La justicia es un concepto que creamos por necesidad, que su existencia es tan vital para la paz entre todos, con connotaciones religiosas como filosóficas y con todo eso, también es imperfecta. Los parámetros de equilibrio entre el delito y la pena continúan pareciendo bastante difusos, y aunque todavía seguimos en el proceso de perfeccionamiento, la justicia sigue siendo la desgracia de nuestros enemigos en muchos casos.
Creemos en la justicia como una fuerza que da equilibrio a las cosas y a nuestros males causados por otras personas, incluso por la misma naturaleza. "No hay mal que dure 100 años", "Al que obra mal, se le pudre el tamal", "pero hay un Dios que todo lo ve", "el karma le llegará". Todo pareciera que debe estar obligado a sufrir las mismas dolencias que uno sufre para que exista la armonía que necesitamos. El equilibrio entre las fuerzas. Tantas canciones que hablan de cómo aquella persona sufrirá por el abandono o traición, películas en donde los malos caen en la cárcel, negacionistas del COVID que después dieron positivo o simplemente matar a alguien. Cada persona dimensiona el daño que le han causado de distinta forma; un narco por simplemente mirarlo feo o un obsesivo por platicar con su novia, pero todas tendrán su propio termómetro de lo que consideren ofensa. Pasamos por la ley del Talión, venganza privada absoluta, venganza publica, torturas, confinamiento, marginación, experimentación, asesinato y de todas las formas que han existido, han tratado de aliviar la angustia, trauma, agonía, enfermedad o la indignación provocada por un hecho criminal. Como no se podía medir con respecto a casos individuales, llegaron las instituciones especializadas para dar los parámetros con respecto a la gravedad. "La gravedad" es una palabra muy importante, porque hasta la fecha actual no es claro lo que podría considerarse grave ante una sociedad ¿Quién determina que la homosexualidad es pena de muerte? ¿Por qué hace unos años el acto de infidelidad era motivo de cárcel? ¿Cuál es la pena más justa que merece alguien que roba un pan por hambre a un violador de niños? Incluso desde el estudio de los diversos textos sagrados de distintas religiones, la justicia juega un papel fundamental en la paz entre sus creyentes, con la diferencia de que Dios es quien sostiene esta balanza y quien hace la valoración entre el crimen y en algunos textos, la pena. En otros casos son las instituciones o representantes de su religión quienes determinan la pena. Lejos del amor que se debe profesar al Dios en cuestión, conceptos como el homicidio o el robo han sido demonizados desde el principio y de ahí, diversos actos como el adulterio pueden o no considerarse ofensa. Las virtudes del ser constantemente se ven rodeadas del equilibrio entre diversas fuerzas para lograr plenitud, mientras los vicios que desencadenan en pecados o malas prácticas y pensamientos resultan en consecuencias perjudiciales. La ética se establece por la moral que rige la pluralidad del pensamiento crítico en ese momento. Al humanizar con el paso de los años las medidas de penalización, también existe la esperanza de ir por el camino correcto, pero estoy seguro de que no viviré para verlo por el estatus de los diversos defectos que mencionaré más adelante, pero mientras no perdamos la costumbre de estar en la búsqueda de la lógica del discurso del pensamiento para un bien general, aún esperanzas.
Como mencioné al principio, la justicia ha servido para aliviar la necesidad de desquite del ofendido contra su agresor, buscando no una solución para atacar el comportamiento del criminal por medio de la rehabilitación, sino que sufra lo que a mí me hizo sufrir. Sus acciones no deben quedar impunes ¿Cómo es posible que dejen libre a un asesino? ¿Cómo permiten que viva ese sujeto que hizo explotar una bomba en el centro? La justicia debe satisfacer a las victimas no solo para encontrar un consuelo en la desgracia de sus agresores, sino que determinará la confianza en el sistema de justicia. Lo que significa que realmente no nos importa buscar las mejores soluciones contra la conducta en sí, ni que el criminal logre una readaptación y reinserción social, sino que su penalización corresponda al sufrimiento causado que en ese momento está padeciendo la víctima. Sabemos que las secuelas provocadas por traumas psicológicos y físicos pueden durar mucho tiempo dependiendo de la gravedad del crimen, el estado emocional y psicológico de la víctima, resiliencia y la voluntad de superarlo. No siempre se puede en totalidad lograr borrarlo, pero de algún modo se logra a vivir con ello. La pregunta sigue en pie ¿Qué busca la justicia ahora? Si le doy la oportunidad a un asesino a través del trabajo, terapia y educación sin necesidad de martirizarlo en absoluto por 3 años y sale totalmente curado garantizando que jamás volverá a cometer un delito ¿eso también sería justo? ¿es justo para la familia de la víctima? Si la intención era buscar un equilibrio se ha conseguido. El criminal no volverá a cometer un mal a la sociedad y ahora es bueno ¿o cómo es ese equilibrio de fuerzas? ¿mal por bien o mal por mal?

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Criminología (Apuntes y tareas)
عشوائيBreves análisis y opinión a temas de interés criminológico.