Capítulo 27

2.3K 110 0
                                    


PEETA

Todo.
Absolutamente todo lo que ha sucedido en estos años ha merecido la pena por el simple hecho de poder sentir sus finos brazos alrededor de mi cuello, mientras me acaricia el cabello; y la abrazo –quizás demasiado fuerte- pero es porque quiero retenerla aquí conmigo para siempre.

-¿Y si no vuelvo a la panadería? –Le susurro mientras junto nuestras frentes.
-Es tu decisión Peeta. Pero…
-No quiero quedarme aquí solo toda la tarde.

Y entonces ella me interrumpe besándome –de nuevo- con delicadeza, y puedo percibir su sonrisa de vez en cuando. Llega a mi cuello, dando pequeños besos haciendo que mil escalofríos me recorran por segundo y yo me pregunto con una sonrisa de idiota si estoy soñando o la Katniss tierna está pasando de verdad otra vez.

-¿Tiene algo que decirme señora Mellark?
-No.

Y se muerde el labio para intentar no reír. Yo no puedo evitar sonreír ante esa imagen de mi esposa. Pero si, he aprendido a conocerla. Se está guardando algo.

-¿Katniss?

Se me acerca en un rápido movimiento y me da un beso casto. Amo cuando se pone así.

-Tenemos hambre.
-¿Tenemos?
-Sí, bueno –Dice nerviosa pero no puede evitar sonreír- Tú también debes tener hambre ¿No?
-Claro… –Es lo único que puedo contestar. Si, tiene algo que decirme.
-Bueno, preparas la cena y vamos al bosque.
-No, no iremos al bosque a estas horas.
-¡¿Pero qué tiene de malo?! –Dice levantando sus brazos y volviéndolos a bajar con exasperación.
-No linda, es tarde.

Me fulmina con la mirada, y cruza los brazos. Ya no abran más besos. Camina hacia la habitación y en las escaleras jira:

-¿Pero que me pasa? Yo iré. Nos vemos Mellark –Y toma camino hacia la puerta. Tardo segundos en recomponerme y recordar que tengo que hacer algo para que no vaya. ¡Es tarde para ir al bosque!

Cuando está a punto de salir por la puerta la tomo en brazos y subo corriendo las escaleras con ella. Solo ríe y se aferra más a mí. Me tiro con ella a la cama.

Busco sus labios para estar seguro de que no está muy enfadada, y por suerte no lo está. Se apartó de mí con una expresión ahogada pero aun así no deje de rodearla con mis brazos.

-Sigo teniendo hambre…
-De acuerdo. Ya regreso.
-Iré al bosque, no me tardo.
-No, no vas a ir.
-¡Entonces vamos los dos!
-No, ya traeré la cena. Comeremos y nos iremos a dormir.
-Si como digas. –Pone los ojos en blanco.
-¿Qué quieres comer?
-Lo que se te dé la gana.

Ahora si está enojada. ¿Pero porque quiere ir al bosque si ya estuvo allí? Además es tarde. Le doy un beso en la frente y salgo de la habitación.

---
-Dios, Katniss… -Suspiro y miro por la ventana que quizás utilizo para irse.

Me siento en la cama y trato de pensar que hacer. Ella quería que fuéramos al bosque ¿Por qué quería que yo fuera? ¿Por qué no se pudo esperar hasta mañana? ¿Por qué estaba tan cariñosa? ¿Por qué estaba tan feliz? Bueno, lo único que me queda por hacer es irla a buscar y que me responda las preguntas que tengo.

¿Dejaran de ser trágicos para ser solo amantes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora