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-Agh... ¿Enserio Freddie?... estoy muy cansado... además

Freddie lo interrumpió -¡Anda Bri! Hazlo por mi...- Desvió su mirada y susurró -Llevaré a Michael a dar un paseo...

Brian quedó en silencio por unos segundos pero finalmente suspiro -Bien, bien... nos vemos en la entrada del parque

-¡Ay, te adoro! Ahí nos vemos, chao- Colgó y miro de nuevo al menor con una gran sonrisa -Ya esta, ¡Ve a alistarte, vamos a ver a Mickey!- Rio y se levanto de la cama dirigiendose hacía la salida.

Michael rio también, levantandose de igual modo -Emm... Freddie- Dijo timidamente, haciendo que Freddie parara justo al marco de la puerta.

-¿Sí?- Preguntó el otro mientras lo miraba con curiosidad desde la entrada.

-¿Necesitas ropa?- Preguntó

-¿Ropa?- Se miro de pies para arriba, pues era cierto, aun mantenía la misma vestimenta del día anterior -Oh... No te preocupes querido, puedo ir así- Le sonrió para luego dar la vuelta y seguir su camino.

No continuo más, pues la mano del contrario lo detuvo por su hombro -Insisto, tengo un par de camisas que te quedarían genial- Le sonrió tierno, haciendo que el mayor ya no pudiese negarse, asintiendo y entrando de nuevo al cuarto, ahora cerrando bien al puerta.

-Está bien, muestrame lo que tienes para mí- Rio levemente mientras se sentaba nuevamente en la cama, esta vez, con la vista hacía el gran closet al frente.

Michael asintió y camino hacía el ya mencionado mueble, abriendolo y sacando un par de camisas, la mayoría rojas. Las dejo sobre la cama y poso ambas manos sobre su cintura, mirando a Mercury -Esas son, elige la que más te guste-

-Oh, vale, veamos...- Levantó cada una de las camisas y las miro con detenimiento, mientras tanto, el menor tomó ropa para él comenzando a vestirse.

Freddie ni cuenta se había dado, pues cuando subió su mirada, el contrario terminaba de abrochar sus últimos botones de su roja camisa.

-Demonios Michael, si que eres rápido- Rio, para luego levantarse de la cama ya con su camisa elegida, en este caso una azul.

El americano rio también, mientras se acercaba a un tocador con un gran espejo, sentandose al frente y soltando la coleta de su cabello y obvio, comenzando a arreglarlo. Que lindo se veía así.

-Puedes ir al baño a vestirte- Comentó mientras pasaba ambos dedos indice por sus lagrimales.

Freddie asintió, llendo a aquel cuarto y saliendo ya vestido unos minutos después. Michael se levanto del asiento del tocador e hizo una seña al contrario de que se acercara, este obviamente lo hizo y se sentó ahora él frente al espejo.

-¿Me peinaras?- Rio mientras miraba al menor desde el reflejo del espejo.

-Así es, quieto- Sonrió y paso suavemente su manos por el obscuro cabello del contrario, tomando un poco de gel, peinandolo.

El britanico entrecerro sus ojos, esto le causaba una gran sensación de relajación, sus manos tan cálidas y delicadas lo acurrucaban.

-Ya está- Alejo sus manos y las froto, quitando el gel sobrante.

Freddie abrio sus ojos de brinco y se miro en el espejo -Nada mal, Jackson

-Ya se, ya se- Rio levemente mientras imitaba una pose de superioridad, la cual se veía más diva que nada.

El mayor no evito soltar una carcajada al mirarlo.

-Bueno, ¡Vamos, que se hace tarde!- Se levanto del tocador y camino hacia la salida.

El contrario asintió y lo siguió hacia la puerta, abriendola y dejandolo salir primero.

-¿Iremos con la banda?- Le preguntó este curioso mientras caminaba por el pasillo y se iba colocando un par de gafas obscuras.

-Correcto ¿No hay problema?- Lo miro, mientras ahora el pulsaba los botones del elevador.

El rizado nego con su cabeza y entro al ascensor -¡Para nada! Será todo un gusto volver a verlos después de tanto-

-Solo te aviso que se ven aun más rucos que la última vez- Rio, pulsando nuevamente los botones para que la puerta del ascensor cerrara.

-Naaah, lo dudo- Rio igual, posando ambas manos tras su espalda y balanceandose  adelante y atrás, esperando llegar.

De ahí, ambos salieron del hotel, en donde nuevamente la limusina los aguardaba, al subir esta rápidamente se dirigió al gran parque Disney de la localidad.

Estando ya ahí, Michael abrió la puerta ansioso y miro la entrada del lugar con emoción -¡Freddie, Freddie! ¡Vamos!- Comenzó a dar pequeños brinquitos.

Freddie terminaba de hablar con un par de guardaespaldas que los acompañarían, aunque al ser muy de mañana casi no había gente, pero por si acaso.

Al salir finalmente del transporte el menor tomó su mano y comenzó a correr al lugar, mientras que los guardas corrian tras ellos.

En la entrada, la banda aguardaba, cada uno de ellos llevaba consigo un par de gafas obscuras, pues sus ojeras eran más grandes que el mismo parque tras ellos.

Todo Mi Amor Eres Tú [Freddchael] Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora