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Apenas el británico salió de la sala, Michael simplemente se dejo caer en uno de los sofás a la par de un profundo suspiro, poso una mano en su frente y mantuvo su mirada al suelo.

Mary extrañada y claro, aun con su notable emoción, se acerco timida para luego sentarse a su lado, posando ambas manos en sus rodillas e intentando mirar el rostro del menor a su lado -Emm... no quiero ser entrometida, pero... ¿Te encuentras bien?-

Michael inmediatamente quito la mano de su rostro, para luego mirar a la chica de reojo y con una leve sonrisa -Eh? Ah, si si... Todo bien, solo... amanecí adolorido, creo que dormí chueco o algo así...

La rubia simplemente inflo ambas mejillas, lamentablemente sabía el por que de su dolor -Oh, vale... Me alegro... ¡No de que te duela!... Si no que estes bien de emoción... ugh...- Hablo un tanto nerviosa pasando una mano por su rostro con vergüenza, a lo que solo el menor rió a lo bajo.

-Tranquila- Respondió con una pequeña sonrisa, luego le llevo la mirada un tanto intrigado -¿Hace cuanto conoces a Freddie?-

-Uhhh! Hace mucho, desde antes de que se hiciera famoso-

-¡Wooow! Debes conocerlo muy bien- Respondió el contrario con impresión, cruzando sus piernas y mirando a la rubia con curiosidad -¿Puedo preguntarte algo...?- Agregó pasando una de sus manos por su nuca.

-Por supuesto- Respondió con una serena sonrisa.

-Tú... emm- Bajo la mirada y voz un tanto tímido -¿Sabes algo sobre las parejas de Freddie...?-

-Oh, bueno...- Desvió su mirada -No se si haya tenido alguna recientemente...- Regresó su mirada con una pequeña sonrisa -Pero hay una en especial que si se-

Este se acerco un tanto inseguro escuchando a la chica con total atención -¿Quién...?-

-Yo- Rió a lo bajo -¡Pero tranquilo! Fue hace mucho, mucho tiempo... fue gracias a nuestra relación que el pudo encontrarse a si mismo, después de nuestra romptura nuestra relación fue más haya que un simple noviazgo o una amistad-

-Wow... Que lindo- Sonrió este -Me gustaría tener una amistad así también...-

-Debes tenerla por ahí, solo que aun no lo notas-

Ambos se sonrieron en un agradable silencio, para que luego unos pasos por las escaleras atrajeran sus miradas.

-¡Ya llegué queridos! Lamento la tardanza, no quería salir en fachas- Hablo Freddie arreglando el cuello de su chaqueta de cuero.

-Que elegancia la de Francia, oh lá lá- Rió Mary mientras que se levantaba acercandose de a poco a la entrada de la mansión.

-Lo sé, así que tendremos que ir a un restaurante caro que si no mi vestimenta no valdrá la pena- Se acerco a Michael para luego extender su mano hacía él de forma caballerosa -¿Vamos?-

El contrario simplemente asintió tomando su mano sin gana alguna y caminando a su lado hasta la puerta, la cual el mayor abrió para luego dirigirse a su lujoso auto color plata, abriendo la puerta de copiloto mirando al par, casi para ver cual entraba primero.

Michael miro a Mary, extendiendo su mano hacía el auto -Damas primero, por favor- Sonrió amable.

-¿Seguro?- Preguntaron Freddie y Mary al mismo tiempo.

El menor solo asintió -Iré atrás, no es para tanto- Rió levemente, abriendo por si mismo la puerta y tomando asiento justo en medio.

Finalmente, Freddie dio inicio al trayecto hacía aquel restaurante -Mike ¿Traes tus gafas? Recuerda que puede haber algun paparazzi loco allá fuera- Menciono este mirandolo de reojo por el espejo retrovisor.

Michael simplemente asintió, pues ya se había colocado un par de gafas, un sombrero negro de plato y un cubrebocas del mismo color.

