Me tiro en la cama boca arriba y miro hacia el techo mientras pienso si estaba loca ya que había ido con un chico al que ni siquiera conozco y solo se me su nombre, pero que por alguna razón me siento segura, familiarizada con él, con sus ojos, con su manera de hablar, no lo puedo sacar de mi cabeza.
Mis pensamientos son interrumpidos cuando alguien llama a la puerta.
-Pase.
-Hola, cariño, te escuche llegar pero no fuiste como siempre a saludarme, ¿pasa algo?- dice la voz suave de papa.
-Si papa, estoy bien solo necesitaba ir al baño rápido y no me podía detener pero ya iba a bajar, ¿cómo fue tu día?- le pregunto.
-Muy bueno, cariño, y no olvides, que cuando quieras puedes entrar a la empresa a trabajar conmigo para que vallas aprendiendo como se manejan las cosas- papa, siempre me dice lo mismo, pero solo tengo un año en la universidad, además estoy esperando una licencia de trabajo.
-Si papa, ya me lo has dicho muchas veces, en algún momento entrare a trabajar, no te preocupes, ¿Cómo te fue en tu reunión de esta mañana? Nana me dijo que estuviste en una, ¿no?- papa mira hacia otro lado de la habitación, parece nervioso.
-Me fue perfectamente, pequeña, ¿vamos a cenar?- me pregunta, lo noto muy extraño, bastante.
-No, papa, comí algo con Anabelle y no tengo hambre, además estoy cansada y me gustaría dormir- el asiente- dale a nana buenas noches de mi parte- me levanto y le doy un beso en la mejilla mientras le digo que pase una buena noche, el me devuelve las buenas noches y se marcha de la habitación.
Me dirijo hacia el baño, me desvisto, me tomo una ducha, lavo mis dientes y salgo del baño, voy al vestidor y me coloco un pijama de pantalones largos y una pequeña franela blanca. Recojo mi cabello en un moño y me dirijo a la cama.
Antes de entrar a la cama busco mi teléfono, mientras lo busco en mi cartera veo un CD, el CD que Alex me regalo pero que no acepte y no sé cómo logro ponerlo allí dentro, sonrió, cuando lo saco del porta CD noto unas pequeñas letras azules: "Aquí está mi numero princesita, si no puedes dormir llámame, tal vez te ayude en eso ;)"
Sonrió, sonrió y sonrió, pero jamás lo llamaría.
Digamos que tengo una hora acostada boca arriba en mi cama mirando el número de Alex grabado en mi celular, y que tengo el CD puesto, me relaja bastante, pero no puedo parar de pensar en él, pienso y pienso hasta que caigo en los brazos de Morfeo y sueño con unos bonitos ojos azules.
Siento luz en mi habitación y abro los ojos lentamente, la luz del sol por las ventanas abiertas iluminan mi cara y veo a mi nana mirándome desde un lado de la cama.
-Buenos Días, Britt, creo que has dormido mucho hoy- dice con su voz dulce; miro la hora y me sorprende ver que son las 11:23 AM, no me acostumbro a dormir tanto, creo que fue por la música que dormí tan bien.
- Buenos días nana- le respondo mientras estiro mi cuerpo mañanero.
-Anabelle está abajo, deberías levantarte, tomar una ducha y bajar a desayunar, por lo que me dijo Ana, irán al cine esta noche, ¿no?- ¿al cine? ¿no que tenía una cita hoy?, si se cree que volveré a salir hoy, está muy equivocada. –Britt, ¿sigues durmiendo?- Nana me mira con una dulce sonrisa en la cara.
-No, nana, no estoy durmiendo, bajo en un momento- le digo, a lo que ella sale de la habitación y me deja a solas.
Me paro de la cama, me dirijo al baño, lavo mis dientes, tomo una ducha y voy al vestidor, me visto con unos vaqueros, unas vans, una franela blanca junto a una camisa a cuadros, me sujeto el pelo en una coleta y pellizco mis mejillas.

ESTÁS LEYENDO
After the Impossible
RomanceEsta es la historia de Britney Santini, una chica de 19 años, estudiante de negocios e hija de uno de los hombres más poderosos del mundo empresarial. Pero, ¿Podrá un chico callejero ganar el amor de Britney? Querrá Alexander Makewn tener alguna rel...