Su corazón palpitaba nervioso cuando los delgados dedos de Izaya, se resbalaron de entre los suyos, estaba agotado por la escena vivida y el dolor en su frente lo estaba torturando, pero la expresión asustada y llorosa de ese chico, le daba fuerzas para seguir despierto, no quería dejarlo solo, sabía que si no lo abrazaba, se pondría a llorar y a pensar un montón de cosas innecesarias.
Ah, solo quería tenerlo cerca de él.
Las enfermeras le dirigían las palabras, pero no las estaba escuchando en absoluto, ante sus ojos, solo los recuerdos acumulados de Izaya se mostraban, sonrió, deseaba volver a esos días, al primer momento en que lo conoció, no el día en que había olido su cuello por primera vez, sino, cuando lo vio en el jardín de infantes, no corría detrás de su hermano menor para llamar su atención, los niños lo molestaban por no tener un padre, así que él lo había defendido.
Quería decirle que su habito de tomar leche siempre que estaba molesto, era debido a él y su leche mágica de nuez. Quería decirle que ya estaban casados y como desde ese día, había caído enamorado de él.
Izaya no lo recordaba en absoluto, pero el sí. La manera en que le sonrió ese día, jamás la olvidaría, porque gracias a eso, pudo soportar su dificultosa vida.
Sentía el anillo en su dedo anular y el poco calor de Izaya en la palma de su mano aun persistía. Quería tenerlo entre sus brazos, oler esa fragancia dulce de rosas salvajes, escuchar su suave voz diciendo su nombre, no quería dejarlo atrás, quería volver a ese departamento donde se unieron por primera vez, a esa cama tersa, a su hogar.
No quería morir sin decirle que lo amaba.
Una lagrima resbalo por el rabillo de su ojo.
Definitivamente, iba a abrazarlo cuando despertara, porque Izaya estaría culpándose y llorando en ese preciso momento, lo sabía, porque era tan puro que cualquier situación problemática podía dejarle una gran cicatriz, como esa, de la que no podía hablar aun, de las cosas malas que hizo cuando estudiaba en el nivel de secundaria, y que sin embargo, él ya había escuchado de la boca de sus ex compañeros.
—Por mil años más...—la enfermera le puso la mascarilla con anestesia—voy a amarte—sus ojos se cerraron—sin importar que, espérame—susurro y la operación comenzó.
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Rosez: School Days |Shizaya|
FanficProbablemente, ahora que pienso sobre ello más a detalle, el error en nuestra vida fue encontrarnos ese día, debí correr tan lejos de él cuándo tuve la oportunidad, pero, realmente, la curiosidad hacia Heiwajima Shizuo me gano, quizás, era inevitabl...