-Wow, eso si es estar preparado- Menciono Mary entre risas, girandose para mirarlo por entre en medio de los asientos.

-Debo estarlo, no quiero derretirme como vampiro en el sol-

-¿Eres alérgico al sol?- Pregunto la rubia con intriga.

-Lamentablemente... es culpa del vitiligo, ya sabes, esa horrible enfermedad que despingmenta la piel- Hablo este mientras se cruzaba de brazos un tanto serio.

-Oh, si he oído sobre ella, lo lamento mucho...-

Freddie en un serio silencio, solamente escuchaba y miraba la conversación de reojo, al igual que Michael, pues sentía extrema preocuoación, su humor estaba demasiado extraño.

Después de un corto trayecto, el británico dio fin estacionandose frente a un lujoso restaurante, en donde un Valet Parking ya esperaba en la entrada.

Los tres bajaron del auto, Freddie por su parte, dejo las llaves sobre las manos del muchacho de uniforme y entrelazo brazos con sus acompañantes, para comenzar a caminar a las puertas del establecimiento.

Al llegar, fueron muy bien atendidos y llevados a una bien decorada y amplia mesa, en la que tomaron asiento.

-Este lugar es bellísimo Freddie- Hablo Mary con una sonrisa mientras que miraba alrededor.

-Si que lo es- Respondió este mirando la decoración de lugar, para luego llevar su mirada a Michael, el cual solamente miraba hacía su plato sin decir ni una sola palabra.

-Mary, querida, ve ordenando, ahora venimos- Agrego el bigotudo para luego levantarse y tomar la mano del americano, llevandolo hacía lo que al parecer eran los baños.

El menor parecía contenerse, pero ya estando dentro alejo su mano bruscamente -¡Dejame Freddie!-

-¡¿Pero qué sucede?! ¡¿He hecho algo mal para que estes así?!- Podía gritar lo que fuera, pues al parecer los baños se encontraban vacíos.

-¡Sí!- Respondió este con enojo -¡¿Por qué no me dijiste que tienes miles de amantes calenturientos esperando por ti?! ¡Me usaste!- Hablo a lo alto casi conteniendo las lágrimas.

-¡¿Qué?!- Respondió este con un sentimiento de culpa, no podía mentirle... pero tampoco sabía como hablarle de la verdad -Michael... todos y cada uno de ellos solo eran distracciones... Tu... eres la medicina para curar todos mis males-

El expresarse le era difícil con tanta presión y los ojos cristalizados del americáno al frente. Pues este no parecía tragarse sus palabras en absoluto, al contrario, parecía más molesto.

Estaba apunto de responder cuando de repente uno de los baños de atrás se abrió.

-¿Por qué ya no dejan mear a uno a gusto?-

Ambos miraron al chico de tez morena y baja estatura.

-¿Prince?.

-¡Hey, Michael! Que sorpresa- Se acerco mientras que el sonido de sus tacones retumbaban en el eco del solitario baño -Y con Freddie Mercury, vaya acompañante, yo tampoco vine solo ¿Sabes?.

-Uh... Tu nunca estas solo Prince... ¿Qué haces aquí en Inglaterra?- Pregunto Michael casi dandole la espalda a Freddie para mirar al moreno amante del morado tras ellos.

-Pues después de los grammys del otro día, quedé con Diana Ross para dar un paseo por aquí- Hablo este mientras que se acercaba al lavamanos para arreglar el cuello de su camisa blanca -¿Y tu qué haces aquí mi amigo?.

-¡¿Diana Ross está aquí?!- Pregunto con total sorpresa y con sus ojos bien abiertos.

-Sí, acabamos de llegar- Lo miro alzando una de sus cejas -¿Quieres saludarla?-

Un brillo paso por los ojos de Michael, el cual asintió y dio la vuelta junto con Prince a la salida de los baños. Sin duda, el karma le había caído a Freddie.

Todo Mi Amor Eres Tú [Freddchael] Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora