Aprendiendo a ser un sirviente 『Chrisdiel』Terminada

26

Solo pasó un día desde que fue despedido del trabajo y solo por no aceptar lo que su jefe le ofrecía.

No tiene dinero para pagar su departamento, además de que no puede pedirle ayuda a Zabdiel porque siente que está abusando de su amabilidad.

Quiere estar con él.

—Por favor señor.

—Ya te dije que no chico, ve a buscar trabajo en otro lado.

Regresaba a su departamento y ya no ganas le daba de hacerlo.

En eso siente que lo jalan y acorralan en la pared.

Asustado trata de separarse, pero viene otro y sujeta también.

—¡Déjenme, no tengo dinero!

—¿Dinero? pff eso no queremos —ríe uno de ellos para acariciar su mejilla— eres muy lindo para ser hombre.

—¡Suélteme viejo asqueroso!

—¡Suéltalo! —el chico los golpea en la parte de la cabeza, haciendo que los dos caigan inconscientes.

—Patrick.

—¿No te hicieron nada?

—Gracias —lo abraza— no se que hubiera pasado si no llegabas a tiempo.

—¿Pero que haces aquí?

—Buscaba trabajo —susurra— en todo el día ninguno me ha querido recibir y ya no tengo dinero.

—Sabes que aun puedes..

—No, no pienso trabajar ahí.

—No me refiero a eso, puedes aceptar, pero puedes poner tus condiciones.

—No entiendo.

—Si bien vas a bailar, puedes decirle al jefe que solo te dediques a eso y no los clientes.

—¿Crees que me acepte?

—No lo sé, pero puedes intentarlo.

—Puede que tengas razón —susurra— mañana iré a decirle, espero y me acepte.

Ambos chicos se despiden, partiendo cada uno a su hogar.

Christopher solo esperaba que le aceptaran su petición, no quiere decepcionar a su novio.

En el transcurso de ir a su departamento, recibe una llamada de Zabdiel.

—Calma Chris, habla con Calma —suspira y contesta la llamada— amor.

¿Cómo estás bebé? ¿Interrumpo en tu trabajo?

—Estoy bien amor y no interrumpes nada.

No sabes cuando deseo verte

—Yo también..

¿Sucede algo? ¿noto un poco apagada tu voz?

—No es nada.

Mañana te estaré depositando

—Sabes que no es obligatorio amor, no quiero que pienses que me estoy aprovechando.

Nunca lo haría y lo sabes

—Si, te amo mucho Zabdi.

Yo más princesa y cuando estemos juntos vamos a poder hacer lo que queramos.

—No quiero mal pensar eso.

Pues hazlo bebé

—Eres un idiota..

Eso y mucho más si es por ti

Christopher quería decirle que lo habían despedido, pero sabe que Zabdiel está lejos y no quiere preocuparlo.

¿Estás ahí?

—Oh si amor, discúlpame.

Te digo que mañana hablamos, tengo tarea

—No te preocupes, cuídate y muchos besos para ti —cuelga— que puedo hacer, no quiero causarte más problemas.

A la mañana siguiente, el castaño se había presentado temprano al trabajo, solo esperaba a que su jefe viniera.

—Estoy nervioso.

—Estoy seguro que todo saldará bien.

—Gracias Patrick.

—No me lo agradezcas todavía, de verdad quiero que te quedes, no me gusta estar aquí ya que últimamente me he sentido acosado por los clientes.

Solo pasó media hora cuando el jefe entró, mirando a Christopher con una sonrisa.

—Vaya, parece que ya decidiste.

—Espere, yo puedo trabajar en el área de baile.

—¿Baile? dirás también en el área de..

—No, yo solo vengo por el área de baile, no me acostaré con ninguno de los clientes.

—No hay trato.

—Bien, entonces me iré en otro bar donde si me pagan bien solo por bailar y por unos días que he ido ya he conseguido varios clientes —se dirige a la puerta— nos vemos señor.

—Espera, acepto, estarás en el área de baile.

Christopher sonríe.

—Bien.

—Te vestirás con la ropa eróticas y creo que ya lo sabes.

—Si señor.

Cuando logre conseguir otro trabajo digno, podrá irse de este trabajo.