Soluciones desesperadas (+18 AMOLAD)

LOOK AT ME. Segunda parte.

Las primeras semanas del año nuevo, fueron un golpe duro para Leonard Jones. A pesar de su entusiasmo, la cuesta de enero llegó con un puñetazo moral tras otro, en forma de cuentas acumuladas que se beberían a grandes tragos sus escasos recursos monetarios. La luz, el agua y el internet eran el menor de sus problemas. Se juntaron recibos de compras que había extendido a tres meses, un préstamo con el banco y hasta una aportación a la iglesia, en la que ni siquiera recordaba haberse dado de alta. Pero su firma estaba ahí, clara como todos los errores en su vida.

Una vez que las cuentas de enero fueron cubiertas, tan sólo algunas mariposas escapaban de la cartera del chico. Se había cansado de enviar currículums. Las escasas respuestas que llegaron, correspondían a trabajos que ni siquiera un animal merecía. Sueldos ridículos a cambio de una labor de esclavo, era algo que no se podía permitir.

—"Prefiero morir de hambre, antes de romperme la espalda por estos mal paridos"— se repetía una y otra vez, descartando opciones hasta quedarse con las manos vacías. El sobre que su padre le había regalado en Navidad ahora se veía más tentador y menos reembolsable, pero a Leo aún le quedaba una pizca de fuerza de voluntad, la suficiente para no abrirlo.

Durante el primer mes, no había sabido nada de aquel chico misterioso con el que cerró gloriosamente el año viejo. A pesar de que dejó varios saludos, la respuesta nuevamente era el frustrante silencio. Pero justo cuando Jones se resignaba a dejar el tema para siempre, una notificación lo abordó por fin. Aquella tarde, Leo descansaba sobre un viejo árbol caído. Observaba el partido de futbol que se organizaba cada miércoles entre los jóvenes de su zona, y aunque nunca le apetecía participar, el descansar y observar le eran más que suficientes. Sin embargo, la interrupción de parte del chico misterioso era bienvenida.

—Lamento la demora en mis respuestas. Comencé el año con demasiado trabajo y la verdad me había olvidado de la página. Deseo que en este 2019 todas tus metas se cumplan y que hayas pasado unas buenas fiestas decembrinas. Te mando un gran abrazo y saludo...—

Jones se golpeó un par de veces la frente con el móvil, mientras sonreía como un tonto. Era casi obvio que el resto del mundo seguía girando, incluso si él permanecía atrapado en ese bucle de desempleo. ¿Cómo era posible que hubiera considerado que aquella persona, misma que no le debía nada, tuviera alguna obligación siquiera de disculparse? Por unos minutos, Leonard se sintió el hombre más estúpido del mundo. Pero ahora tenía de regreso a "D-zz". Era necesario acaparar su atención, por lo que consideró que las palabras directas eran el mejor recurso que tenía

—¡Muchas gracias, me alegra tanto saber de ti! Yo también te deseo feliz año nuevo y éxito en todo lo que emprendas. Y hablando de éxito... ¿encontraste a tu voyerista?—

Leo intentó detener su mensaje, pero era tarde. El gif de una carta despachándose fue tan veloz, que apenas si logró percibir la forma en que el sobre se cerraba, para enseguida arrojar la notificación de "ENVIADO", que le heló la sangre. ¿Cómo se atrevía a preguntar de forma tan atrevida sobre un tema tan íntimo? Ni siquiera estaba seguro de ser capaz de participar en semejante petición. Pero la inteligencia no era algo que brillara en la lista de cualidades de Leonard, probablemente desde que nació. Arrepentido, comenzó a escribir otro mensaje para justificar su estupidez con una disculpa, pero antes de que lo mandara, D-zz se anticipó con una respuesta apresurada.

—No...la verdad aún no he encontrado quién esté interesado...—

—Yo te ayudaría, pero soy algo ignorante al respecto. Exactamente, no sé en qué consiste lo que buscas o esperas—

Por un momento, Jones deseó lanzar el teléfono móvil lo suficientemente lejos, como para asegurarse de que se rompiera en mil pedazos sobre el pavimento. La ansiedad de mantener a esa persona en línea le empujaba a seguir enviando respuestas, pero sentía que, de alguna manera, no se dirigía a otra parte que no fuera a terminar ofreciéndose para la experiencia. Sin embargo, mientras el partido de futbol se terminaba, el corazón de Jones se mantenía acelerado. ¿Acaso no estaba buscando una aventura fugaz? ¿no fue esa la razón por la que ingresó a una página de citas, y por eso mismo envió la pregunta clave al usuario con el que ahora charlaba? ¿no era por su propia curiosidad y necesidad que D-zz continuaba gentilmente la charla?