POV Caroline
Echada en el sofá con mi cabeza en las piernas de Damon, pensaba mientras hacía un rol en mi cabello con mis dedos.
—Tu cabeza está muy caliente de todo lo que piensas—me bromeó, aunque él estaba igual que yo, pensando en la mierda de vida que teníamos.
—Tu padre…Hizo un trato con Klaus, ¿no?—lo miré.
—Sí…Vi el contrato, Klaus le vendió sus acciones. Aunque no sé qué demonios quiere hacer con ellas, ese no es nuestro mercado. Creo que sólo las pidió para joder—rodó sus ojos y sólo pude sonreír.
—Perfecto, así puedo comprárselas más fácil a tu padre—él entrecerró los ojos viéndome.
—¿Qué piensas hacer, Barbie?—lo miré y sonreí de lado.
—Él va a caer por su propia medicina…—sonreí maliciosa pensando en mis planes.
***
POV Damon
Después de atragantarnos de pizza y criticar a famosos, salí de la casa de Caroline y le marqué por teléfono a Elena, pero no me contestaba; así como cinco veces. Fruncí el ceño confundido y fui a su casa. Tenía que hablar con ella, tenía que serle honesto.
Había caído por ella y no debía pasar. Si mi padre se enteraba de Elena, seguro que haría lo que fuera para mandarla lejos, como decía él. Nada impedía que la ecuación fuera despejada.
Llegué a la dirección y toqué, acomodé mi chaqueta mientras esperaba y miré el cielo. Hacía algo de frío ya, se acercaba Diciembre y se empezaba a notar.
La puerta se abrió dejando ver a la morena por la que estaba loco. Sin embargo, no me gustó cómo salía. Su cabello todo despeinado, su nariz roja al igual que sus mejillas y sus ojos algo hinchados. Había estado llorando o tenía un fuerte resfriado.
Cuando iba a abrir mi boca para preguntarle, sólo sentí un fuerte ardor en mi mejilla gracias a su bofetada. Gruñí leve y la miré sorprendido, sus ojos amenazaban con volver a llorar. Diablos, tenía fuerza.
—Lo sabes…—hice una mueca triste.
—¿Que si lo sé? ¡Todo mundo lo sabe! Eres la primera plana del periódico, felicitaciones por tu compromiso, espero tengas una boda grande y un matrimonio feliz. Y vete mucho al diablo—iba a cerrar la puerta en mis narices pero puse mi pie en medio impidiéndolo.
—Espera…Elena, lo siento, debí decírtelo, pero no había mucho que hacer. Tengo que casarme, no tengo opción—dije arrepentido mirándola con tristeza.
—¡Deja de jugar conmigo! Eres un maldito, no debí dejar que te acercaras. Me lo dijeron y yo fui como estúpida a creerte, maldita sea—gritaba enojada, sus lágrimas caían por sus mejillas y sólo quería limpiarlas con mis labios.
—Por favor…Yo nunca jugué contigo, me enamoré de ti, Elena—sentí mi pecho doler al ver la tristeza en sus ojos—Y no debía…Pero no me caso porque quiera, mi padre…—apreté mis labios—No tengo opción. Por favor, tienes que creerme—la miré suplicante y ella negó con la cabeza decepcionada de mí. Una mirada a la que estaba acostumbrado, pero nunca me había dolido tanto como esa vez.
—Dijiste que no me lastimarías—dijo tan bajito que apenas la pude oír e hice una mueca sintiendo mis ojos arder y el nudo en mi garganta—Me prometiste cosas...
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Contrato con satanás.
FanficElla creció entre algodón y oro, en una familia perfecta y teniendo todos sus caprichos con un chasquido de dedos. No conocía el significado de la palabra «esfuerzo». Él creció en una familia disfuncional y pasando hambre a fin de mes, teniendo que...