28

1.5K 179 35
                                    

—Maldito celular —susurra el rubio al ver que su celular se había apagado y ni siquiera pudo escuchar lo que le dijo— será mejor que lo ponga a cargar.

Un tanto enojado coloca su celular a cargar y de verdad le intrigaba mucho lo que iba a decir su pequeño novio.

—Tal vez mañana pueda comunicarme contigo.

Se metió a duchar mientras dejaba cargando su celular, últimamente los estudios se volvían más pesados, pero por suerte en su trabajo  le aumentaron el sueldo y aunque sus padre lo ayudan, sabe muy bien que la participación de Gwen era por parte de su padre ya que quería verla con ella.

Con Christopher

—Otro día más —susurra al escuchar su alarma y lo primero que hace es ver su celular por si es que había recibido una llamada por parte de Zabdiel, pero se dio cuenta que no era así— parece que de verdad no le intereso.

Con el ánimo caído entra a ducharse, le dolía su pecho y tenía un nudo en la garganta, quería llorar, dolía saber que Zabdiel lo odiaba, pero era su trabajo y no estaba haciendo nada malo.

—Cuando junte dinero abriré mi propia cafetería y será uno de los mejores, de eso estoy seguro.

Por las mañanas siempre limpiaba su pequeño departamento, pagaba su hospedaje y salía a comprar comida ya que desde que baila, su paga era mayor.

Siempre guardaba unos que cuantos ahorros y eso sabía que más adelante lo iba ayudar.

Ya no contaba con Zabdiel y eso por más que le dolía, no podía quedarse llorando, seguirá adelante  y cumplirá todo lo que se propone.

La mañana siempre pasaba rápido y cuando son las 4 de la tarde, se dispone a ir a su trabajo.

El único con quien podía hablar era con Patrick, siempre lo aconsejaba y todo eso lo apreciaba.

—Hola Patrick.

—Hola Chris —sonríe, pero puede notar lo desanimo que se encontraba— ¿qué pasa? ¿te sientes mal?

—No es nada, solo que ayer no tuve una buena noche, pero no te preocupes.

—El jefe te está esperando.

—Ya voy.

Siempre se preguntaba que traje luciría, era un martirio saberlo y más cuando nota que la prenda cada día más va disminuyendo a tal punto de salir desnudo.

—Jefe.

—Buenas tardes Chris, hoy tendrás dos shows, uno con este traje —muestra uno de marinero, solo que en vez de short, es una falda pegada— y este en el segundo turno —el traje solo contaba con unas orejas, unos pantis con cola— y no te atrevas a negar nada ya que ya sabes lo que pasará.

—Si señor.

Agarra los trajes y sin decir nada más sale para cambiarse.

—Odio esto —mira sus trajes— no se que parezco al lucir esto.

Las seis en punto, Christopher ya estaba vestido, era incomodo y no lo puede negar, pero sabe que es una buena paga.

—Te toca.

—Ya voy.

Suspira y se levanta para salir al escenario.

Una sonrisa que lo caracterizaba y que a varios clientes les encantaba.

Los movimientos que hacía lo excitaban, pero para su mala suerte no podían pedirlo ya que este estaba prohibido.

No se percato que cierta persona se encontraba entre aquellos clientes.

—Vaya, que puta le había salido el novio de Zabdiel —sonríe el padre de este, mirando al chico en el escenario— aunque no esta mal.

Aquellos movimientos era espectaculares, se considera hetero, pero mierda no podía con eso.

—Que pensará mi hijo al saber lo puta que le había salido su ex.

Era la primera vez que acudía a aquellos eventos y pensando que había mujeres lindas, no contaba que también bailaban chicos.

—Veamos.

Saca su celular y empieza a grabarlo. Tal vez pueda pedirlo por unas horas para ver si realmente era bueno en la cama.

Cuando termina, se lo manda a su hijo.

—Esto es un pequeño regalo hijo —sonríe al ver que su hijo lo había leído— vaya putita resultaste.

Se levanta y se dispone a buscar al encargado de aquellos chicos.

Aprendiendo a ser un sirviente 『Chrisdiel』TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora