Capítulo 12.

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Había estado toda la tarde intentando encontrar el olor de Kyung Soo en Jong In, pero no era fácil si a penas y podía percibir el olor de su pareja y eso que el de éste era fuerte, y lo único que logró tranquilizarlo fue el hecho de que éste lo hubiera besado cuando se lo pidió, aunque incluso ese contacto parecía tan doloroso como si estuviera calvando sus dientes en su marca.

Sí, el tacto de Jong In en él era doloroso pero había evitado decirlo, ¿no se suponía que el ser marcado por otro alfa iba a hacer las cosas más fáciles?, porque no era así, y a veces parecía que luchar contra el rechazo de Min Ho dolía menos, y a pesar de eso no se había detenido, le había pedido que tuvieran sexo cada día, hasta que días atrás ya no lo soportó más ser tocado de esa manera, ¿por qué seguía torturándose con eso?, su destinado dijo que él quería marcarlo, pero no deseaba que lo hiciera, ya no.

¿Por qué su lobo parecía ser el único que no entendía que lo mejor para ellos era Jong In?, quién a pesar de todo levantaba la cabeza cada vez que tenía a Min Ho demasiado cerca, y anhelaba sentir su aroma, pero él no iba a prestarle atención a su omega, ya suficiente daño recibió de ese alfa.

Dios, Taemin sabía que era una locura que siguiera a Jong In cuando éste había salido a cumplir con su turno como centinela, pero le parecía extraño que hubiera estado en la mañana y que en la noche se repitiera, aunque en algunas ocasiones cuando vivía con sus padres también vio a Amber hacer eso, por lo que tampoco era algo imposible de suceder.

Su respiración era irregular y eso que no había corrido, pero últimamente parecía cansarse demasiado rápido, como fue en la mañana cuando Min Ho lo sostuvo, y su tacto no fue doloroso como el hecho que Jong In lo hubiera cargado hasta la habitación que compartían, y ahora su lobo le estaba pidiendo detenerse, aprovechar que "su pareja" no estaba cerca y correr a los brazos de su alfa, al que una vez más estaba ignorando.

Se sostuvo en el tronco de un árbol y respiró profundo, intentando poder ver a Jong In a la distancia y por la obscuridad no estaba siendo tan fácil, frunciendo el ceño cuando su éste no siguió en la línea que se suponía lo llevaba a los límites, sino que terminó girando como si regresara a la manada a las casas, que era el camino más largo para llegar a los límites.

Taemin agradeció haber hecho lo que vio en Min Ho, el llenarse de lodo y hojas para que su aroma no fuera descubierto, aunque hubiera sido más fácil si hubiera podido cambiar, sentía que era menos asqueroso que estuviera en su pelaje que en su ropa, pero su lobo se resistía a salir, llevaba días sin poder cambiar y seguía callándolo, además de que nadie parecía notarlo tampoco.

Quisiera poder seguir el rastro de Jong In sin tener que llevar su ritmo, porque de verdad que su respiración estaba siendo difícil de controlar, sin embargo no podía hacerlo porque no sentía su aroma, así como también parecía que su vista estaba siendo afectada, ya que no lograba ver bien durante la obscuridad, algo que un lobo sí podía, y hasta días atrás todavía él lo hacía.

Sus pasos se detuvieron cuando vio una casa, las luces de ésta estaban encendidas, pero lo que llamó su atención fue ver a Jong In acercarse a ella, y luego a un joven que estaba sentado en el porche de ésta, que por la distancia le costaba ver, pero estuvo seguro que su pareja lo besó cuando se inclinó sobre él, ¿quién era?

Sus manos se aferraron al tronco del árbol detrás del que se escondía, oliendo el aire a pesar de saber que era imposible que captara algún olor y, deseando que hubiera un poco más de luz, quizás de esa manera podía reconocer con quién Jong In estaba, y cuando no pudo hacerlo cambió de objetivo, intentando mirando la casa con detenimiento si sabía a quién pertenecía también descubriría con quién su pareja estaba.

—Es Kyung Soo.

Taemin dio un pequeño saltito al escuchar la voz profunda a su espalda, y casi creyendo que era su imaginación si no fuera porque podía sentirlo demasiado cerca, girándose lentamente para comprobarlo a pesar de la luz, ni siquiera lo escuchó llegar, haciéndolo sentirse algo preocupado, porque parecía que eso ya no sólo estaba tratándose de su olfato, o vista, sino también de su oído, ¿qué sería lo siguiente?

Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora