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En guardia

J u n i o

La segunda semana de Junio, Kim Heechul dijo que haría servicio comunitario tiñendo a todas las almas en desgracia a quienes se les vieran las raíces o a los que simplemente tenían ganas de aflojar la corbata y cambiar su estilo.

Yoochun les había conseguido tintes y los había pasado furtivamente sobre la barda del Reformatorio, siempre dispuesto a colaborar con cualquier cosa que quisieran sus delincuentes favoritos.
Así que esa tarde Heechul abrió su dormitorio (que él llamaba cariñosamente "La tierra del placer" añade-carita-pervertida) a todo público interesado en volver a verse como personas decentes.

Era bastante bueno con los productos de cabello y se encargaba de cuidar de todos para que no acabaran teniendo estropajo en lugar de pelo.

Formados afuera de la habitación, Heechul salió a encontrarse con ellos. Llevaba el pelo negro amarrado en una coleta para que el largo no estorbara, sin embargo su flequillo rozaba sus ojos.
Usaba una camiseta blanca, y guantes transparentes en las manos.

Los repasó detenidamente hasta señalar a Donghae.

- Tú primero. Me niego a seguir viéndote las raíces negras, y Yoochun me trajo un rubio perfecto para ti, Fishy.- 

Así que lo tomó de la mano y lanzó dentro de su habitación, hacia una silla.
Siwon y Hangeng estaban adentro, jugando ajedrez en la cama del chino, ambos muy contentos con su color de pelo y sin antojo de teñirse. A ninguno tampoco le importaba que su compañero de dormitorio usara el lugar para pintar el pelo de los miembros.

- Podría estar tatuando y no me dirían nada. Soy la adoración de esos dos.- solía bromear, Heechul.

En realidad todos sabían que Hangeng era muy relajado y no le molestaba realmente nada, Siwon por su parte simplemente no tenía ganas de hacer cabrear a Heechul poniendo negativas. Ese chico era fabuloso y divertido, pero enojado era de verdad una patada en las pelotas.

Así que Donghae dejó que le cubriera el cuerpo con una bata y preparara el tinte que pondría en sus cabellos, que ya habían perdido casi todo el color.

HyukJae y Kibum entraron al dormitorio, a tumbarse en la cama de Siwon y hablar con Donghae mientras le daban tratamiento.
Heechul quería cortar un poco su cabello para devolverle el estilo ya que además pensaba regresarle el color.

- Eres bueno en esto, Heechul.- lo felicitó Kibum, con su acostumbrada falta de honoríficos.

- Obviamente. Soy una persona muy hábil, niños, aprendan un poco de mí.- presumió Heechul.- Cuando salga de aquí voy a ahorrar y compraré un lugar donde poner un salón de belleza. Lo llamaré "Heebum's Palace".-

-¿Quién es "Heebum"?- preguntó HyukJae.

- Heebum es mi gato.-

-¿Y por qué le pondrías el nombre de tu gato?- cuestionó Donghae.

- Pues porque es una lindura y lo amo, obviamente.- respondió Heechul, revoloteando los ojos.- Después de SJ ya no regresaré con la pandilla.-

Mientras dejaba las tijeras a un lado para tomar el tinte que había preparado, Heechul sonrió con un poco de tristeza. Amaba su pandilla, esos chicos fueron su familia, pero era hora de que buscara sus sueños y dejara esa vida.
Quería pasar tiempo con sus hermanas y con su sobrino Baekhyun.

-¿Por qué no? Creía que eso te gustaba.- le dijo Siwon.

- Me gustaba, los Petal's son como de mi familia. Pero pienso relajarme, ser el mejor tío del mundo y compartir mi talento con el cabello.-

⛓Rebelde, Capturado y Graduado || SJ⛓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora