Saca una mano de su bolsillo con mi llave, espera, él tiene mi llave, ¿Qué demonios?
-¿Qué?, ¿Cómo las tienes? Regrésamelas- sus ojos me escanean mientras noto que su ceño se frunce.
-Pensé que eras más educada, no te enseñaron en la escuela o en tu casa de ricos que se dice por favor- ya me está empezando a irritar, ¡maldición!
-Bien, me devuelves las llaves, por favor?- respondo entre dientes, se le asoma una sonrisa de lado de esas que matan.
-Claro, pero antes tienes que dar una vuelta conmigo- ¿Qué?
-Ja!, ni en sueños!, dame las malditas llaves y déjame en paz!.
-Bien. No vengas conmigo. Pero ten claro que no te regresare las llaves, y podre hacer lo que quiera con ellas, como por ejemplo, regalárselas a algún loco en la calle y darle la dirección de esta "Hermosa" casa- ¡demonios!, tiene razón, pero y si me secuestra?, no, no lo hará, ¿Qué hago?.
-Está bien, pero antes dame las llaves.
-No, cuando te traiga devuelta te las entrego- bueno, dijo que me traerá devuelta, ¿Dónde me estoy metiendo?
-Está bien, ¿a dónde vamos?- digo mientras él me abre la puerta del pasajero.
-Adelante, princesita- estúpido, eso es lo que es- iremos por ahí, no te preocupes, no tengo intenciones de matarte- dice con un amago de sonrisa mientras cierra la puerta. ¡ESTOY LOCA!! , le da la vuelta al auto, abre la puerta y entra en él, no sé pero por alguna razón todo lo que él hace tiene algo que lo hace ver tan sexy, cuando cierra la puerta me pide que me ponga el cinturón, mandón como él solo.
Mientras avanzamos en silencio por un lugar que nunca eh visto, pregunto:-¿Cómo conseguiste mis llaves y como supiste donde vivo?- me mira, me mira, mira hacia la carretera, vuelve a mirarme, vuelve su mirada a la carretera y finalmente responde.
-Ese no es tu problema- y esta es la gota que derrama el vaso.
-¿Qué ese no es mi problema?, disculpa, ¡pero serás idiota!, estoy en este maldito auto solo por mis malditas llaves y me dices que ¿qué ese no es mi problema?- me mira, vuelve su mirada a la carretera y sonríe, ¿sonríe? ¿Está sonriendo? Lo mato.
-Tranquila, princesita, si tanto te importa una respuesta te la daré- vuelve a sonreír, y yo lo miro como una tonta, claro, sin el darse cuenta ya que tiene su mirada en el camino- ¿tus llaves? Las dejaste en el mostrador cuando devolviste el CD y ¿tu dirección? Encontré a tu amiga comprando unos Cappuccino y le dije que quede contigo pero que olvidaste darme la dirección, le dije que no te dijera nada porque quería sorprenderte, y con mis encantos me dio la dirección, ¿satisfecha?- MATO A ANABELLE, la mato!- oh y toma- abre una pequeña gaveta y saca un CD- aquí están las melodías de Beethoven, me imagino que las querías para algo, si es para dormir y tienes pesadillas, no las veo necesarias, yo podría dormir contigo- dice esto último mientras me guiña un ojo.
¿QUE? ¿Me compro un CD? y ¿ofreció dormir conmigo? Sonrió pero no, no y no.
-No, no quiero ese CD, y tampoco dormir contigo, ni salir contigo, llévame a mi casa, ya!- entramos por un camino ya casi oscuro ya que eran casi las 8 de la noche- ¿adónde me llevas?
-Relájate princesita, uno: tomaras el CD, dos: jamás dormiría con una princesita como tú y tres: no te llevare a casa hasta que comamos algo- nos paramos frente a un pequeño restaurante llamado Red Robín Restaurant- cuando comamos te llevo a casa, princesita, ahora, baja del auto-
Dame paciencia Dios de los Cielos, admito que me dolió un poco lo que dijo sobre que jamás dormiría conmigo pero yo tampoco dormiría con él, porque, ¿Por qué estoy pensando yo en dormir con Alex?- Oye, no tengo todo el tiempo del mundo, ¿quieres bajar del auto de una vez?-me sonrojo, él está parado con la puerta abierta del pasajero esperando que salga y yo como una retrasada mental pensando en dormir con él.

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After the Impossible
RomansaEsta es la historia de Britney Santini, una chica de 19 años, estudiante de negocios e hija de uno de los hombres más poderosos del mundo empresarial. Pero, ¿Podrá un chico callejero ganar el amor de Britney? Querrá Alexander Makewn tener alguna rel...