30

1.5K 177 47
                                    

Después de que el padre de Zabdiel lo haya visto en ese lugar y bailando, le daba vergüenza e incluso se sentía incomodo.

Sabía que no podía faltar al trabajo de la nada y si lo hacía su jefe lo despediría.

No ha podido hablar con Zabdiel y realmente piensa que todo ya terminó. Se alista como siempre  y sale a su trabajo.

Todo era lo mismo, saludaba, se vestía y bailaba, recibiendo como siempre comentarios obscenos de la gente, pero por suerte suya solamente bailaba y no se encargaba de hacer otras cosas como los demás empleados.

Llegó la hora indicada, empezaron a salir todos los empleados, cada uno presentando un diferente número. Cuando llegó su turno empezó a bailar como siempre, pero por alguna extraña razón se sentía intimidado.

Mientras bailaba, daba cada ojeda al público, asustándose de una especial porque tenía un parecido con Zabdiel, no podía ser él ¿verdad? él está en Inglaterra y no le avisó si estaba de regreso o no.

Termina su número y se dispone a cambiarse, pero en eso entra el que menos se esperaba.

—Zabdiel..

—Pensé que no era real.

—¿Cómo?

—Eso no importa, yo de verdad pensé que no era cierto.

—No es lo que piensas, por favor Zabdi, escúchame.

El chico suspira y asiente, necesitan hablar y aclarar todo sin que haya mal entendidos.

—Yo solamente me dedico a bailar, no me acuesto con ninguno de los clientes.

—¿Entonces..

—Mi madre ya no pudo pasarme dinero y tenía que conseguir otro trabajo donde me pagaran más, pero mi jefe me dijo que ganaría mucho si hacía este tipo bailes, más siempre le aclaré que yo no me acostaría con ningún cliente, además ya lo sabías.

—¿Lo sabia? —lo mira confundido— no entiendo de que estás hablando Christopher.

—Esa vez que te llamé y te conté me colgaste, intenté llamarte nuevamente pero tu celular estaba apagado y no insistí.

Zabdiel se le queda viendo.

—Oh no Chris, esa vez que llamaste se acabó la batería y tenía que cargarlo, es por eso que no entraba tu llamada.

—¿Entonces como me encontraste?

—Mi padre me mandó un video tuyo y es por eso que vine a verte, tomé un vuelo en la noche y llegaba hoy.

—Oh..

—Christopher —lo mira— dime por favor que mi padre no te hizo ningún escandalo al verte bailando.

—No lo hizo —desvía la mirada— no te preocupes por eso.

—¿Entonces que te hizo?

—No me hizo nada, por suerte.

—¿Por suerte? que quisiste decir con eso.

—Prométeme por favor no enojarte con lo que te voy a decir.

—No te puedo prometer nada, ahora habla.

—Tu padre cuando me vio quería pasar una noche conmigo.

—¡Que! —grita— pero como, porque él, digo..

—Calma Zabdi, no pasó nada ya que un amigo me ayudó.

—No pensé que mi padre se atrevería a mirar a mi novio.

—N..Novio —lo mira.

—Nunca terminamos —sonríe mientras se acerca al castaño para besarlo.

Los dos se amaban y estaba más que claro.

—Christopher quiero saber cuanto me cobras.

Los dos se separan del beso, uno de ellos enojado por el hecho de escuchar la voz que los interrumpió.

—Zabdi..

—Es mi padre —susurra—.

Se acerca a la puerta y la abre, encontrándose con su progenitor.

—H..Hijo.

—Hola padre, tanto tiempo —forma una sonrisa forzada— ¿me extrañaste?

—¿Por qué no nos avisaste sobre tu regreso?

—Quería que fuera sorpresa —susurra entre-dientes.

—Hijo.

—No me hables padre, no puedo creer todo lo que hiciste.

—Él es una puta y se ofrece a los clientes.

—No lo hace, él solo baila y no se acuesta con nadie, no malinterpretes las cosas padre.

Zabdiel ya estaba cansado de esto.

Aprendiendo a ser un sirviente 『Chrisdiel』TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora