Capítulo 5: Pequeños vistazos

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En toda la noche no pudo dormir. No con el recuerdo de Bakugou lanzándole su libreta a la cara mientras todos observaban rondando en su cabeza. No lloró. No gritó. No sintió nada más que su cuerpo temblar y su cabeza doler.

Luego de que Bakugou le lanzara varias miradas fulminantes al salir, solo se dirigió a su casa para poder recostarse en su cama y mirar al techo.

Le dolía lo que había pasado, aunque no lo demostrara. Bakugou era especial para él y el que hubiera leído esas cosas, fue la gota que colmó el vaso. Cuando averiguara quien se había atrevido a rebuscar entre sus cosas, se enteraría.

Pero por ahora, se dedicaba a mirar al techo, con unas leves ojeras debajo de sus ojos. No quería ir a la Academia hoy, pero tenía que, así que con nada de ganas se levantó y se organizó. Comió algo y se dirigió a U.A.

Al llegar todos lo observaron y empezaron a susurrar entre sí. ¿Cómo y cuándo había pasado todo eso? Se sentía fatal, aunque intentaba aguantar.

[...]

Las clases transcurrieron normalmente, excepto por el hecho de que se había quedado dormido en la quinta hora hasta la sexta. No le importó mucho y salió de U.A con un té verde en la mano. Caminaba lentamente ignorando todo su alrededor y su semblante se mantenía serio. Ese fue un buen momento después de todo. El frío se sentía bien y la brisa sacudía suavemente su cabello. Se sintió bien.

Cuando llegó a su hogar, lo primero que hizo fue tirar su maleta a un lugar aleatorio del suelo, sacarse el uniforme y tumbarse en la cama para dormir.

Esa noche durmió plácidamente, soñó cosas lindas y despertó con el sol suave mañanero.

Al despertar se organizó, tomó el desayuno hecho por Fuyumi y salió hacia U.A.

En el camino se encontró con Deku, por lo que siguieron juntos hablando de cosas triviales.

Shouto estaba sereno. Se sentía bien y tranquilo, ese día no quería problemas. Quería mantenerse en paz consigo mismo y con los demás, incluyendo a Bakugou.

Llegaría a su salón hablando con Deku, se sentaría, recibiría las clases normalmente, terminarían e iría a su casa acompañado de Deku o solo. Eso es un buen día para él.

Y así pasó. Ni Bakugou ni los demás excepto Deku le dirigieron palabra. El receso estuvo tranquilo. Las últimas clases también y la salida... Bueno, la salida fue un poco extraña.

Denki se le acercó rápidamente a Shouto y se disculpó mucho por algo que supuestamente había hecho ayer. Shouto lo pensó unos segundos, y cuando recordó la peor parte del día, quiso quemarle el rostro al rubio.

Pero en lugar de eso, suspiró, tragó duro y apretó su mandíbula ↼No vuelvas a hacer algo así conmigo jamás si no quieres problemas↼ dijo para dejarlo con las palabras en la boca solo.

Estaba realmente enojado, intentaba no voltearse y golpearlo en la cara, por lo que caminó rápidamente hacia la entrada principal y salió hacia su casa.

Había dicho tanto la frase "No vuelvas a..." que ya ni recordaba cuantas veces lo había hecho. Era extraño y confuso como una simple libreta y unas simples notas habían iniciado todo este lío.

Aunque para los demás no eran muy "simples", Shouto lo veía así. O al menos lo hizo por un tiempo, un tiempo antes de que todo eso iniciara.

Al llegar a su hogar comió soba y habló un rato con su hermana, luego de eso hizo sus deberes, organizó su uniforme y durmió. Soñó algo muy extraño, pero lindo. Alegró su noche de una u otra forma.

Básicamente, Bakugou y Shouto eran pareja.

Al despertar aún en su cama, alzó una ceja y negó con la cabeza, extrañado por tal sueño.

Aunque era lo que más quería, aún se le hacía extraño ya que nunca tenía esa especie de sueños.

El resto del día en U.A, pasó normalmente. Ya nadie murmuraba sobre él o Bakugou y eso lo ponía bien. No le gustaba que se metieran en su vida privada, y eso había parado, así que estaba más que bien.

Hagakure se disculpó por lo del locker la otra vez, y los demás por haber ayudado. Shouto aceptó las disculpas y notó que los chicos en serio se arrepentían, así que se sintió bien consigo mismo, otra vez.

[...]

Otra vez atrapaba a Bakugou mirándolo. No sabía si lo hacía para molestarlo, enloquecerlo o simplemente porque se le antojaba. Pero si le desesperaba no saber porque lo hacía exactamente.

Ese semblante irascible le encantaba, y más cuando lo observaba fijamente. Aun cuando estaba frente a sus amigos.

A la salida, Shouto hablaba con Iida y Deku, Bakugou salía del edificio y el heterocromático no le dio importancia esta vez.

No supo porque, pero casi por inercia giró la cabeza hacia el chico: Mientras caminaba, mantenía su vista fija en Shouto.

Al darse cuenta de que Shouto lo había visto, hizo como si nada y siguió caminando, con su vista fija al frente. Shouto entrecerró los ojos. Ya ni siquiera podía contar las veces que había pasado.

Estaba desesperándose, tenía que averiguar porque lo hacía. No podía preguntarle a Deku, ya que era obvio que no sabría. Pensó en Kirishima, pero no se comunicaba mucho con él.

Tendría que hacerlo por sí solo. 

Corazón ExplosivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora