Rosez: School Days |Shizaya|

Capítulo 14

Esta vez Izaya se ha molestado mucho, le he llamado sin fin de veces, le mande mensajes, fui a su casa todos los días, hasta que sus vecinos pensaron que era un usurero y amenazaron con llamar a la policía. No he recibido contacto suyo desde que le cancele nuestra cita, ahora yo también estoy enojado con él, que me ignore me irrita mucho, pero hoy seguro lo veré. Porque hoy, nuestro último año de preparatoria comienza.

Lo busco en la ceremonia de entrada para los chicos de primer año, no lo puedo encontrar, quizás en el salón. Por suerte o casualidad, los cuatro volvemos a estar en el mismo grupo nuevamente, los asientos se van llenando poco a poco, Kadota y Shinra también están aquí, solo dos lugares vacíos esperan. ¿Dónde diablos esta?

—Tomen asiento de inmediato—el profesor cruza la puerta y dos chicos le siguen detrás, uno de ellos es Izaya, su expresión luce algo sombría, no conozco al otro chico pero actúa todo amigable tomándolo por los hombros, eso me molesta. Se sientan al frente, en ningún momento Izaya voltea a mirarme.

Las clases se ven interrumpidas por el descanso, me levanto de mi lugar, los chicos me han ganado a hablar. Él parece conversar con naturalidad, así que, decido acercarme también.

—Hola—sus ojos se posan en mi—¿puedo hablar contigo? —asiente, nos disponemos a dejar el salón, pero me percato que alguien lo detiene, es ese chico de antes.

—¿Estarás bien? —me molesta esa expresión de preocupación en su cara, como si Izaya le perteneciera.

—Está bien, Ren, volveré pronto—su tono es suave, eso me irrita más, llamándolo por su nombre, actuando tan cercanos. Subimos a la azotea y como de costumbre, esta despejada—lo lamento—la sorpresa me toma—actué de mala manera la última vez que hablamos, si llamaste lamento no haber contestado, olvide el celular en casa.

—Yo también me disculpo, no debí cancelarte de esa manera, también estaba esperando ese día—su mirada se clava en el suelo.

—Lo comprendo, Kasuka es importante para ti—me acerco a él, entrelazo nuestras manos.

—Tú también eres muy importante para mí, haría todo por ti—lo veo dudar, pero se adhiere a mi pecho, puedo sentir que algo no marcha bien, parece que algo le preocupa mucho—¿Dónde estuviste en las vacaciones? —se sobresalta—¿Quién es ese chico de antes? —su agarre se vuelve más fuerte.

—Es doloroso—mi camisa se siente húmeda, sé que está llorando—tenía mucho miedo, me sentí muy solo—lo abrazo más fuerte—Shizu-chan, no quiero hacerte daño, yo no soy bueno. Tengo miedo de no poder quedarme a tu lado.

—¿Izaya? ¿Qué dices? ¿Qué te sucedió? —lo separo de mí, su rostro está envuelto en llanto, parece como si su corazón estuviera roto por completo.

—Todos me abandonan, tú también lo harás, yo no le importo a nadie.

—Eso no es verdad—lo beso con desesperación—yo no voy a dejarte.

—Lo harás, vas a olvidarme, porque yo no valgo nada.

—Calmate, todo va estar bien—le envuelvo en mis brazos—todo estará bien, yo estoy aquí—su llanto aumenta y hunde su cara en mi hombro—estoy aquí, siempre estaré aquí para ti—me siento tan impotente al no poder hacer nada más, si fuera capaz, te haría olvidar todo lo doloroso que cargas en tu corazón.

Luego de un rato, deja de llorar, limpio su cara con el pañuelo de mi bolsillo, nos hemos saltado la siguiente clase, pero no importa, ojala el mundo pudiera detenerse cuando lo tengo entre mis brazos para protegerlo. Sin nadie que lastime a este pequeño y frágil Izaya.

—Shizu-chan—me llama, le aparto unos mechones de la cara—voy a darte esto—se retira uno de sus anillos plateados, nunca lo he visto quitárselos—esto, significa que, bueno, que eres muy importante para mí, no debes quitártelo nunca—me pone el anillo en el dedo anular.