Wings

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Entre estar atado a un árbol con la probabilidad de ser derrumbado a tener que estar frente a una multitud, vistiendo un traje negro con la supuesta propuesta de realizar una danza, prefería regresar al capítulo anterior. Era incapaz de realizar dicha actividad con tantos ojos dispuestos a criticar cualquier error, más al pensar el tiempo que llevaba sin siquiera mover la mayoría de su cuerpo al ritmo de cualquier pista; tan solo era una entidad llena de transpiración, agitación y una probable taquicardia.

Obviamente, presentaba la total ausencia de seguridad, cosa que contradecía su sentido de integridad.

Estaba aterrorizado.

Su respiración se cortó cuando la mano contraria cogió su hombro, la cual trataba de salvarlo de toda la bruma mental que lo "contaminaba"; las palabras de aliento lo devolvieron al firmamento, y el traje ajeno le insistía volver al cielo. Si creía que lo suyo era ajustado, entonces, la vestimenta del hippie se encontraba en un nivel que provocaba un rubor inocultable.

Observó fuera de la pantalla que los mantenía en el misterio, tratando de mantenerse bajo presión antes de que el traje lo hiciera tartamudear. «Es demasiada gente» comentó, tratando de mantener bajo su lengua la verdadera oración. «No creo que realmente pueda».

Palabras que salieron flotando fuera de sí, ya que eran incapaces de permanecer adentro como una afirmación cuando el cuerpo ajeno lo tomó, tan seguro de sí que podría notar la misma timidez del acto. Conversan sin siquiera hablar, comprende lo que trata de decir cuando sus manos se juntan para improvisar; es un juego tan serio que los errores parecen planeados, cosa que le hace sentir tan estúpido al momento de intentar retomar sus miedos que resultan absurdos cuando se mueven, perdiéndose en un ritmo que solo ellos escuchan e improvisan a la par que la música cambia.

Tal vez no lo estaba haciendo bien, tal vez ni siquiera era coherente los pasos que realizaba. Hay tantas posibilidades y aun así solo logra concentrarse en su persona, dibujando patrones imaginarios en el suelo y en el cuerpo contrario, realizando formas que solo los dos podrían entender, ya que era una creación tan íntima por ambas partes que ninguno podría explicar lo que sucedía si los separaban.

Cosa notoria cuando comienza a divagar, preguntándose si debajo de los omoplatos del cuerpo delgado se esconderían un par de alas blancas, o sí los marcados huesos provocarían sonidos maravillosos al acariciarlos, tal cual las teclas de un piano al momento de tocarlos, inclusive se atrevía a pensar en qué pasaría si todo eso era una clase de limbo con tintes de ser un verdadero paraíso para alguien quien apenas comprendía lo que sucedía en esos momentos.

Podría ahogarlo en un mar de dudas o simplemente dejarlo varado en un lugar desolado, y de igual forma, seguiría creyendo que Steve podía estar hecho de plumas blancas y algodones.

Y sin siquiera planearlo, bailó con él hasta que las palmas de los desconocidos lo despertaron, provocando una risa nerviosa.

Peace, Love and WorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora