Todo Mi Amor Eres Tú [Freddchael] Completada.

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-Michael, enserio lamento mucho lo que dije... solo estaba...- Subió la mirada hacía los contrarios, admirando la incómoda escena.

Freddie se levanto de la cama de manera brusca, mientras que Michael tallaba sus ojos.

-Y-yo... yo solo le hacía compañía... permiso...- Fue lo último que dijo antes de salir del cuarto con rapidez, la vista de la rubia se mantenía clavada mientras salía.

Al estar fuera le fue inevitable no recargarse en la pared de afuera, escuchando con detenimiento lo que pasaría dentro.

-¡Lisa! ¡Regresaste!- Se escuchó la dulce voz del americano

-¡¿Es una maldita broma, Jackson?!- Contestó la chica con gran molestia

-¿Eh? ¿A qué te refieres?- Contestó preocupado

-¡¿Con un hombre, enserio?! ¡¿Y el mismo Freddie Mercury?! ¡Estas loco!- Gritó

Sin duda no era lo que el bigotón esperaba, pero no podía dejar de pensar por más vil que sonará, que se había sacado un gran obstaculo de enzima.

-No se de que estás hablando...- Respondió el contrario a voz baja.

No pasarón ni cinco segundos, pues Lisa salió de la habitación, se le veía con una rabia que ni ella sola aguantaba. Era tan raro verla así, pero no había nada que el pudiera hacer, solo entrar al cuarto de nuevo.

Michael se encontraba aun sentado sobre la cama, con la mirada baja y bien fija hacía un artefacto entre sus manos.

-Michael...- Se sentó a su lado y miro sus manos. Pues lo que tenía ahí era el pequeño anillo dorado de matrimonio de Lisa. Ups... no evito sentir algo de lastima.

-Tranquilo... fue culpa mía...- Contestó a lo bajo para luego comenzar a sollozar -Soy una pareja terrible...-

La escena frente a él lo dejo casi helado, una sensación de culpabilidad lo deboraba por dentro. Pero no dejo que más lágrimas mojaran sus pantalones y lo tomó de ambos hombros acercandolo a él, dandole un tierno abrazo.

El menor un poco sorprendido al principio, no dudo ni un segundo y correspondió aquel abrazo, tomandolo con fuerza por la espalda y hundiendo su rostro en el pecho del contrario.

-Ya, ya... tranquilo, yo creo que aquí la mala pareja fue ella, por no entenderte...- Dijo el mayor mientras acariciaba su cabello

El americano continuo su llanto, su corazón era demasiado frágil y he aquí la demostración. Esto lo quedaría de lección para Mercury.

-Yo creo que eres una persona increíble...-

Michael subió su mirada y le quedó viendo con ambos ojos cristalizados.

-No... eso no es verdad... a ti igual te falle hace muchos años...- Una lágrima recorrió su mejilla -¡Soy una terrible persona!...

-¡No, no, no!- Volvió a abrazarlo al verlo llorar de nuevo -No digas eso, si te odiara no estaría aquí, arrullandote como a un bebé- Rió levemente, intentando relajar el ambiente.

El contrario solto una pequeña risita melancólica. -Ja... es verdad...-

Freddie lo separo suavemente y lo tomó de ambos hombros mirandolo frente a frente -Se que esto es demasiado difícil para ti, pero quiero ver al lindo Michael sonriente de siempre, ¡que esto no te limite!- Le sonrió y poso una mano en su mejilla, limpiando una de sus lágrimas con el pulgar.

Michael sonrió ligeramente, relamiendo su labio como constantemente lo hacía, asintió y bajo su mirada -Está bien... lo intentaré...-

-¡Así se habla! ¡Hey, ya se que te podría animar!- Dijo el britanico con emoción, el contrario solo lo miro esperando con curiosidad a que terminara -Un segundo querido- Giño su ojo y saco de su bolsillo nuevamente su teléfono móvil, marcando claro un número.

-Mmgh.... ¿Si?...- Contestó una voz adormilada.

-¡Bri-Bri! ¡Querido, buenos días!- Dijo el bigotón dulcemente mientras cruzaba sus piernas y miraba al americano de reojo.

-Oh... hola Fredd- Bostezo -¿Qué sucede?...-

-Cambiate y avisa lo mismo al resto ¡Iremos a Disney Land!-

Un brillo paso por los ojos de Michael y una amplia sonrisa imbadió su rostro. Sabía que funcionaría.