Un auto gris se detuvo frente a él, minutos después de despedir a sus amigos, Ren se colgó a Izaya por los hombros apenas salió del vehículo, este los llevo hasta el edificio de departamentos del pelinegro. La lluvia suave de antes se había convertido en una fuerte tormenta, el cielo estaba tupido de nubes oscuras enormes.
Ren se sentó en la sala.
—Estoy tan feliz de estar de nuevo así contigo, podremos ser como antes y quizás un poco mas—Izaya no se sentó a su lado, trato de parecer firme.
—No te acostumbres, no seremos nada después de hoy—la fría voz cambio el rostro de Ren enseguida—no sé qué te hayas estado imaginando estos años, pero deberías detenerte. Deja de aferrarte a mí, al pasado, a todo lo que sucedió cuando éramos niños y en la secundaria, tú y yo ya no somos nada Ren.
—¡Estas equivocado! Siempre estuvimos juntos, ¿lo olvidaste? ¡Yo fui el único del que dependiste cuando tu madre enfermo! ¡Tú prometiste nunca alejarte!
—Eso también te lo has inventado, yo no te prometí nada jamás, tú me obligaste a quererte, a permanecer a tu lado.
—¡Mentiras! ¡Somos amigos!
—¡Los amigos no temen del otro! —Ren se congelo—por favor, te conseguiré ayuda, doctores especializados, terapias, te ayudare a alejarte de esos yakuzas, pero por favor, ya detente.
—Tú me amas.
—No, yo jamás te he amado, lo que quedaba de nuestra amistad lo destruiste en la secundaria, todo este tiempo, solo trate he tratado de olvidarte.
—¿Quién te metió tanta mierda en la cabeza? —su voz era diferente, tan gélida—¿Quién te lavo el cerebro? ¿Shizuo o Shiki? —la misma voz con que solía ordenarle en el colegio que hiciera cosas malas.
—Olvida eso, solo recordé el pasado tal cual es, lo que hiciste cuando éramos niños y también lo que intentaste hacer cuando estábamos en secundaria—su corazón palpitaba nervioso.
—Fue Shiki, si, ese bastardo entrometido. Me las pagara.
—No te atrevas a interferir con él.
—¿Aun lo consideras tu padre? ¡Despierta de una vez! —Lo arrojó al suelo—¡tú maldito padre biológico me contrato para matarte! El realmente te odia.
—¡Cierra el pico! —Lo empujo sin moverlo un centímetro—¡quita de encima imbécil!
—Él te odia tanto, te odia porque le arrebataste a su mujer—rió de manera enferma—la zorra de tu madre no valía nada—le propino un bofetón sin dudar.
—No te permito hablar de mi madre, no eres nadie para juzgarla—le escupió a la cara.
—Odio ese orgullo arraigado en ti, lo odio—arranco los botones de su camisa—tu debiste amarme a mí.
—¡Para! —Ren sujeto sus muñecas con una mano sobre su cabeza, desnudo su parte inferior con la otra, Izaya estaba temblando, el miedo que sintió cuando niño era el mismo que volvía como un fantasma atormentándolo, era igual de fuerte que Shizuo pero definitivamente no era tan amable como él—Ren, por favor—su voz apenas era audible, estaba asustado.
—¿Dónde está ese orgullo tuyo ahora? —lo penetro enseguida, con fuerza y sin la menor consideración, un hilo de sangre escurrió, manchando la alfombra—nadie va a salvarte, eres mío—lo embistió desesperado.
El mundo a su alrededor se volvía negro entonces, rodeado de gritos, maldiciones, palabras hirientes, caras burlándose de él, un indescriptible dolor recorriendo todo su cuerpo, la oscura soledad con su manta de miedo lo envolvía, lo sujetaba de las manos, de las piernas, no podría huir, no volvería a ver a sus queridos amigos, nadie lo salvaría, estaba solo en ese frió mundo nuevamente
Pero ya lo sabía, no existía nadie capaz de salvarlo, nunca lo hubo.
ESTÁS LEYENDO
Rosez: School Days |Shizaya|
FanficProbablemente, ahora que pienso sobre ello más a detalle, el error en nuestra vida fue encontrarnos ese día, debí correr tan lejos de él cuándo tuve la oportunidad, pero, realmente, la curiosidad hacia Heiwajima Shizuo me gano, quizás, era inevitabl...