Capítulo 12

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Mi vida se ha vuelto un tobogán de colores y emociones, el respirar se ha vuelto mucho más fácil desde que he estado en una relación amorosa con Heiwajima Shizuo, ya tenemos casi seis meses de salir, aunque aún no he podido decirle muchas de las cosas que aun consumen mi corazón, pero, cuando estoy con él, parece como si la maldad de los demás no pudiera tocarme, el tiempo no existe cuando estamos juntos.

Esta vez, lo espero en la azotea de la escuela con Kadota y Shinra, pronto, en cuestión de días, nuestro segundo año terminara glorioso, he planeado contarle acerca de mi madre este fin de semana.

—¡Al fin! ¡El descanso ya casi acaba! —escucho que le dice Shinra cuando sale por la puerta.

—Perdón, el profesor necesitaba ayuda con la otra clase—siento su mirada en mi—tsk—chasquea la lengua y toma siento.

—Shizuo, el cabello de Izaya es realmente suave, como el de una chica, su expresión al dormir es tan linda también—cuenta Shinra.

—Ya veo—le responde casi molesto.

Minutos después, la campana suena.

—¿Vendrás a clase? —me pregunta Dotachin.

—No, quiero dormir más—levanto la cabeza de su pierna para que se retire, Shinra le sigue y sujeto a Shizuo antes de que se pare—los vemos luego. Los chicos se van, nos quedamos solos.

El silencio se hace entre nosotros, quizás está molesto por tener que haberse perdido el almuerzo.

—¿Por qué estas enfadado? —Le pregunto acercándome—deberías dormir un poco, así olvidaras lo que sea que te molesto.

—Ya, como tu durmiendo en el regazo de Kadota—frunce el ceño—o dejando que Shinra te acaricie, ¿así olvido? Como tu olvidas que eres mi novio—se coloca encima mío—dime, ¿te gusta Kadota o Shinra? —Levanta mi camisa—debería marcar tu cuerpo entero para que sepan que eres mío—me estremezco un poco.

—Son mis amigos, es normal el contacto.

—Quizás deba encerrarte en casa, así, solo yo sabría lo lindo que puedes ser—muerde mi cuello—si dejas que alguien más te toque, voy a castigarte—sus ojos brillan como los de un animal salvaje.

—Yo solo quiero a Shizu-chan—lo beso y me besa, se recarga en la malla de metal y me sujeta entre sus brazos, cuando actúa así de lindo, me siento tan amado, tan feliz, que no sé si sea real.

—¿Por qué diablos te pegas tanto a Kadota?

—Porque me gusta—sus brazos se tensan, me rio—me recuerda a un viejo oso de felpa que tenía cuando niño—levanta mi mentón, obligándome a mirarlo.

—Tonto—me da un dulce beso—más te vale que no pase de ser un oso de felpa.

—Te amo—vuelvo a besarlo.

—Te amo más yo—me besa y siento, que nada puede arruinar mi vida jamás.

Nos quedamos abrazados de esa forma, yo sentado encima de él, recargando mí mejilla en su hombro, entrelaza sus manos a la altura de mi cintura baja, estamos tan relajados.

—Me gustaría quedarme así por siempre—si, a mí también—cuéntame algo más sobre ti.

—¿Cómo qué?

—No lo sé, yo te he contado muchas cosas sobre mí, incluso las que odio.

—Mm—quiero que sepa todo de mí, pero a la vez, tengo miedo, ¿y si no le gusta lo que escuche? Si se aleja después de que le diga, no podría soportarlo. Si descubre el tipo de persona que era en secundaria, ¿Qué haría? No quiero averiguarlo.

—Está bien—su mano sostiene la mía—yo no voy a irme nunca—besa mis dedos, quiero confiar en él también, primero lo primero.

—Mi madre—su rostro está atento y tranquilo—mi madre se llamaba Fujioka Yuki, murió cuando cumplí ocho años, fui a vivir con mi verdadero padre y su esposa un poco antes debido a su enfermedad. Ena, la esposa de mi padre, es mi segunda madre, ella nunca me dejo solo y me enseño todo lo que se, es una persona muy amable y la aprecio mucho en verdad, cuando la miro solo puedo pensar en que es un rehén de la familia Orihra—me detengo un poco, lo miro, sigue tan atento como antes—padre, Kaoru Orihara, es un hombre frio, nunca me ha visto como su verdadero hijo debido al odio que me tiene por quitarle a mi mamá. Así que no tenemos una gran relación tampoco. Pero si quiero a mis hermanas, aunque sean muy ruidosas.

—Ya veo—me sonrojo un poco, sus voz es profunda.

—Si tengo un padre—trago saliva, sé que él ya lo conoce por la situación que surgio, pero igual necesito contarle—conozco a Shiki-san desde que era muy pequeño, era amigo de mi mamá, siempre lo he visto como mi verdadero padre, le tenga muy alta estima.

—Gracias por decirme—besa mi frente—gracias por confiar en mí.

Vuelvo a abrazarlo, juego un poco con sus mechones rubios, me recuerdan al cabello de mi amada madre, balanceándose de un lado a otro al compás de sus pasos, cuando íbamos a la playa y ese dorado sol nos cegaba la vista, cxuando me sostenía en sus brazos y me alzaba al cielo.

—La extraño mucho.

—...

—No estaba listo para dejarla ir—mi dolor se atora en mi garganta—quería escuchar su voz cantándome más, realmente quería que se quedara. Me sentí tan solo en ese enorme cuarto, estaba tan solo—me cubro la cara mientras dejo que mis lágrimas salgan.

—Ya está bien—acaricia mi cabeza—mirame—retira gentil mis manos—tú no estás solo, nunca más lo estarás—sonríe tan radiante, mis lágrimas se han detenido—tu ahora me tienes a mí, para siempre, Izaya, te amo y nada ni nadie, puede cambiar ese hecho—me lanzo a sus brazos, si no es Shizuo, no quiero a nadie más, él es todo lo que más amo.

Mamá, ¿estarías de acuerdo en conocer a esta increíble persona?

Rosez: School Days |Shizaya|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora