. Me recojo el pelo, pellizco mis mejillas, doy media vuelta y voy bajo.
-Nos vemos luego nana.
-Claro cariño, cuídate.
Salgo de la casa y ahí está José, mi chofer, un viejo muy amable como diría papa, poco cabello, no tan alto y un gran corazón. Tengo un auto pero no me gusta conducir y solo lo utilizo cuando voy de compras o a fiestas, en fin no lo utilizo porque soy muy poco sociable y no soy muy amante de las fiestas. Lo mío es estudiar, leer, ver películas y ayudar a nana con algunas cosas de la casa, no me gusta salir mucho de casa.
-Buenos días José- anuncio mientras me subo al hermoso Audi Q7, mientras él me devuelve el saludo.
Mientras avanzamos a la universidad pienso en papa, ya han pasado dos semanas desde que viajo a Rusia por asuntos de negocio pero lo extraño, hemos charlado como cuatro veces por teléfono pero nuestra conversación no dura más de 10 minutos.
-Señorita Brittney, estamos aquí
-Gracias José, tengo algunas cosas que hacer en la biblioteca, pásame a buscar a las 5 en punto, por favor.
-Si señorita.
Salgo del auto y me encamino a la gran The University of London todavía no me acostumbro a lo grande que es, justo cuando decido ir a mi primera clase escucho mi nombre.
-Brittney!- y ahí está Anabelle, es hermosa: largo pelo rubio, ojos verdes y una gran personalidad, es mi amiga más cercana.
-Anabelle, hola- No soy muy expresiva
-Tú y tu humor de perros, eh, como te trata la vida pequeña Britt?
-Me trata perfectamente y me trataría mejor si dejaras de decirme pequeña Britt- le digo mientras le pellizco la nariz.
-Sí, si, como quieras -dice mientras se aparta- mañana saldremos algunos chicos y yo a una gran fiesta y tu iras.
-No, no iré.-afirmo
-Me has dicho eso cada vez que te lo eh pedido y esta vez no me dirás que no Britnney, te quedaras vieja, en menos de 1 año parecerás de 40, vamos, te gustara, es tiempo de que comiences a comportarte como una mujer ya.
-¿Qué tipo de personas estarán allá?
-Todo tipo de gente, la mayoría alta clase, es solo una fiesta, por Dios, no puedes solo decir si.- a veces me exaspera.
-Bien iré, pero iremos en mi auto.
-Perfecto, estaré en tu casa a las 7:30
-Bien, ahora, ¿me dejas entrar a clases?
-Corrección, entremos clases.
Ella está loca.
Son las 5, ya hice todo lo que tenía que hacer y estoy en el estacionamiento , sola, esperando a José, le dije a las 5 y ya han pasado 15 minutos y estoy parada como idiota en el centro del estacionamiento, demonios, esto nunca pasa. Cuando estoy a punto de marcar el teléfono de José veo el auto acercarse, aleluya, camino hacia el auto y me sorprende que quien sale es papa.
No tengo idea si es por el tiempo que tengo sin verlo o por la sorpresa de que esta aquí que me lanzo hacia donde esta él, y le abrazo, fuerte, uno de esos abrazos de amor, tan profundos que llegan al corazón, lo extrañe, mucho.
-Brittney, pequeña, como estas- dice papa, es un hombre muy guapo, pelo castaño, ojos grises, alto y con una voz grave y esta vez esta tan extrañamente, ¿Qué?, ¿feliz?, suena diferente, más alegre.
-Hmm estoy bien, papa, ¿qué tal tu viaje?- respondo mientras subimos al auto.
- Oh nena, fue un viaje increíble.
-¿Ah sí?, eso parece, hacía tiempo que no te veía así de feliz- su cara cambia y pone una mano en mi rodilla.
-Brittney solo fue un viaje de negocios con buenas ganancias hija, que tal la universidad- ¿está tratando de cambiar el tema?, ¿que estará pasando?
-Todo bien papa, por cierto mañana iré a una fiesta con Anabelle, solo te estoy avisando
-Pero...
