Bad Boy~ [+18] Yoonmin

Capítulo 5.

A la mañana siguiente, me levanté rápido, tomé una ducha de agua bien caliente y me peiné como pude. Mi mamá me dijo que en ese colegio no se llevaba uniforme, por lo que agradecí tanto. No aguantaría usar otro feo e incómodo como el de mi anterior escuela. Bajé a la cocina y Gina ya tenía mi desayuno preparado.

— Buenos días mamá, buenos días Gina. —hice una reverencia con la cabeza al igual que Gina, pero ella con todo tu torso.

— Buenos días hijo, desayuna rápido que tengo que llevarte temprano, aparte debemos pasar a buscar a Hoseok para que lleguen juntos. —hice una mueca y luego de tomar un sorbo de mi té, hablé.

— Mamá ¿cuando traerán mi motocicleta?

— No lo sé Jimin, tenemos muchas cosas por hacer con tu padre aún. Lo veremos despues. —frunci un poco mi seño, mi movilidad también era importante.

— Bien, entonces seguro que estarán de acuerdo con que use su auto algunas veces. Debo buscar alguna academia de baile mamá, no puedo estar mucho tiempo sin bailar o sino mis músculos se volverán vagos. —mi madre sonrió de lado y dejó de lado el diario que estaba leyendo, se aclaró la garganta antes de tomar de su té y me miró.

— Jimin, te dejare usar el auto si es que consigues alguna compañía de baile. Por el contrario irás en autobús como las demás personas o caminando si prefieres.

¿Enserio quería hacer eso? Bufé mientras terminaba mi tostada, me levanté y agradecí a Gina por el desayuno, aún no me acostumbraba a tener sirvienta. Tomé mi mochila y me dirigí hacia el auto para esperar a mi madre. Cuando logró decidirse en venir condució hasta la casa de Hoseok, la cual no era tan grande como la de mis padres, pero sin dudas era hermosa. Salió un sonriente chico de pelo naranja, parecía que emanaba felicidad, tanto que no pude evitar sonreír cuando lo vi. Se subió a la parte de atrás del auto y se colocó el cinturón.

— Hola tía, hola Jimin. —me sacudió el hombro con su mano y sonreí.

— Hola.. Hoseok. —es un lindo nombre y le queda bien, ese nombre me huele a sol y por como parece, el lo es. Creo que después de todo sería fácil convivir con él en la escuela. Luego de que mi madre conduciera por unos diez minutos, llegamos. Demonios, si que era grande esa escuela, seguro me perdería por lo menos hasta el primer mes de clases. Aunque cambiarse casi a mitad de año facilitaba las cosas, ya que no sería tanto tiempo.

— Bien, luego pueden volverse caminando o en autobús, yo debo terminar con tus papeles aquí y luego debo ir a trabajar de nuevo. —mientras entrábamos noté que había demasiados alumnos, creo que el doble de los que había en mi anterior escuela. Todos me miraban, creo que extrañados al ver una cara nueva. Pensé en que mi atuendo no sería el apropiado, pero luego de ver los de las demás chicas y chicos, me quedé tranquilo. Llevaba puesto una remera de color azul y un jardinero largo, con botas negras. Cuando entramos a la sala del director mi madre habló sobre lo bien que me iba en la otra ciudad, en qué era un chico sociable y el más popular. Cosas que el director no tenía que saber, pero no me molestaba tampoco.

Salimos de allí y sentí como la campana sonó, agradecí que Hoseok estuviera allí esperándome para guiarme a la primera clase del día. Comenzamos a caminar y yo sin decir nada, miraba hacia todos lados.

— Por suerte tenemos las mismas clases, aunque depende de lo que elijas en algunas.
— Asentí con la cabeza y seguí caminando.

— Bien, ya veré las clases que hay, no quiero una que me lleve mucho tiempo ya que tengo mis clases de danza también.

— ¿Bailas? ¿Que haces? —lo mire parandome y sonreí.

— Contemporáneo, hace años bailo lo mismo. Es algo que me encanta. —el sonrió también y entramos a una de las salas para la primera clase. Cuando entré mis ojos se posaron en una cara conocida, pero no estaba seguro de si era él. Seguí caminando con Hoseok al lado y me indicó donde sentarme, mientras que con la mirada volvía a buscar aquella persona que creía conocer.