Un nuevo compañero.

Capítulo 5.

Taemin no era el mejor besando, y eso le gustó tanto a Min Ho como su lobo, porque la inexperiencia del chico lo llevó a pensar que tal vez era al único que había besado, recordando como el chico a penas y rozó sus labios el día que él lo había rechazado, haciendo que su lobo se sintiera más posesivo todavía con ese omega, no dejaría que nadie más que él lo tocase.

Que los lobos por lo general tuvieran un único compañero de vida no significaba que también había tenido una única pareja sexual, había quienes incluso vivían juntos antes de que su destinado apareciera, y en mutuo acuerdo se terminaban alejando porque los lazos estaban rotos ya que nunca fueron realmente fuertes, sólo fue algo que habían forjado porque no les gustaba la soledad, o también en otros casos, era algo de una noche, nada de importancia.

Min Ho había intentado no mostrarlo, pero había estado molesto cada vez que veía a Jong In corretear cerca de Taemin más cuando su primer celo llegó, y saber que su sobrino pretendía marcar a ese omega como suyo lo hizo sentirse traicionado, aunque fue él mismo quién lo causó, porque él estaba seguro que si no le hubiera dicho a Lee que no eran pareja, éste nunca hubiera aceptado aquella idea que sólo parecía una locura.

Los labios de Taemin se movían tímidos contra los suyo, intentando seguir el beso, haciendo suspirar a su lobo y pedir el control, ser él quien le enseñara a besar a su compañero y cada placer que su cuerpo era capaz de sentir. Mordió el labio inferior del omega pidiéndole acceso a su boca, sintiendo como todo el cuerpo de Lee parecía relajarse.

Su lobo parecía cerca de morir de amor, suspirando y deseando más de aquello que era nuevos para ellos, y lo único que pudo hacer Taemin fue sujetarse de los costados de la camiseta de Min Ho, porque sentía como si su cuerpo hubiera empezado a derretirse frente al calor que estaba sintiendo, pero sin desear detenerse, porque él no quería que su alfa se alejara.

Un débil gemido escapó de sus labios cuando el beso terminó y Taemin sintió como sus mejillas comenzaron a arder porque los ojos de Min Ho estaban sobre él, viéndose obscuros como cuando sabía que el alfa estaba enojado, y haciendo que se sintiera más pequeño, y su lobo pedía por más besos como el que acababa de recibir.

—Ve a tu casa, Taemin —susurró Min Ho inclinándose para poder hablar cerca de su oreja —pasa tu celo ahí.

Su lobo estaba tan dócil a Min Ho, su voz lo atraía e incluso si le pedía que se lanzara de un precipicio parecía dispuesto a obedecer, arrastrando a su parte racional.

—¿Y Jo-Jong In?

—Sólo mantente a salvo, tu celo está cerca —Min Ho se acercó tanto a Taemin que ni una aguja podría pasar entre sus cuerpos —no deberías de estar fuera de casa.

El omega asintió y suspiró cuando volvió a sentir los labios de Min Ho sobre los suyos, sólo que ahora su beso fue menos intenso, pero eso no hizo que su omega no dejara de flotar en una burbuja y que no deseara mostrarle su vientre, y tuvo que obligar a sus piernas a moverse para caminar de regreso a su casa, sintiendo la presencia del alfa cerca como si estuviera asegurándose de que había hecho lo que le dijo y que nada malo le pasó en el camino.

Cuando entró en su casa, Taemin no prestó atención a su alrededor, ni siquiera a su madre que estaba en la cocina preparando la cena, y lo sorprendida que la mujer lucía, no sólo por hasta ese momento darse cuenta que su hijo había salido, sino que éste no sólo olía a sí mismo, sino que llevaba el aroma de Min Ho sobre él, como si estuviera advirtiendo a los otros lobos sobre ese omega siendo su pareja.

Hwan Hee había estado preocupada por Taemin, su hijo lucía triste el último tiempo y ni siquiera salir con Jong In parecía mejorar su humor, y había pensado que algo sucedió con Min Ho, pero ahora estaba confundida si olía a él, y esperaba que eso sólo significara que todo estaba bien, que el alfa estaba cuidándolo, porque a pesar de que el omega no llevara su marca todavía, estaba advirtiendo al resto de la manera que estarían en problemas si lo tocaban ahora que su celo estaba cerca.