-Escucha, papa, necesito salir un poco, estoy muy encerrada, tengo 19 años, estoy creciendo, y un día que salga no creo que vaya a pasarme nada.
-Está bien, pero recuerda que eres lo mejor que me ha pasado, quiero lo mejor para ti y no me gustaría perderte, No te emborraches, eh!.
En el recorrido de camino a casa charlamos sobre su trabajo, la universidad, hablamos como hacía tiempo no lo hacíamos.
Llegamos a casa y subo directo arriba, preparo un baño y me desvisto, enciendo el reproductor, amarro mi cabello en un despeinado moño y entro al baño mientras la voz de Ed Cheeran inunda mis oídos.
''See the flames inside my eyes it burn so bright I wanna feel your love, easy baby maybe i'm a liar but for tonight I wanna felt in love''El resto de mi día me la paso leyendo, bajo a cenar, despido a mi papa y caigo en los brazos de Morfeo.
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Maldito despertador
Me paro a regañadientes de la cama y me ducho, me visto con unos vaqueros jeans un t-shirt y una chaqueta con unas sandalias, no utilizo maquillaje, no me gusta y no estoy de ánimos.
Bajo a desayunar y me fijo que son pasadas de las 9.
Demonios!
Estoy retrasada. Subo corriendo y tomo mi mochila. Salgo de la casa después de despedirme de papa y de María.
-José, vamos rápido, estoy muy retrasada, hoy te llamare cuando salga, no sé a qué hora saldré, tengo algunos trabajos que recoger.
-Sí, señorita
-Bien, gracias.
Llego justo a tiempo a mi primera clase. No hay señales de Anabelle y eso es bueno, seguro se canceló la fiesta.
El tiempo pasa corriendo y sin darme cuenta ya son pasadas de las 4, busco mi celular para llamar a José. Donde estará, reviso mis bolsillos y no está, demonios, debí dejarlo en casa.
Me encamino a una cabina telefónica cerca del estacionamiento, entro en ella y cierro la puerta, cuando estoy a punto de llamar a José, el impacto contra la cabina y la puerta de está abriéndose me hacen cerrar el teléfono.
Un chico, un alto chico, entro a la cabina conmigo.
Demonios!
El pánico empieza a apoderarse de mí, y hace calor, mucho calor, es un espacio muy pequeño para dos personas. El me mira y agarra mis manos, esta sofocado, y está mirando para todos lados menos a mí.
Me retuerzo para que me deje salir pero lo único que consigo es que aumente su agarre en mí. Me está lastimando.
-Suéltame!, ayuda!, maldito demente, me estas lastimando, Suéltame- logro llamar su atención y me sorprende ver unos hermosos ojos azules que llegan a lo más profundo de mi, por un momento los observo y suaviza su agarre, me siento segura, lo miro a los ojos pero su voz me sobresalta cuando dice.
-Cierra la boca, haz tu llamada, ahora- su voz es ronca y autoritaria, hago lo que me dice solo porque quiero salir de esa maldita cabina telefónica, José contesta.
-José, ven a buscarme, rápido, por favor,- me estoy sintiendo sofocada aquí dentro.
-Sí, ¿señorita, se siente bien?
-Solo haz lo que te dije, José-cuelgo eh intento salir pero el chico que tengo casi encima de mi lo impide y con voz creo que coqueta me dice
-Un poco autoritaria, ¿no?- ¿Perdón? ¿Que no estaba como un demonio hace un momento?
-Por favor, déjame salir,- sus ojos me queman por dentro
-Escúchame pequeña niña, nunca me viste y esto nunca paso- me dice mirándome a los ojos con una gran intensidad, se acerca más a mí y me susurra al oído- ¿Entendiste?
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After the Impossible
RomantizmEsta es la historia de Britney Santini, una chica de 19 años, estudiante de negocios e hija de uno de los hombres más poderosos del mundo empresarial. Pero, ¿Podrá un chico callejero ganar el amor de Britney? Querrá Alexander Makewn tener alguna rel...