Capítulo 6

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Cuando abro los ojos, veo la luz del día a través de las cortinas de mi habitación, creo que todo ha sido solo un sueño, aunque cuando recuerdo las palabras de Shizu-chan el corazón se me acelera de nuevo, sabía desde el momento en que lo conocí que era peligroso, provocándome tantas emociones diferentes con solo decir mi nombre, ¿Quién se cree? Devolviendo el color a todo lo que no me importa. 

Sin importar cuanto lo aleje de mí, parece que su presencia ya se ha instalado definitivamente. Lo evitare más a partir del lunes, sí, eso haré. 

Ahora, voy a ducharme y a desayunar. Tan pronto salgo de la cama caigo de rodillas en la alfombra, estoy desnudo y el dolor en mis caderas es insoportable.

—¿Qué ha pasado? —Shizuo cruza la puerta totalmente preocupado, nuestras miradas se unen un momento, entonces recuerdo que estoy desnudo.

—¡Sal! —trato de cubrirme con mis manos, dios, la cara me arde de la vergüenza.

Lo escucho reírse, escucho sus pasos acercarse, abro los ojos, lo miro tan cerca de mí que el corazón me palpita, recuerdo todo lo sucedido anoche, me quiero morir de la vergüenza, ¡joder!

—Sujetate—carga mi cuerpo entre sus brazos, me regresa a la cama y cubre mi desnudez con la sabana—lo siento, fui muy rudo contigo ayer—se recuesta a mi lado, su mano se desliza en mi mejilla—prepare el desayuno—sus oscuros ojos marrones me hipnotizan—si me miras así, voy a comerte otra vez—salgo de mi ensoñación y me cubro la cabeza con las sabanas—oye, no puedo ver tu cara.

—¡De eso se trata! ¡Vete de mi casa! ¡Bestia pervertida! —intenta quitarme las sabanas.

—Ok—siento su peso fuera de la cama por unos minutos, me pongo nervioso.

—¡Shizu-chan! —Grito quitándome las sabanas—¡espera! —Lo veo parado a los pies de la cama—¡tonto! —le arrojo una almohada y se ríe.

—No voy a dejarte nunca, no de nuevo—sube a la cama de nuevo, me acerca a su pecho, tiene una fragancia entre flores y almizcle muy relajante, el recuerdo de mi amorosa madre destella en mi mente.

—¿Lo prometes? —oculto mi cara en su pecho.

—¿El qué?

—Que no te iras, nunca.

—Lo prometo—me abraza—incluso si hay alguien que te gusta o alguien que guste de ti, no podría dejarte en las manos de nadie que no sea yo. Tú eres mío para siempre.

—Eso suena tenebroso—busco su rostro—el único que me gusta eres tu—recorro sus facciones como si fueran un frágil cristal muy extraño—solo tu—lo beso en los labios y él me corresponde.

Bueno, quizás no sea del todo malo relacionarme con este hombre, solo por un tiempo, seguiré su juego pervertido.

Rosez: School Days |Shizaya|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora