Aprendiendo a ser un sirviente 『Chrisdiel』Terminada

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—¡Oriana! ¡Richard! —grita avergonzado al ver a sus dos amigos.

—¡Que hacen aquí! —grita el rubio, cubriéndose con las sabanas.

—Solo queríamos visitar —ríe el moreno— pero no sabíamos que estaban haciendo esas cosas.

Christopher abraza con fuerza al rubio, cubriendo su rostro en el cuello, tiene mucha vergüenza.

—Sabia que eras gay —ríe la chica— tienes todo mi apoyo.

—Quiero que borres lo que has estado grabando, Oriana.

—Esto es lo mas puro que tengo —mira indignada a Zabdiel— nunca borraré esta belleza.

—Le diré a Joel y su mamá.

—Dile, no me importa.

Zabdiel abrazaba al castaño, mientras miraba a los dos chicos.

—Retírense que nos vamos a cambiar.

—Los esperamos abajo.

Cuando Richard y Oriana se fueron, Christopher empuja a Zabdiel.

—¡Todo es tu culpa! —grita avergonzado el chico— yo no quería hacerlo.

—¿Enserio? —ríe y agarra al mas bajo de la cintura— yo noté que te gustaba mucho.

—Claro que no.

El castaño se encontraba nervioso, Zabdiel se estaba acomodando entre sus piernas y eso solo significaba una cosa.

—Ah —gime y se arquea al sentir como el rubio se va introduciendo en su interior— Z-Zabdiel  basta, hay gente abajo mgh.

—No me importa —se acerca a su cuello y muerde con fuerza, dejándole una marca.

Gemía ante las fuertes embestidas que recibía y por mas que quería callar sus gritos, no podía, completamente desnudo ante los ojos de su jefe, si sus padres lo vieran así y seguro y le quitan el apellido, aunque mas su padre que su madre.

Abajo, en la sala se encontraban Richard y Oriana, escuchando con claridad los gemidos de Christopher.

—Ese Zabdiel es un salvaje —sonríe.

—¿Estas feliz porque tu shipp se hizo real?

—Obviamente, aunque todavía faltan Joel y Erick.

—Nunca te cansarás de unirlo ¿cierto?

—Claro que no, yo se que Riki no es la pareja de mi primito, en cambio Erick si lo es.

—Ya me imagino que le harás al pobre de Erick.

—Lo que haremos.

—¿Haremos? —lo mira.

—Si, tú y yo los juntaremos.

—Erick nos odiará.

—Pero después nos amará —ríe— anda confía en mi, yo se que ellos dos al final terminaran amándose, aunque quiero ver algo con Christopher.

—¿Qué pasó con él?

—No te gustaría unírtele y cogértelo con Zabdiel.

—¡Oriana! —grita.

—Ya ya, perdón.

Los dos ríen.

—Siento la demora —susurra el castaño.

—Descuida Chris, se que fue por una buena causa —piensa en Zabdiel— complacer a algo tan grande debe ser difícil.

—¡Oriana!

—¿Dónde está Zabdiel?

—Aquí estoy.

—Si que te pasaste con mi  amiguito.

—¡Zabdiel! 

Todos se quedan mirando como esa chica se abalanza contra Zabdiel, besándolo.

—¡Quien eres! —grita Oriana con amargura— arruinas mi shipp.

—Soy su novia.

—¡QUE! —Oriana empuja a la chica— acá la pareja de Zabdiel es el pasivo de Christopher  —señala a su amigo— tú no eres nada al lado de él.

Oriana y Gwen se miraban a señal de muerte.

Christopher miraba preocupado a ambas chicas, no quería que ninguna se empezaran a golpear.

—Princesa —susurra el rubio, acercándose al mas bajo.

—No te me acerques, puto —se aleja y se coloca al lado de Richard, evitando el contacto visual con su jefe.