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—Que sea la ultima vez que hagas ese tipo de cosas Mina.

—Pero joven yo no hice nada.

—Eso te creerá mi mamá pero yo no —la mira— así que desde ahora te digo que tengas mas cuidado con Christopher.

—Si joven —muestra una sonrisa fingida— discúlpame Christopher.

—A mi tus disculpas no me interesan.

—Christopher.

—Zabdiel, ella tiene que disculparse con Cami, no conmigo —se cruza de brazos— y si me disculpan iré a limpiar la mesa —sale de la cocina sin mirar al rubio.

—Cami..

—No se preocupe joven —sonríe— después de todo es una envidiosa.

—¿Envidiosa?

—Lo empujó solo porque lo vio con usted —se alza de hombros.

—Oh... —Zabdiel mira a Mina, solo espera que no le haya dicho nada a su mamá.

—No le dije nada si es eso lo que te importa.

—Bien, por cierto Camila, tú te quedaras, hablaré con mi madre.

—Gracias —le muestra una sonrisa al verlo irse para mirar a Mina— nunca ganarás querida.

—Eso lo veremos estúpida.

Las castaña solo niega con la cabeza, algo le dice que Zabdiel gusta de Christopher aunque tenga novia, es homosexual y sabe que es así.

—Apresúrate  en limpiar, yo preparé los platos.



Con Christopher 

—Lo bueno es que mañana estaré con Erick y..

—¿Quién es Erick? —pregunta Zabdiel a sus espaldas, causando que grite del susto.

—¡Zabdiel! —grita enojado— c-como se te ocurre asustarme así.

—¿Quién es Erick? —vuelve a hacer la misma pregunta.

—Es ...eso que te importa.

—Dime.

—Deja de molestar, estoy limpiando.

—Te recuerdo que estas en mi casa —lo agarra de la cintura— y tienes que obedecerme.

—Yo obedezco a tu madre no a ti —lo empuja, separándose.

—Eres difícil, eso  me gusta.

—A mi que me importa que te guste.

—Esa boquita tiene que aprender cuando estar callado.

—Es mi boca y yo puedo hacer lo que sea con ella.

—Lo que sea...

—Cla...¡eres un pervertido! —lo empuja con el rostro todo sonrojado— idiota.

—Yo no dije nada, mas tu solito diste a pensar —ríe al verlo sonrojarse mas de lo que estaba.

—Ya termine de limpiar, iré a limpiar otra cosa.

—Mi habitación.

—La acabo de limpiar.

—Si subes volverá a estar sucia  —vuelve a acercarse— por cierto, estas cómodo sin nada abajo.

De un rápido movimiento, Christopher se encontraba recostado en la mesa.

—Z-Zabdiel no, tu madre puede venir.

—Mi madre no vendrá hasta que la llamen cuando la comida esté servida.

—Suéltame —siente la mano del rubio en su pierna y como va subiendo— ¡Zabdiel! ¡Ayu...! —una mano calla sus gritos.

—Nada de gritar, te puedo despedir y lo sabes—quita la mano de su boca y con esa empuja la espalda, quedando estampado en la mesa sin poder moverse.

Christopher cierra los ojos al sentirlo apretar su nalga, sus piernas le tiemblan, quiere llorar ahí mismo por la vergüenza que está pasando.

—Zabdiel —susurra— p-por favor.

El rubio lo mira temblar y sabe que la ha  asustado, se aleja con cuidado. Christopher  se reincorpora rápido y sale corriendo a la cocina.

—Mierda lo asuste —mira con vergüenza sus pantalones al notar gran problema que se le había formado.



—¿Qué sucede Christopher? —pregunta la chica con los platos.

—N-Nada —susurra.

—Chris  —se acerca— dime que te sucede.

—Solo me encontré con Zabdiel.

—¿Qué cosa te hizo?

—Te lo contaré otro día, en que quieres que te ayude.

—Me ayudas a colocar la mesa con los platos.

—No quieres que te ayude en otra cosa —no quiere ir al comedor, no quiere encontrarse con Zabdiel.

—¿Porqué? ¿dime que cosa te sucede, acaso paso algo en el comedor con Zabdiel?

—No paso nada —pasa de largo para agarrar algunos platos— llevaré esto ¿si?

—Si, ve.

Cuando Christopher salió, suspiro tranquilo al no ver a Zabdiel ahí. Mas tranquilo se acerca a la mesa y empieza a colocar los platos.

Cuando todo estaba listo, llaman para que bajen a comer.

Noemi bajó, pero Zabdiel no.

—¡Zabdiel! —grita su madre para que baje, pero ni le contesta— que cosa estará haciendo este chiquito— Christopher, puedes traer a mi hijo, yo llamaré a su padre.

Quería negarse, pero después de todo era su trabajo y si lo perdía ya no sabia a donde mas ir.

Con nervios sube a buscar al chico.

—Joven —llama tocando la puerta, pero no le contesta— Zabdiel —no lograba escuchar nada a través de la puerta— seguro debe estar durmiendo.

Con cuidado abre la puerta, entra despacio y se sorprende por lo que ve.

—¡Zabdiel! —grita con las mejillas sonrojadas.











Después de tanto :)

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Aprendiendo a ser un sirviente 『Chrisdiel』TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora