¿La delincuencia es originada por el estado?

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Jean-Jaques Rousseau, pensaba que los hombres son buenos por naturaleza pero que la sociedad es la encargada de corromperlos. Por otra parte Maquiavelo, decía que el hombre es malo por naturaleza, a menos que le precisen a ser bueno. Dos opiniones que en lo personal son absurdas, ya que se basan en un concepto de naturaleza que no viene en el paquete humano. La concepción del bien y el mal, como se ha estado predicando desde los inicios de la civilización, sabemos que provienen de una tradición que se enseña para ejemplificar entre lo que es ventajoso o perjudicial para una parcialidad o generalidad de cualquier población y tiempo. Se concluye que son constructos sociales que sirven para darle una mejor funcionalidad a un grupo de personas que conviven entre ellos. Lo que nosotros vemos como malo, no necesariamente lo es para los musulmanes y viceversa. La realidad, es que somos seres vivos que interactúan con una cultura que complementara su identidad dentro de un colectivo y que dependiendo a sus experiencias, traumas y frustraciones, llevarán sus inclinaciones hacia uno de los dos bandos. Si tuviera que inclinarme hacia uno, estaría más de acuerdo con Maquiavelo y no porque sea malo, sino porque somos seres biológicos que basan sus prioridades en mayor medida a las necesidades primarias, basándome por ejemplo en la Pirámide de Maslow y esas necesidades para satisfacerlas, a veces el humano reacciona en contra de las normas establecidas (todo esto dejando afuera trastornos severos o enfermedades mentales). Y basándome en lo anterior, me que quedaría con Karl Kraus: "el diablo es optimista, si cree que puede hacer más malo al hombre" o Schopenhauer: "el destino es cruel y la humanidad lamentable".

Hablando en concreto sobre el estado, considero que debe tomarse en cuenta el contexto en que se habla y al mismo tiempo el tipo de gobierno que rige a la sociedad. Poniendo de ejemplo a Latinoamérica, después de la segunda mitad del siglo XX se empezaba a reflejar una revolución de izquierda en contra del capitalismo y así llevando a varios países a dictaduras militares. Esto a su vez, influyó para más revueltas por parte de los ciudadanos más perjudicados por el estado, al mismo tiempo que los gobernantes usaban su poder para cometer más crímenes contra ellos. El estado puede orillar a que sus habitantes tomen decisiones extremas ante imposiciones extremas como las FARC o sin ir más lejos, el EZLN en contra del gobierno del Carlos Salinas y sus políticas. Cuando el estado falla, el pueblo levanta la voz, pero todos estos ejemplos se basan en una colectividad insatisfecha por sus representantes. Podremos no estar de acuerdo con las políticas impuestas por un gobierno, pero es más fácil imponerse cuando más personas comparten ese mismo pensamiento, como legitimar algo personal en la mayoría para reducir la tensión ante una responsabilidad importante. De cualquier forma ninguna decisión del gobierno es ajena a su población. Cual sea, abre una brecha que puede generar algún conflicto y a su vez, al crimen.

En el caso de un particular, considero que se diferencia un poco más.

El ciudadano es consciente de un poder y la mayor parte de sus atribuciones que tiene esa entidad sobre su vida. Si matas, ese poder se encargará de castigarte por no ir en base a sus normas. Para que el estado sea la causa determinante (y eso solo es un decir ya que no puede ser absoluto), debemos fragmentar las otras dos partes: la biológica y la psicológica. Somos seres biopsicosociales y como tal, regimos nuestro comportamiento entre las muchas variantes con las que interactuamos todos los días. Primero vista desde el estado, cuando una política busca encontrar algo más parecido a lo perfecto, es buscar esa sociedad que no se autodestruya. No se concentra en buscar lo positivo, sino en evitar lo negativo y si el fin justifica los medios, llegará un punto de inflexión. En este punto, es cuando entra el ciudadano. Cada uno busca por sus propios medios pero bajo la normativa del estado, la mejor oportunidad que le convenga, sin embargo cuando este estado impide que llegues a ese objetivo, llega un momento de frustración que va a repercutir en su comportamiento. Manifestándose de diferentes modos, el efecto puede provocar un estado negativo que muchas veces expresa con violencia. Se concibe al estado como algo abstracto que simboliza a un poder que reprime las libertades individuales y con el tiempo hasta empieza a culpar de todo al gobierno. Pero todo lo anterior se basa en un gobierno que se concibe como autoritario o como motivo del fracaso personal, tratando de ejemplificar la tensión que existe entre los dos. La cuestión es saber si hay variantes en ello y resulta que sí.

Sabiendo que en todos lados matan y roban, me concentraré en los otros tipos de criminalidad ¿Por qué hay más tiroteos en Estados Unidos? ¿Colombia es sinónimo de cocaína, Medio Oriente de terrorismo y Brasil de asaltos? ¿Rusia por qué odia tanto a los homosexuales? ¿Se debía considerar un delito tener dos hijos en China? Conforme se descubre un poco más de estos países, se descubre que no solo son determinantes las políticas del estado, sino su religión y cultura. Al final, el estado solo es el representante que impone las normativas de las dos anteriores, pero también existe el caso en donde hay fractura entre ellas. No es coincidencia que también entre menor es la economía del país, los crímenes suelen ser más violentos. Sin recursos, no se puede proveer educación ni servicios básicos, y al final se normalizan actos como en países africanos como la ablación en mujeres, robos en plena luz del día en Rio de Janeiro por niños y adolescentes. En el caso de la fragmentación del estado con la cultura, llega la corrupción del poder, ya que al no compartir ideales colectivos, los intereses personales se imponen sobre los demás. Después llega el crimen organizado coludido con los gobernantes y crea una desproporcionada oligarquía que controla el país. Por su parte cuando la religión es muy arraigada, crea crímenes de odio sobre minorías y la mayoría justifica esos crímenes porque a sus ojos, ellos son los que comenten el crimen. Aquí es donde enfatizo lo siguiente: los crímenes son cuestión de percepción. Durante la guerra mundial, incluso era un crimen el no matar a tu adversario, sabiendo que de por sí, matar es un crimen. Depende del contexto y las reglas del juego no son por siempre. Un estado, un estado fallido o la ausencia de uno, determinan lo que hasta ese momento puede considerarse mal, ya sea en contra suya o de una persona. Esto me lleva al tema de Estados Unidos, donde el estado es el que provee las herramientas para defenderse. La segunda enmienda les da derecho a portar armas y eso más el nulo control, resulta en tiroteos. El estado determina el margen de volatilidad criminal. No es lo mismo "no pueden sacar su celular en clase", que "está absolutamente prohibido tener celular en clase, a quien se sorprenda, será expulsado". Entre la primera y la segunda, sabemos donde existe mayor probabilidad de que pase.

Para concluir, es claro que el estado es una pieza más que puede desbalancear al sujeto para cometer un acto delictivo, pero no determinante. Tal vez convierta un líder de una secta en menor medida o a un genocida como Hitler, pero el estado sigue siendo parte de un todo. 

Criminología (Apuntes y tareas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora