Thunderstorm

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La noche era más que caótica, el cielo se partía gracias a la tormenta eléctrica que dominaba sobre Elmore, al punto que cualquier ruido estruendoso se convertiría en algo insignificante, o eso se suponía, dado que sus llantos de alguna forma superaban los aterradores truenos que se opacaban ante su desgracia. No podía concentrarse siquiera en la amenaza de ser devorados por la oscuridad, lo único que entendía en ese momento, era a su desconsolado ser aferrándose a la almohada contraria, preguntándose por millonésima vez el porqué de las cosas.

Al menos, una parte de sí encontró un consuelo reconfortante en el postre helado, mientras las palmadas de su ahora mejor amiga hacían un ritmo armonioso en su espalda, intentando que sus penas salieran en un intento en vano de consolarlo antes de que el volumen de la televisión llegase a su máximo.

Por más que lo intentaron, las películas quedaron de lado.

«¿Sabes? Tal vez sería más fácil si me hablaras del problema».

Palabras que le parecen absurdas, porque para hablar sobre ello, debería entender a cada parte de su cabeza que se rompía en lo recóndito de sus sentimientos.

«¿Tiene que ver con el cliente de esta mañana?»

El sonido de un trueno inundó la habitación, casi a la par que sus miradas se encontraron, delatando cada detalle de lo que estaba sucediendo. Sabía que para Karen ese rostro no era ningún misterio, porque probablemente, era la misma expresión que colocó las primeras semanas en las que decidieron seguir cada uno en su camino; sus manos, pequeñas y suaves, acariciaron sus mejillas con tal cuidado que por momentos se sentía de porcelana. Lamentablemente, tal sensación solo le hacía sentir un dolor tan intenso como el resplandor de los rayos.

Steve atormentaba su cabeza ahora que se supone no debería estar en ella.

«Estoy confundido» al fin es capaz de unir dos palabras que dieran sentido a una oración. «No sé por qué estoy sintiendo esto».

El cielo estalló en rugidos que aclamaron la atención de todo aquel oyente que estuviera alrededor.

«No sé la persona que soy ahora».

El alrededor calló cuando su corazón latió.

«Por un momento me sentía como algo más que un trabajador».

La tormenta volvió a reclamar presencia, sin embargo, sus oídos solo podían concentrarse en el eco que provocaba sus propias palabras.

«Podía ser yo, sin importar que tan diferente fuera a él, me sentía bien en mi propia piel» las rosadas manos sostuvieron las propias, asegurando que cualquier cosa que ocurriera sería tan íntimo como sus emociones. «El mundo dejaba de existir cuando―».

«Larry».

Tembló, sintiendo un escalofrío que prontamente se derritió en el calor de un abrazo inesperado.

«Sigues siendo un bobo» confusión, sus palabras le hacían sentir en el pasado por más consciente que sea del presente. «¿Recuerdas la vez que te enamoraste?» una pregunta que le hace sonreír por lo incrédula que era; nunca será capaz de deshacerse de tal recuerdo.

«Creo que has vuelto a enamorarte».

Peace, Love and WorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora