Capítulo 8

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—¿Qué sucede? Llamándome tan de pronto, no es típico de ti—se sienta en el sofá negro de su oficina, Akabayashi se sienta a su lado, Shiki esta frente a ellos.

—Mi lindo gatito—lo estruja—tu hermano mayor te ha salvado de las garras del peligro—lo acaricia como a un bebé.

—¿De qué hablas?

—Izaya—la seriedad en la voz de su padre, le alerto—termina tu relación con Heiwajima Shizuo—quedo perplejo, no sabía que decir—¿pensaste que no sabría?

—Ustedes... han estado siguiéndome—apunto decepcionado.

—Bueno, no exactamente siguiéndote—intenso amortiguar—fue algo así como: ¡Oh! Mira, Izaya está muy apegado a ese chico, ¿Qué diablos?

—Akabashi fue el de la idea—dio un sorbo a su vaso.

—¡Traidor! ¡¿Podrías apoyarme un poco Shiki?!

—Tú planteaste el problema.

—¡No es verdad Iza-chan!

—Yo, estoy manejando bien la situación, no hay necesidad de preocuparse por algo así, soy muy cuidadoso—estaba nervioso.

—Ese chico tiene demasiada fuerza, más de la que tú solo podrías lidiar si se vieran envueltos en una pelea por alguna niñería.

—Él no es así, es una buena persona, jamás me haría daño.

—¿No pensabas lo mismo de Ren?

—¡Aprendí de mis errores! ¡Es porque conocí a Ren que mi criterio hacia los demás mejoro! —trato de mantenerse firme.

—Te equivocas, es precisamente, porque lo conociste, que constantemente estoy preocupado de tu modo de juzgar a los demás—el ambiente era algo tenso de pronto, Akabayashi quería evitar que discutieran más.

—No lo dejare—observo como se aferró a la tela de sus pantalones—no quiero—puso su mano sobre la suya.

—Puedo entender que el primer amor es el más difícil siempre—le sonrió—pero no es el único tampoco.

—Yo no quiero salir con nadie más Akabayashi, si no es Shizuo, entonces prefiero morir—el hombre sonrió interiormente al oír las mismas últimas palabras.

—No estamos diciendo que debas salir con otros, solo queremos que esperes un poco, están demasiado apegados que si algo malo sucede, no serán capaces de resolverlo bien—sus palabras eran acertadas, pero el chico no deseaba aceptarlas, no quería separarse de Shizuo, ¿y si no lo volvía a ver jamás? ¿Qué pasaba si se enamoraba de alguien más en el tiempo que se distanciaran?

—Izaya—la voz de su padre resonó como un cañón en su interior, no deseaba escuchar nada más—El amor sincero es para siempre, sin importar tiempos ni distancias. Si de verdad Shizuo te ama, entonces, estarán bien, ¿verdad? —esa mirada llena de confianza no era justa, quería creer en sus palabras, también en Shizuo, pero no creía en el mismo, ese era el principal problema.

—Yo—sintió el apoyo de Akabayashi en su toque—yo—miro de nuevo a su padre—lo hare—susurro.

—Mirame y responde como un hombre—le hablo estricto, Akabayashi le lanzo una mirada molesta.

—Lo hare—trago saliva, mirando a Shiki a los ojos con decisión—terminare con Shizuo.

—Bien—soltó un suspiro—llamalo—le dio su teléfono, te veremos afuera, a partir de mañana, te recogeremos al terminar tus clases y vendrás a trabajar con nosotros—se levantó y tomo a Akabayashi.

—¡Eh! Shiki, yo quiero quedarme—luchaba contra los empujones.

—Dale privacidad—cerro la puerta tras de sí.

Los verdaderos nervios de pronto se apoderaron de él, su estómago había comenzado a doler, no quería hacer la llamada, pero debía, creía en las palabras de Shiki, quería probarle que Shizuo no era el mal muchacho que todos pensaban, marco el número, luego de unos timbrazos, respondió.

—Hola, soy yo, Izaya—su voz temblaba, seguramente Heiwajima lo notaba—sabes, bueno, tengo unos asuntos familiares y—sentía un nudo en la garganta—bien, quizás no—tomo aire como pudo—quizás no podamos vernos un tiempo—hubo unos segundos de silencio, su corazón iba a mil.

—Lo sé—su voz era tranquila—sé que asuntos familiares son, lo comprendo—lo escucho tomar aire—vamos a estar bien, lo sabes ¿no? —Se sintió feliz de esa confianza, porque sabía, que él también la pasaba mal—yo, lo lamento mucho, de verdad.

—¿A qué te refieres? —el nudo en su garganta le impedía hablar pero no llorar.

—Sé que no soy lo suficientemente bueno aun, pero voy a mejorar, no voy a olvidarte, ¿tú lo harás?

—Por supuesto que no, de ninguna manera—comenzó a secar sus lágrimas—yo solo quiero—estaba llorando—¡demonios! Quiero verte, quiero que me abraces.

—Sí, yo también—se escuchaba quebrado—vamos a estar bien, lo prometo, solo, no podremos hacer unas cuantas cosas pero, ¡hey!, no estamos rompiendo en serio, eso no pasara nunca—intentaba sonreír de espaldas a la puerta de su cuarto—¿sabes porque?

—¿Por qué? —se cubrió los ojos para impedir que las lágrimas siguieran escurriendo, fue en vano.

—Porque nos amamos y eso nadie puede cambiarlo—sonrió para darse fuerza, la misma que había transmitido con sus palabras a Izaya.

—Shizuo—su corazón se estrujaba al escuchar su nombre entre los sollozos de su amante—Shizuo—escucho un leve estruendo y su voz un poco más lejos—no me dejes—se deslizo en la puerta, sentado de frente al interior de su cuarto, con lágrimas en los ojos—por favor, no me olvides—se pasó la mano por el cabello y con toda la fuerza de su alma colgó la llamada.

—Perdón—unió su frente a sus rodillas—perdón—sollozo en silencio, sabía de antemano, que las cosas se volverían muy problemáticas.

—¡Shizuo! —un grito ahogado, estaba de rodillas en el suelo, sosteniéndose con sus manos, aferrando sus dedos a la alfombra—lo siento mucho—dejo sus lágrimas perderse entre los cientos de hilos rojos bajo su cuerpo—perdoname.

Rosez: School Days |Shizaya|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora