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Padres

O c t u b r e

Septiembre había acabado más rápido de lo que les gustaría y pronto arrancaron la hoja del calendario, dando inicio a un nuevo mes. Cada vez estaban más cerca de la ansiada graduación y los planes de los miembros empezaban a ser dichos en alto.

Henry había comenzado a fastidiar a Zhoumi para que le comprará cuerdas de violín, gritando a los cuatro vientos que ese mes cumplía años.
HyukJae había empezado a ponerse nervioso, rascando sus bolsillos para encontrar dinero con qué comprar un regalo a Donghae, pues no quería otro año en que su mejor amigo insinuara que era un tacaño.

Tristemente, ese año tampoco es que Donghae se muriera de ganas por festejar su cumpleaños.

Se había instalado en un apesadumbrado modo zombie del que ni el mejor de los pasteles de Ryeowook había logrado sacarlo.
HyukJae, que estuvo ahí en los momentos difíciles de su amigo había prometido estarlo nuevamente, y se encargaba de llevarlo poco a poco fuera de su letargo.
No es que estuviera teniendo mucho éxito, pero al menos le recordaba siempre que podía, que no estaba solo.

"- No ves la suerte que tienes, Lata de Atún. Tienes un gran mejor amigo... Así que puedes deprimirte todo lo que quieras, yo te cuido. No estás solo, Fishy... Pero por favor, no te quedes así para siempre.-" le dijo a Donghae.

Si Hae no empezaba a recuperar su ánimo, HyukJae perdería la cabeza y acabaría chillando.
Definitivamente eso era algo que nadie quería ver.

...

- Muy bien, Fishy, ¿entras? Apuesto a que tienes un gran juego en esa mano.- dijo Ryeowook con exagerada felicidad.

- Vamos, HaeHae. Pagaré por ver tu juego.- canturreó Siwon, uniéndose a la locura.

Donghae gruñó.

- No vale la pena. No tengo juego.- murmuró exhibiendo su mano sin valor.

Ryeowook y Siwon intercambiaron sendas miradas preocupadas.
Nunca habían visto a Donghae sin juego, el chico era una máquina de póker, en cuanto repartían las cartas empezaba su poderío y no descansaba hasta vaciarles los bolsillos.
Incluso si por mala fortuna el chico no tenía juego, sus dedos ágiles podían cambiar naipes ocultos bajo su manga por los de su mano.

Pero esta ocasión, su amigo no tenía ningún interés en jugar, y sin importar cuánto trataran de animarlo, había perdido su chispa. El póker era su juego y si Lee Donghae ya no sentía pasión por el, les preocupaba que lo hubiera perdido también por las demás cosas que amaba.

- Uh... bueno, podemos jugar otra mano, ¿eso te gustaría, Fishy?- preguntó Ryeowook.

-¿Para qué?- preguntó fastidiado.- En realidad no tengo ganas... Sigan sin mi.-

HyukJae estaba en el dormitorio, demasiado cansado para levantarse. Había encargado a Donghae con Siwon y Ryeowook, quienes estaban convencidos de poder levantar su ánimo.

No les había dado detalles sobre por qué Donghae estaba tan deprimido, ninguno sabía que Im YoonAh estaba embarazada. Lo único que habían logrado adivinar era que la chica había dejado a Hae.

Cuando irrumpió en el dormitorio y se tiró de cara en la cama, HyukJae suspiró y se sacudió el cansancio, poniendo una sonrisa para ir hacia su amigo.
Tenía el cabello azul completamente revuelto y ojeras idénticas a las de Donghae, aún así alguien debía mantener el ánimo.

Era una situación rara, porque Donghae era siempre quien tenía esperanza y la cartera llena de sueños. Le daba pánico pensar que todo dependía ahora de él, Lee Hyukjae, que prefiere usar los puños para relacionarse. Pero si él se dejaba quebrar, todo estaba perdido.

⛓Rebelde, Capturado y Graduado || SJ⛓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora