Bad Boy~ [+18] Yoonmin

Capítulo 11.

Sus manos se colocaron en mi cintura y me apretó más hacia su cuerpo haciendo que soltara un leve gemido. El abrió su boca y le dió paso a su lengua para hacer que jugara con la mía, mientras tanto yo acariciaba su nuca con una de mis manos y la otra posaba sobre su pecho. Se apoyó sobre el escritorio y bajó sus manos hacia mis glúteos. Me exalte un poco pero no me importó, seguí besándolo con intensidad.

Estábamos pasando a segunda base, metió las manos debajo de mi remera y yo hice lo mismo. Pensé que pasaría, que tendríamos sexo allí en el escritorio. En la forma en la que nos besabamos y como nos acariciabamos por todos lados, quería que pasara. Pero justo en aquel momento mi madre tocó la puerta y nos avisó que la comida estaba lista. Me separé rápidamente de él y puse una de mis manos sobre mi frente. Yoongi me miró sonriendo mientras pasaba uno de sus dedos sobre sus labios.

— Déjame admitir que besas muy bien.. demasiado para alguien a quien no le caigo bien. — se volvió acercar hacia mí y yo lo miré con el seño fruncido.

— Ya deja de hacer ésto Yoongi

— ¿Porque?

— Porque si y punto, no se habla más del tema.

— Jimin.. ¿Crees que no me doy cuenta lo nervioso que te pones cuando estoy cerca tuyo? — acarició mi mejilla y yo me quedé sin respiración, apreté mis labios para no decir nada y volvió a acercar su rostro hacia el mío, iba dejar que me besara de vuelta. Tenía que admitir que me había vuelto adicto a sus labios, era algo de no creer. Cuando solo quedaban unos milímetros mi madre volvió a gritarnos desde la cocina.

— ¡Niños! Ya vengan a comer, no quiero tener que subir a buscarlos. — me separé rápidamente de él empujándolo un poco y me dirigí hacia la puerta.

— Ya, vamos o mi mamá vendrá por nosotros. Nunca es bueno cuando pasa eso.

— Está bien, vamos. — bajamos y nos sentamos en la mesa, mi madre en la punta, Yoongi a la derecha y yo al frente de el sobre el lado izquierdo de mi madre. Mi padre esa noche estaba de viaje así que solo estaríamos los tres. Pensé en invitar a Gina a sentarse con nosotros pero se que no se sentiría cómoda, por lo tanto ella comería en la cocina.

— Y bien.. ¿Hace cuánto están saliendo? — me atragante con la comida y miré a mi madre sorprendido ¿De dónde saco eso? Seguro Yoongi se lo dijo, lo fulmine con la mirada y el habló.

— No, señora Park, no salimos. Solo somos amigos o eso creo. — mi madre soltó una pequeña risa mientras seguía comiendo.

— Soy vieja niños, me doy cuenta. Y ambos se ponen nerviosos cuando se ven. — de seguro que estaba rojo como un tomate, sentía como mis mejillas ardían mientras tomaba un poco de agua. No dije nada, solo seguí comiendo y mi madre volvió hablar.— No está mal que aún no lo quieran admitir, es entendible. Pero en algún momento no van a poder ocultarlo más, ninguno de los dos. Por más que aún no se hayan dicho nada, puedo ver más allá de sus ojos y ustedes se gustan.

— Ya mamá, no hace falta hablar de ésto en la mesa. — tomé su mano para indicarle que ya se callara, ella asintió con la cabeza y murmuró.

— Está bien, hijo. Pero sabes que siempre tengo la razón. No te guardes nada, recuerda lo que tu abuelo te decía.

— Si si, me acuerdo y no hace falta que me lo recuerdes siempre. No me gusta hacerlo, así que por favor ya comamos que se enfría.

— Señora Park ¿Puedo saber que era lo que su abuelo le decía?

— No, no puedes. — hablé rápidamente mientras lo miraba con el ceño fruncido.

— Si, si puedes. — mi madre me interrumpió y me miró sonriendo para luego voltear hacia Yoongi. — Su abuelo le decía que llorar y decir sus sentimientos eran cosas de personas débiles y sin valentía. Jimin lo creyó tanto que ahora es difícil que se muestre ante una persona.